- "Yo siempre apoyé la opción de Pedro Sánchez, que me parecía el hombre más capacitado para dirigir el Gobierno de este país. Él empezó trabajando en el Parlamento europeo y le conocí desde muy joven. Creo que está haciendo un gran trabajo, primero en el Partido Socialista, y ahora en beneficio de todos los españoles"
- "En toda Europa la actuación del Gobierno español y de Pedro Sánchez ha dado lugar a una reflexión y a pensar que la inmigración no puede tratarse como una simple cuestión de orden público, sino que hay otros elementos, como los humanitarios"
El ex eurodiputado lanzaroteño Manuel Medina Ortega ve muy difícil que salga adelante la reforma de la ley electoral en Canarias. El que fuera uno de los máximos exponentes del PSOE en el Archipiélago dice que plantearía un aumento de gasto que resultaría muy impopular y un problema de equilibrio, yendo de esta manera en contra de lo que defienden casi todos los partidos, incluyendo al suyo. En la entrevista concedida este martes al programa 'A buena hora' de Crónicas Radio-Cope Lanzarote, en la que ha abordado la proclamación de Pedro Sánchez como presidente que hace años vaticinó y donde ha valorado también la situación migratoria que vive Europa, Medina ha aconsejado que debería tenerse en cuenta que en la mayoría de las islas hay un rechazo a esta modificación por la que apuesta su propio partido.
- Manuel, usted lo ha sido todo en la política, en la vida social de Canarias, y uno tiene la sensación de que a veces nos olvidamos de las personas que han hecho cosas por esta tierra, ¿tiene esta sensación?
- Cada uno hace lo que puede en su momento pero después cada cual sigue con lo suyo. Estuve este fin de semana en Lanzarote, pero sigo de un lado para otro, como siempre, entre Bruselas, Madrid y Canarias, pero no en la política, claro.
- ¿Echa usted de menos la política, echa de menos el Europarlamento?
- No. Es demasiado trabajo. Ahora estoy más en la Universidad y con mi trabajo personal. En su día hice lo que tenía que hacer, pero ahora estoy en otras cosas, aunque sigo la política todos los días. Voy con frecuencia a Bruselas y sigo en contacto con mis compañeros del PSOE pero llega un momento en que hay que retirarse, como ha hecho el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
- Ha sido impactante para todo el mundo se reconozca o no ver cómo ha fraguado su nuevo Gobierno Pedro Sánchez en tan poco tiempo. ¿Cómo lo ha vivido usted?
- Pues es una cosa que yo ya adiviné. En mis declaraciones yo siempre apoyé la opción de Pedro Sánchez, que me parecía el hombre más capacitado para dirigir el Gobierno de este país. Él empezó trabajando en el Parlamento europeo y le conocí desde muy joven. Creo que está haciendo un gran trabajo, primero en el Partido Socialista, y ahora en beneficio de todos los españoles.
- Todos coincidimos más o menos en que su Gobierno no es fruto de una acción improvisada. Estaría ya preparado, ¿no?
- No. Él es un hombre muy preparado. Pedro Sánchez lleva mucho tiempo preparándose para esto. Ha tenido la ventaja de que ha podido hacerlo y lo está haciendo bastante bien.
- Hay por cierto un nombre, el de Nadia Calviño, que es la nueva ministra de Economía, a la que quizás conoció por haber estado en la Comisión Europea.
- No. Yo no la conocí porque cuando ella entró en la Comisión yo ya había salido del Parlamento Europeo. Conocí a su padre, a José María Calviño, que me hizo algunas entrevistas en la época en la que estaba en televisión en ese programa que tenía sobre películas. Hizo una magnífica labor, pero a ella no la he conocido personalmente. Sí conozco bastante a dos de los nuevos ministros, a Pepe Borrell y a Luis Planas, que fueron compañeros míos en el Parlamento europeo. A esa chica no la conozco aunque hay buenas referencias y parece que está muy preparada, así que espero que haga una gran labor.
- Los nombramientos han sorprendido y también han enfadado a formaciones como Podemos. Ha dicho Pablo Iglesias que pronto se han olvidado de quién puso a Pedro Sánchez de presidente.
- Vamos a ver. A Pedro Sánchez lo ha elegido presidente una mayoría del Congreso de los diputados, incluyendo a Podemos y a los diputados de grupos de carácter nacionalista y otros diputados. No es una cuestión de reconocimiento. Pedro Sánchez ha tenido que ser elegido para cubrir el hueco dejado por la corrupción del Partido Popular. En el PP había llegado un momento en el que, sentencia tras sentencia condenatorias ya no estaba en condiciones de dirigir este país. Se celebró una sesión en virtud de la cual el segundo partido, el PSOE, a pesar de su escaso número de votos, tenía que pasar al Gobierno. Ha asumido la función y en estos momentos está desarrollando una política que es más o menos lo que él siempre había manifestado.
- Una de las primeras decisiones del Gobierno de Sánchez tiene que ver con algo que usted siempre defendió: no hacer la vista gorda con la inmigración ilegal, que también padecemos en Lanzarote, y con noticias como la del Barco Aquarius. Manuel, ¿cómo ha vivido usted esta situación, cree que la decisión de ofrecer el puerto de Valencia ha sido correcta?
