viernes. 09.05.2025

- "No tengo ningún problema con Segundo Rodríguez y soy tanto de Felipe González y de Alfonso Guerra como de la nueva generación de Pedro Sánchez, pero las cosas no van bien en el PSOE"

- "Hay que exigir que a la gestión política vayan personas preparadas, y no personas que estén paradas y a las que haya que dar empleo. Los partidos y los gobiernos no son oficinas de empleo. Que lo tengan claro"

- "Ya manifesté mi desacuerdo con la sustitución de la adjunta del Común en Lanzarote a quien procedió en su momento. No tengo pelos en la lengua para decirlo. Yo he respetado a alguno que ha estado trabajando para el Diputado del Común durante 20 años y que ha estado trabajando con tres Diputados del Común"

- "Me parece muy anormal, anormalísimo, que Agustín Acosta no cuente aún con una calle con su nombre. Ahora que se están quedando tantas calles sin nombre por la Ley de Memoria Histórica, le podrían dedicar alguna a una persona que contribuyó a defender Lanzarote y a la democracia"

Jerónimo Saavedra, ex ministro, ex presidente del Gobierno de Canarias, ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y ex Diputado del Común, político en activo durante 40 años y todo un referente en la política local y nacional, ha hecho este miércoles en Crónicas Radio-COPE Lanzarote una reflexión sobre el momento político actual y ha denunciado entre otras muchas cosas que se ha ido olvidando la democracia en los partidos y que han aparecido las primarias como fórmula mágica para que supuestamente los participantes en ella tengan voz. Saavedra cree que estos procesos internos son pura apariencia. Tras defender la gestión de Pedro Sánchez con Cataluña, cuestionando eso sí meteduras de pata a su modo de ver como lo del relator, abordó temas de actualidad como la posible entrada de los partidos de la derecha al poder. Además, en clave interna reconoce que su partido, el PSOE, no atraviesa su mejor momento, y denuncia que en muchas ocasiones se esté convirtiendo como el resto de partidos en una especie de empresa de colocación de personal

- Buenos días, Jerónimo. Una curiosidad de entrada, ¿qué le falta a usted por hacer en la vida?

- Buenos días. Cardenal. (risas...)

- ¿No será usted del Madrid?

- Yo soy siempre del Barcelona.

- Aunque mucha gente no lo sepa, es usted muy futbolero, por eso se lo pregunto. Pero fuera del Madrid y el Barsa está el fútbol canario, que hay que mirarlo con preocupación. Hoy nos dijo Román Rodríguez que está hecha un desastre la Unión Deportiva Las Palmas...

- Yo hace tiempo que no voy al estadio y prefiero ver los partidos por televisión. Creo que el problema que tiene Las Palmas es que a veces sus presidentes se meten en tareas que no les corresponden. No es normal tener tantos entrenadores y tantos especialistas en tantas cosas. La directiva de un club de fútbol tiene que estar en el palco y punto.

- Bueno, hablando de política, que se puede hablar de política ya desde que usted no es Diputado del Común, el otro día vino a Lanzarote para arropar a Alfredo Villalba como candidato a la Alcaldía de Haría. ¿Por qué vino?

- Primero, porque me invitaron, y no es habitual que el partido invite a sus mayores, cuando debería hacerlo más frecuentemente (se ríe). Alfredo tiene buen perfil y buena estimación y me gustó mucho que el acto se saliera del planteamiento típico de los mítines, que han perdido sentido en el siglo XXI, cuando son las redes sociales las que mandan. En los mítines se repiten mucho los mensajes y cuestan mucho dinero. Es un municipio además al que le tengo mucho afecto, y allí fui.

- En Haría tenía y tiene usted varios amigos, como Agistín Acosta o Segundo Rodríguez. El otro día Segundo nos dijo que cree que él ha sido más amigo de usted que usted de él. ¿Qué les ha pasado, están peleados?

- (Se ríe nuevamente) No, no. Yo lo llamo cada vez que puedo. Hoy pensaba llamarle. Ha estado muy perdido. Pero yo no estoy peleado con nadie, en absoluto, y menos con Segundo Rodríguez.

- ¿Sabe usted que Segundo se va a presentar a las elecciones con un partido nuevo?

