viernes. 09.05.2025

1.- Una breve estancia en Barcelona. El sentimiento catalanista ha aumentado. Los catalanes, en general, miran con atención lo que la política mueve en torno a ellos. Pero no hay unanimidad. Los balbuceos de Madrid traen los lodos de Cataluña. ¿Por qué los catalanes sí y los canarios no?, me pregunto. ¿Quién tiene más razones que Canarias para ser libre? Lo que ocurre es que en Cataluña hay políticos de raza y en Canarias políticos enrazados, políticos zatos. Hago las excepciones de rigor, es malo generalizar. El sentimiento de nación lo tienen por todos lados, pero al mismo tiempo existe temor a que las cosas se salgan de madre. Nadie sabe cuáles son los límites, porque unos catalanes establecen unas fronteras y otros catalanes otras fronteras. No tengo tiempo, ni espacio, ni ganas de extenderme en esto, así que lo dejo aquí. Yo contemplo dos calles, como favoritas, en Barcelona, el Paseo de Gracia por el día y las Ramblas por la noche. En el Paseo de Gracia los negros del top manta que venden los Prada y los Vuitton falsos han ideado un sistema de evacuación rápida: sostienen una cadena, derivada a las cuatro puntas de la manta, jalan y a correr, antes de que lleguen los Mossos.

2.- Ante la Bolsa de Barcelona, los sindicatos preparan su huelga de septiembre. Pero a mí no me engañan: Zapatero , Cándido Méndez y Fernández Toxo son uno solo. Están de acuerdo. Nunca antes un Gobierno se había montado una huelga institucional. Es como aquello de Fujimori : que dio un golpe de Estado contra sí mismo para ganarlo y seguir en el poder. Zapatero es un alma en pena, un hombre acabado física, política y moralmente. Pero ni siquiera sabe hacerle un favor a su partido dimitiendo. El poder es muy goloso, su atracción es muy fuerte. Cuando ZP crezca se dará cuenta de que su aportación a la historia de España es de cero. Pero es tan torpe y tan poca cosa que tampoco se percata de lo obvio.

3.- Barcelona está llena de guirufos, gente muy joven, familias enteras. No hemos encontrado sitio en el Majestic, que es "el hotel", y nos han derivado a otro del centro. No está mal. Esta ciudad es tan distinta a Madrid; Barcelona era antañazo más provinciana; pero ya no. Después de las Olimpiadas es capital, gran capital, de la cultura; sobre todo del arte. Celosos los catalanes de lo suyo no han dejado morir a Gaudí y han adoptado a Picasso y a Miró ; y tampoco permiten que se olvide al Dalí de Cadaqués, cuyas estrechas calles quieren los chinos imitar fabricando allá un pueblo como el deEugenio Salvador .

achaves@radioranilla.com

Barcelona
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