- En este momento no hay una competencia de la Unión Europea en materia de inmigración propiamente dicha. Hay unos principios, unos acuerdos, ciertos arreglos, pero no hay una obligación de los estados-miembro de recibir inmigrantes. Es una decisión que toma cada Gobierno en función de las circunstancias. La situación esta se basa en un barco que iba recogiendo gente cerca de la costa de Libia. El problema es que en Italia en estos momentos hay un Gobierno de derechas. Libia se colapsó a consecuencia de la guerra. Hubo un acuerdo anterior por el que se estableció un campamento pagado por Europa en territorio libio pero mantenido por el Gobierno de Gadafi. Al hundirse el Gobierno de Gadafi y quedar completamente desintegrada Libia, el país ha quedado como una de las puertas de salida de las masas de gente que está pasando miseria en África. Como Italia es el país más próximo, en estos momentos a Italia le ha caído la gorda. Ahora hay una especie de sentimiento popular en Italia contra la inmigración y su Gobierno actual, muy a la derecha, ha tomado unas medidas muy radicales que han producido una gran repulsa. En Italia gobiernan dos partidos pero creo que no va a durar mucho este Gobierno pues ha hecho un planteamiento inadmisible e inhumano. Concretamente la decisión de Pedro Sánchez de dar acogida a los refugiados ha sido muy bien acogida en toda Europa y ya está provocando reacciones en toda Europa: el Gobierno francés, por ejemplo, ha anunciado que ponía a disposición la isla de Córcega; y el Gobierno alemán, que tenía prevista una propuesta para limitar la inmigración presentada por el partido de extrema derecha Bárbaro CSU, pero la señora Merkel lo ha frenado. Es decir, en toda Europa la actuación del Gobierno español ha dado lugar a una reflexión y a pensar que la inmigración no puede tratarse como una simple cuestión de orden público, sino que hay otros elementos, como los humanitarios. España en estos momentos está dando ejemplo a los países de toda Europa. Pero hay problemas con los países de Europa oriental, concretamente con Hungría, Polonia, la República eslovaca, ... donde en estos momentos hay gobiernos muy racistas que han establecido limitaciones y que se niegan a aceptar cualquier tipo de competencia de la Unión Europea en materia de inmigración. El reasentamiento de los inmigrantes llegados a Grecia e Italia no ha sido aceptado ni por Hungría ni por Eslovaquia. Con ello, tenemos un problema grave pues para que pueda haber una política de inmigración tiene que haber un acuerdo entre los estados europeos que no se ha producido hasta la fecha.
- Al menos se ha logrado abrir ese debate, esa reflexión, ¿no?
- Es lo que ha hecho Pedro Sánchez, plantear que este no es un problema ni una cuestión solo de Italia, pues sería una cuestión de solidaridad. Evidentemente se ha producido una sobrecarga para el país italiano y ha habido falta de solidaridad de los países europeos, algo que han aprovechado los partidos de derecha extrema para ganar las elecciones. Lo que unía a los dos partidos, a Movimiento cinco estrellas y a la liga norte, es precisamente el movimiento de la inmigración. Y hay que recordar que el tema del Brexit se ha aprobado precisamente por el tema de la inmgración. Lo que ha hecho el Gobierno español es justamente poner esto de relieve. Recuerdo que en 2005, cuando se planteó el tema de la inmigración en Canarias, hubo cierta solidaridad con España. Se puso en marcha el dispositivo Frontex pero desde entonces los recursos son muy escasos. Y hay casi un retroceso porque hay gobiernos con actitudes muy reaccionarias. Hay que recordar que el hecho de que la señora Merkel aceptara un millón de inmigrantes en Alemania le costó casi el Gobierno de la Nación. En estos momentos está funcionando en Alemania un Gobierno de coalición socialista, demócratas y cristianos. La opinión pública está muy sensibilizada con esta cuestión, pero si vamos a una reacción como la del Gobierno italiano, vemos reacciones inhumanas que los ciudadanos están dispuestos a aceptar.
- Centrándonos ya en Canarias, parece que está un poco alejada la sociedad canaria de la política europea, que es algo como que no preocupa demasiado. ¿Cree que Canarias está bien atendida en estos momentos por la Unión Europea, cree que se están defendiendo bien nuestras especificidades como región ultraperiférica?
- Yo creo que estamos perfectamente atendidos. Tenemos un régimen que es realmente bastante bueno para una región como ésta, tenemos unas ayudas muy importantes y contamos también con un Régimen Económico y Fiscal adaptado a las necesidades de Canarias. Precisamente por eso la gente no habla apenas de Europa. Tenemos una buena base jurídica, especialidades, pero a veces la gente está actuando sobre esto sin darse cuenta de que está funcionando prácticamente. Como ya está, nadie plantea problemas cuando no los tiene. Como con la inmigración, cada vez que hemos tenido algún problema la Unión Europea nos ha respondido, con colaboración entre el Gobierno autónomo, los gobiernos locales y el de la UE, y estamos funcionando bien.