- Sí. Ya me lo dijeron. Cero que todos los partidos están sufriendo una crisis por muchos factores y, sobre todo, porque nadie se acuerda del artículo 6 de la Constitución, que exige que los partidos y los sindicatos tienen que ser democráticos. Eso de ser democráticos se ha quedado en una formalidad, se ha ido envileciendo los procesos de elección de los candidatos de los partidos y al final los partidos terminan cerrados en sí mismos, sin mirar que son un instrumento para que los electores y los ciudadanos decidan. Deben ofrecerse fórmulas, programas, planteamientos y sobre todo equipos humanos, aspectos que se han ido sustituyendo por sectarismos. Yo también lo he vivido y es algo que no es exclusivo de España, aunque creo que en España las cosas están peor que en los partidos europeos. Es difícil que el ciudadano recupere la confianza en los partidos, y de ahí el alto grado de abstencionismo, de la indiferencia. Repito que es una enfermedad entre los políticos que hay que curarla oyendo a la experiencia.

- La importancia de la experiencia. Parece que estamos oyendo hablar a Alfonso Guerra. ¿Usted está más con Alfonso Guerra y Felipe González o con la nueva generación de Pedro Sánchez?

- No. Yo no estoy ni con unos ni con otros. Yo estoy con todos, pero reconozco que las cosas en el PSOE no van bien. Creo que lo último que ha dicho Alfonso Guerra no tiene un sentido negativo, sino que apunta que han cambiado las cosas. Como acabo de explicar, luego resulta que se ha ido olvidando la democracia en los partidos y que han aparecido las primarias como fórmula mágica de que los participantes tienen la voz. Eso es todo aparente porque en mi opinión lo que han hecho las primarias ha sido dividir a los partidos, y no solo al PSOE, le pasó también al PP, con su Congreso y su primera fase de primarias. También en Podemos ha resultado un simulacro el que el candidato apoyado por las alturas sea el candidato apoyado en las primarias. La cultura de la tolerancia, del respeto al diferente está en la boquilla, pero no está muchas veces en la práctica. Al final, si estás conmigo, estás en la lista, pero si no estás conmigo, no estás en la lista. Esa cultura es nefasta y hay que sustituirla por aquella que dice que, aunque sé que no estás conmigo, estás en el partido y tienes el mismo derecho que yo a acceder a cualquier cargo. Cada vez veo más artículos que insisten en lo mismo: si una empresa pública está bien gestionada, que siga el que la está gestionando bien, y que no le cambien por el cambio de Gobierno. Eso se podría trasladar también a muchos directores generales, consejeros que no son de ningún partido, sino independientes, a los que se les pone ahí porque son eficientes, porque son buenos gestores. Esa es la cultura que hay que reestablecer.

- ¿Pero no cree que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cometido demasiados errores, como las concesiones a los catalanes?

- No. Creo que a los catalanes solo se les podía aplicar el mirar para otro lado, como hizo Rajoy, agravando el problema, o sentarse a hablar, que sentarse a hablar no es ningún pecado. Hay que sentarse a hablar y a escuchar. ¿Qué concesión ha hecho Pedro Sánchez a los catalanes para que se la monten como se la han montado con este tema? Ninguna. La metedura de pata ha sido lo de proponer una figura como un relator, y hay que reconocerlo. Todo esto contribuyó a adelantar las elecciones generales y es ahora el pueblo el que tiene que decidir. Pero si no se sientan a negociar, y no digo que se negocie lo que afecte a la Constitución porque eso es intocable, salvo que haya un pacto de Estado y se decida articular algún sistema, no se sabrá nunca lo que quieren. Por lo menos saber qué es lo que quieren. Si lo que quieren es simplemente la independencia, entonces de ahí no pasamos. Pero también es verdad que repetir la mesa cada tres meses para levantarse con la misma exigencia sería un diálogo cansino y estéril y no tendría ningún sentido. Pero, ¿si no nos ponemos a hablar? ¿Qué otra alternativa tenemos? ¿Aplicar el artículo 155 de la Constitución permanentemente? Eso es un suicidio, un disparate. Hay que determinar además cuánto tiempo se puede aplicar, qué competencias se pueden rescatar. ¿Ustedes se imaginan un 155 que haga que un Parlamento y sin Gobierno catalán no sirvan para nada? ¿Eso en vendible hoy en Europa? ¿Tachar del mapa de las comunidades autónomas a Cataluña? ¿Y durante cuánto tiempo?

