miércoles. 07.05.2025

1.- Si no fuera por el ébola y por las tarjetas de crédito de Bankia/CajaMadrid éste sería el país más aburrido del mundo. Ya verán ustedes cómo con tanto follón serán los médicos españoles del hospital Carlos III, a los que se les han muerto ya dos pacientes, quienes van a dar con la solución a la enfermedad. Desde luego, comienzan a tener casuística para experimentar. Yo confío mucho en los médicos españoles, tanto por su sabiduría adquirida como por su intuición. Y ya se estrecha el cerco sobre el origen del contagio: Teresa R ., la auxiliar infectada, se despojó mal del tercer traje que estuvo en contacto con el cuerpo o los residuos del segundo sacerdote fallecido. La profilaxis no es infalible y en ocasiones se producen situaciones que, ante una enfermedad tan grave y relativamente fácil de transmitir, pueden tener efectos fatales. Vamos a ver si esta mujer mejora. Y me parece absurdo que quieran sacrificar a su perro, de 12 años. En un país civilizado, al animal se le somete a una cuarentena, se le trata en lo posible y punto. ¿Por qué matarlo? ¿Qué culpa tiene?

2.- Y en cuanto a las tarjetas, ¿qué decirles? El escándalo ha afectado ya hasta a Rafael Spottorno , consejero del rey y antiguo jefe de la Casa Real, un diplomático de carrera y un hombre muy cabal. ¿Qué le pasó a toda esta gente, se volvió loca, o qué? Una tarjeta de crédito es una bomba de relojería, sobre todo cuando lo que sacas y lo que compras y lo que comes y lo que pagas no es tuyo, sino de los clientes de un banco que abonan hipotecas para que no les quiten sus casas, tienen que costearse los gastos de sus tarjetas y pagan religiosamente -los que pueden, claro- las brutales comisiones bancarias, que son un robo autorizado por la ley. Y luego vienen unos cuantos, tiran de tarjeta y el banco tiene que cobrar más comisiones y cometer más abusos ante sus clientes para cubrir la ladroniza. No sean caraduras, coño.

3.- Gracias al brote de ébola y a las tarjetas de crédito de unos cuantos sinvergüenzas pues este país se mueve un poco, crece la audiencia de los telediarios y se venden más periódicos. Por mí, encantado. La corrupción y la enfermedad agitando la vida de un país; qué tristeza y qué cosas. Como si esta España no pudiera vivir con placidez y con sentido común sino que se tiene que agarrar a este disparate para seguir tirando. ¿Qué les parece?

achaves@radioranilla.com

Ébola y tarjetas de crédito
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