- Y en cuanto a la política local, ¿la está siguiendo en estos últimos años?
- Sí, claro. Estoy en Canarias, en Madrid y en Bruselas, y sigo la política local.
- ¿Y cómo la ve? ¿Qué le parece el papel de su partido, el PSOE?
- Bueno, el comportamiento del PSOE en Canarias se ajusta al nivel nacional. Ésta no es una región que se diferencia a efectos de política nacional de otras. Prácticamente Canarias reproduce el esquema nacional, con dos grandes partidos, el Partido Socialista y el Partido Popular, que por definición parece que no se pueden poner de acuerdo, pero que prácticamente se suceden en el Gobierno. En estos momentos estos dos grandes partidos están fuera de la política regional, pero imagino que en las próximas elecciones alguno de ellos volverá. Hay también anomalías de otros partidos de carácter minorista, que son minoría desde el punto de vista electoral, pero que están colocados en una posición estratégica que les da el Gobierno, pero yo creo que todo esto tendrá que pasar. Ahora el PSOE pasó por una situación de crisis que ya ha superado. El PP está en estos momentos en una situación de crisis pero lo normal, una vez superadas esas crisis, es que en 2019 ó 2010 uno de los dos partidos vuelve otra vez al primer plano en el panorama nacional.
- Ya sabe por cierto que hay un debate intenso sobre la reforma del actual sistema electoral en Canarias que tanto costó crear. ¿Cómo ve que se elimine el actual sistema de la triple paridad?
- Es un problema muy difícil de resolver porque hay una realidad sociológica que es la realidad insular. Yo pensé en un principio que el actual sistema electoral era incompatible con la Constitución, pero el Tribunal Constitucional lo ha declarado compatible, con lo cual, desde el punto de vista constitucional, no hay objeciones. Habría que modificar la ley Electoral, y parece ser que es muy difícil. Hay resistencia en muchas de las islas y cada vez que se plantean reformas aparecen nuevas dificultades. Por ejemplo, una reforma electoral que suponga un aumento del número de miembros de la Cámara plantea problemas desde el punto de vista de la opinión pública, que considera que el gasto no se justifica. Hay una serie de problemas graves. Luego además está el desequilibrio, ya que gracias al actual sistema electoral islas más pequeñas como Lanzarote y Fuerteventura han conseguido una representación proporcional. Volver atrás, en el sentido de darle más representación a las islas grandes, plantea un problemas en las islas más pequeñas. Por ejemplo, la idea de que ahora Fuerteventura tenga más diputados que La Palma y el mismo número que Lanzarote, plantea un problema de desequilibrios, con lo cual, cualquier cosa que se trate de hacer, plantea nuevas dificultades.
- ¿Ve entonces que será difícil que la actual reforma salga adelante?
- Yo lo veo muy difícil porque la triple paridad tenía una cierta lógica política, en el sentido de que por un lado se compensaba entre las islas orientales y las occidentales y, por otro, había un equilibrio entre las islas grandes y las islas pequeñas. Cualquier modificación tendría que hacerse, pero a mí, francamente, lo que no me gusta es el aumento en el número de diputados y en este momento hay una crítica muy grande a los costes para el electorado de la clase política. Aumentar el número de diputados en general es un aumento del gasto público que no tiene justificación. Cambiar el equilibrio y darle más diputados a unas isla que a otras plantea otro problema también, así que me da que es un problema nada fácil de resolver. Concretamente he visto resistencia en muchas de las islas. En gran parte de las islas a la gente no le gusta que cambien el sistema electoral. Ha ocurrido algo parecido con los Estados Unidos, donde el presidente Trump fue elegido por una minoría de la población pero por una mayoría de los representantes. Es un problema de representación, pero si el Tribunal Constitucional aquí ha declarado que el sistema era constitucional, cambiarlo va a ser bastante difícil.
Algunos datos sobre Manuel Medina
Manuel Medina Ortega (Arrecife, 1935) es un jurista y político español. Licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna (1957) se doctora en Derecho por la Universidad de Madrid (1961). En 1962 obtiene un máster en Derecho Comparado por la Universidad de Columbia.
Proviene de una familia numerosa, es el mayor de ocho hermanos. Sus padres fueron Rafael Medina Armas, alcalde de Arrecife en 1936 por el Frente Popular, y Celia Ortega González. Tiene dos hijos de su primer matrimonio, Stuart y Antonio Medina Miltimore.
En cuanto a su trayectoria académica, ha sido profesor de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (1959-1975), profesor de la Universidad de Redlands, California (1969-70), decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (1975), catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de La Laguna (1975-78), vicerrector de la Universidad de La Laguna (1976-78) y catedrático de Relaciones Internacionales de Universidad Complutense de Madrid (1978-82). Es miembro de la Asociación Española de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales. Fue comendador de número de la Orden de Isabel la Católica desde 1985.
Como político, ha sido diputado a Cortes por el PSOE (1982-87) y desde enero de 1986 actuó durante 22 años como diputado al Parlamento Europeo por dicho partido.