jueves. 08.05.2025

1.- Lo siento por los que no quisieron o no pudieron ver el partido del martes entre el Real Madrid y el City. Quienes lo vimos terminamos enamorados del fútbol. Este encuentro se recordará durante años. Y también la frase final de Mouriño : "Cuando se juega al fútbol hay que irse cansado a casa". Se acabó, este es el resumen. El Madrid fue, una vez más, un equipo irreal, un conjunto de otro mundo. No hay dos en el planeta capaces de hacer lo que hacen los miembros de la plantilla del mejor club del siglo XX. Es verdad que escribo con la emoción del final del encuentro. Es decir, con la carne de gallina propia del que ha recibido un fuerte impacto emocional. Esto es fútbol, da igual que otros equipos jueguen y ganen como se juega y se gana en una pista de fútbol-sala. La belleza de este deporte inventado por los ingleses está en la verticalidad y en la fuerza. Fíjense que los ingleses lo inventaron y un equipo español es el mejor del mundo. La demostración de poderío, de pundonor y de lucha que ofrecieron los dos equipos fue impresionante. Al final, ganó el mejor aunque estuvo a punto de no conseguirlo. Este es otro atractivo del soccer: no siempre es un juego donde impera la justicia.

2.- Se han escrito páginas bellísimas sobre el fútbol. Un deporte elástico, que genera figuras inverosímiles, esfuerzos físicos propios de atletas olímpicos y que deriva en una fuerza impropia del ser humano normal. Me siento madridista por tradición: mi abuelo lo fue, mi padre también, yo lo soy y lo son mis hermanos y mis hijas, cuyos dos abuelos eran madridistas. Es decir, nací, crecí y he vivido venerando a este equipo. Una vez, de niño, escribí a Antonio Calderón , gerente que fue del Madrid, le envié un libro de autógrafos en blanco y me lo devolvió a los quince días firmado por todos los jugadores: Di Stéfano , Didí , Gento , Rial , Juanito Alonso , Marquitos , Santamaría , Lesmes , Santisteban , Zárraga , Kopa , Marsal , Joseíto , Puskas , Mateos , Domínguez , Canario . Eran mis ídolos y lo que me queda de niño -que yo creo que es mucho- me hace venerar a los actuales (¿quién es capaz de ignorar a Cristiano Ronaldo ?).

3.- Aquel libro de autógrafos fue uno de mis tesoros. Y la sensación del colegio; lo cuidé con mimo, hasta que una de mis múltiples mudanzas me lo arrebató para siempre. La última vez que estuve en el "Bernabéu" fui invitado por mi querido amigo Juan Padrón , otra gloria del balompié español al que tuve la suerte de ver jugar. Ahora hubiera sido un Xabi Alonso ; seguro. El otro día, el martes, disfruté como nunca viendo un partido de fútbol por la televisión. Un partido inolvidable.

achaves@radioranilla.com

Otra vez el Irreal Madrid
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