- ¿Y no cree que cuando los padres de la Constitución redactaron ese artículo intuían lo que podía pasar?

- No, no. Ese artículo no se ha desarrollado. Ese artículo se copió de la Constitución alemana. Nada sospechosa. Ese artículo podría tener un desarrollo en una ley orgánica pero a nadie se le ha pasado por la cabeza en estos cuarenta años de obediencia a la Constitución. Porque las cosas funcionaban con el sistema autonómico, pero las cosas se han ido enrareciendo y se han agravado todos los problemas de la unidad de España y, no asentándose, con el 155, las cosas irán a peor. Todavía los soberanistas son minoritarios, pero no sé qué pasará dentro de 10 años.

- ¿Y usted tiene miedo a la derecha que dicen que viene? ¿Cree que el PP, Ciudadanos y Vox pueden terminar gobernando este país como se pregona tanto desde la izquierda?

- Pues a la vista de lo que ha ocurrido en Andalucía, puede ocurrir, pero bueno, eso no es una tragedia. El pueblo es el que decide. Y también los pueblos se equivocan. Conviene recordarlo pero, a priori, no empecemos a excomulgar a nadie (se ríe).

- ¿Echa de menos el cargo de Diputado del Común en Canarias?

- Mire, después de 40 años como representante de los ciudadanos, no echo de menos ya nada. El descanso no viene mal.

- Pero le ha dejado el listón muy alto a su sucesor. ¿Cómo está viendo al nuevo Diputado del Común?

- Bueno, yo todavía no he podido leer el informe que ha elaborado del año pasado, cuando me correspondía a mí una mitad y a él la otra mitad. No lo sé. Cuando lo lea, podré opinar. La función del Diputado del Común es siempre valorar el funcionamiento interno de las instituciones, la atención al ciudadano. Todavía no hay elementos para emitir un juicio, pero yo creo que lo está haciendo bastante bien.

- Por cierto, que con su relevo respetaron a todos los asesores salvo a la persona que estaba en Lanzarote...

- Pues eso viene en relación a lo que he dicho de los gestores de empresas públicas, de directores, generales, .. Los políticos deben ser solo políticos que vayan al nivel correspondiente, concejales, alcaldes, consejeros, presidentes, ministros y todo lo demás. Pero si hay funcionarios que están gestionando bien, repito, no tiene por qué haber ningún cambio. En Andalucía ahora han sido 600. Seguro que entre esos 600 hay gente estupenda. Si el nuevo partido no los tiene igual de estupendos, por el hecho de que eran del PSOE, el ciudadano no tiene por qué pagar las consecuencias de que ahora los expedientes se queden a medias o de que no se gestione bien un presupuesto y se quede remanente, o que aparezca déficit en una empresa pública donde antes no lo había. Son ejemplos de respeto a la gestión democrática. Hay que exigir que a la gestión política vayan personas preparadas, y no personas que estén paradas y a las que haya que dar empleo. Los partidos y los gobiernos no son oficinas de empleo. Que lo tengan claro.

- Osea, que a usted le molestó personalmente este cambio en la Oficina del Diputado del Común en Lanzarote.

- Bueno, eso lo manifesté yo a quien procedió en su momento. No tengo pelos en la lengua para decirlo. Yo he respetado a alguno que ha estado trabajando para el Diputado del Común durante 20 años y que ha estado trabajando con tres diputados del Común, que es lo lógico que hay que hacer en estos casos.

- Usted fue muy amigo de Agustín Acosta. ¿Le parece normal que después de 40 años de radio, siendo un referente informativo diario para la sociedad de Lanzarote, siendo un empresario vanguardista en lo que los modernos llaman multimedia, no cuente todavía con una calle ni con ningún homenaje en su tierra?

- Me parece muy anormal, anormalísimo. Además, ahora que se están quedando tantas calles sin nombre por la Ley de Memoria Histórica, le podrían dedicar alguna a una persona que contribuyó a defender Lanzarote y a la democracia.

"Los procesos internos de primarias están dividiendo a los partidos y son pura apariencia"
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