1.- Me vino bien el asueto que me endilgué esta semana que acaba. Estaba hasta el moño de darle a la tecla, por un lado, y del dolce far niente por otro. El dolce far niente me lo impone (por aburrimiento) la incapacidad de estos gandules para formar Gobierno. En el editorial de hoy queda claro: que no les paguen un euro hasta que no elijan presidente. Ya verían qué pronto se pondrían de acuerdo. Pero ahora estos gaznápiros están cobrando sin disparar palo al agua. Esto no pasa sino en España. Bueno, y en algún que otro país más o menos tercermundista. Somos la burla de medio mundo por culpa de algunos líderes que no merecen serlo. Y estoy harto de escribir siempre de lo mismo, así que si ustedes notan un giro rápido en la conversación será intencionado. Ah, y les advierto que aquí no vamos a seguir, en plan paralelo, el juicio de Las Teresitas. Deseo que los absuelvan a todos y no haremos leña de los árboles batidos por el temporal. Por cierto, que por ahí circula un texto mío hablando del asunto que se parece bien poco al original. Qué se le va a hacer. Yo no voy a estar detrás de todos los que cambian, alteran y corrigen mis palabras. Que les den. A mí lo que me va es hablar de la madre Teresa de Calcuta, que será santa desde el domingo, 4. Una mujer admirable, todo un ejemplo para creyentes, no creyentes y mediopensionistas. Yo creo que en la película “La Gran Belleza”, de Sorrentino, la monja a la que llaman La Santa es Teresa de Calcuta, que sube de rodillas la escalera santa, junto a la basílica de San Juan de Letrán. Sorrentino creo que tiene una excelente participación en la Mostra de Venecia. Tengo ganas de ver esa nueva serie del felliniano director italiano. Esa escalera deberían subirla, pero con la lengua, los bernardos que no se ponen de acuerdo para dar estabilidad a este país.
2.- Les cuento, se trata de una serie cuyos dos primeros capítulos han sido expuestos en la Mostra. La Iglesia, que se centra en Dios, tras una maniobra del Sacro Colegio Cardenalicio, elige al primer papa norteamericano, un joven que accede a la sede de Pedro bajo el nombre de Pío XIII. El joven pontífice, fumador empedernido, es el actor británico Jude Law e inicia una etapa conservadora en la Iglesia, centrada en Dios y abandonando cualquier tendencia progresista, aunque parece que luego resulta todo lo contrario. Quiere encontrar a Dios para la Humanidad y para sí mismo. Creo que la gente se partía de risa viendo los dos capítulos de la primera incursión de Sorrentino en la televisión. Todavía no está anunciado el estreno de la serie en una cadena española. A ver quién se anima. El español Javier Cámara hace de cardenal Gutiérrez y en el film trabaja la gran Diane Keaton. Todo promete. Ya digo que ayer se proyectaron los dos primeros capítulos de la serie de “The Young Pope”, con gran éxito. Sorrentino será el gran triunfador del certamen de cine de Venecia, que tiene lugar en la isla del Lido y que ha llenado la ciudad de famosos que hacen excursiones a Murano y pasean en góndola.
3.- En fin, me apetecía contarles todas estas cosas que ocurren por ahí. No hay nada como darse un garbeo, huyendo de la rutina, para cambiar el chip. Mañana les diré cosas del animal de Maduro, que fue abucheado y “acacerolado” cuando caminaba como un paquidermo por las calles de Porlamar, en Isla Margarita. Este tipo no tiene remedio. Ayer mandó encarcelar a otro alcalde, Delson Guarate. Otras 126 detenciones de opositores se han producido el sábado sábado, día 3, que es cuando escribo. El bruto niega sistemáticamente la entrada en el país a periodistas extranjeros. Mientras, siete de cada diez venezolanos hacen sólo una comida al día. Y a esto se le llama hambre. Maduro come cuatro y hasta cinco veces. Tiene fritos a los del economato bien surtido de Fuerte Tiuna, donde nunca falla el papel higiénico. ¿No ven cómo está, que revienta?