Lo intrascendente
El otro día escuché a dos intelectuales del mundo de la intelectualidad dando lecciones sobre la forma de escribir una columna de opinión. Decían que las columnas de opinión tienen que versar sobre temas de interés general, sobre temas de enjundia, asegurando que hablar de lo que pasa en la tele o de la última chorrada deportiva no entraba dentro de los cánones que ellos manejan para entender que un asunto merece ser analizado. Supongo que eran los dos mismos intelectuales a los que luego no lee ni Blas, esos que escriben aburridísimas columnas de opinión en lo que lo trascendente devora a lo interesante. Jamás se me habría ocurrido ser tan osado de decir en la tele cómo se tiene que escribir una columna de opinión, pero sí aprovecho la mía para explicar cómo no se tiene que hacer. Lo que no se puede es aburrir al personal, que bastante tiene con lo tediosa que suele ser la vida diaria como para estar aguantando asabanadas reflexiones sobre la influencia del picudo rojo en la sociedad lanzaroteño del siglo XXI o la transformación metafísica del rofe en la extracción de áridos en las canteras. No, señores, en un artículo de opinión cabe casi todo, incluyendo la televisión y el deporte. De hecho, y tenemos un buen ejemplo en nuestra edición digital para comprobarlo, tienen muchas más visitas los temas aparentemente intrascendentes que aquellos que se supone que sirven para arreglar el mundo. Y no me vale eso de que la mayoría está aborregada. Cualquier artículo escrito este fin de semana sobre la magnífica gesta que ha realizado Fernando Alonso contra viento y marea en el mundial de Fórmula Uno, sobre el nuevo fracaso de nuestra selección de fútbol, sobre lo aburrido que es este año el concurso de Gran Hermano o sobre el comienzo de la nueva edición de Operación Triunfo es una fuente inagotable de visitas, de gente interesada en leer lo que algunos columnistas tenemos que decir al respecto.
Me detengo en este último sitio, el de Operación Triunfo, para comentar brevemente la manía que sigo teniendo a Noemí Galera, a la que me alegré de que silbara el público del plató cuando fue presentada y trató de hacerse la simpática que no es. Esta responsable de la selección de los concursantes ha vuelto a hacer de las suyas, y otra vez con una canaria. Después de humillar y vejar a la pobre Idaira hasta el punto de provocar una insólita reacción de apoyo y solidaridad en todo el país, ahora ha conseguido destrozar a otra lagunera, a Claritzel, una concursante a la que no se le dio acceso a la academia el año anterior porque tenía un problema de corazón y a la que inmisericordemente dejó fuera, apoyada en el criterio de sus otros compañeros del jurado, el día en el que se suponía que llegaba su segunda oportunidad. ¿Se puede ser más ruin? Creo que no. Lo que me alucina es que Gesmusic siga poniéndola al frente del programa sabiendo que más de medio país la odia. La otra mitad del país no la conoce. Ánimo por cierto a nuestra otra paisana, a la chica de Tuineje que ha maravillado a todo el mundo con su tremendo chorro de voz. Se llama Saray Ramírez y ya cuenta con mi voto.
Lo trascendente
Y si de cuestiones trascendentes se trata, también tengo tiempo y espacio para ocuparme de un asunto que entiendo que preocupa a una parte importante de la sociedad de la Isla, la situación del Partido Socialista Canario (PSC). Mucha gente me preguntó este lunes por las declaraciones que había realizado Miguel Ángel Leal en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio que dirige y presenta Agustín Acosta. Mucha gente que ya las había escuchado y que quería leerlas en nuestro diario. No fue sencillo explicar lo sucedido, por qué sólo aparecieron unos pocos minutos y luego fueron cambiadas. El secretario general de los socialistas de Arrecife realizó unas incendiarias e interesantes declaraciones en las que llegó a decir que con la decisión del fin de semana de la Ejecutiva regional de nombrar a Enrique Pérez Parrilla como cabeza de lista en Arrecife se había “secuestrado” el partido. Esto es sólo una parte, porque dijo mucho más, y es que Leal estaba más caliente esa mañana que el palo de un churrero. Luego se calmó, reflexionó y con la ayuda de buenos amigos y mejores compañeros cambió completamente el discurso. Hizo otras declaraciones al diario que no tenían nada que ver con las que había realizado por la mañana en la radio. ¿Qué habría sido más ético, obviar las nuevas declaraciones en las que trató de poner paz en la guerra que él mismo había creado o largar lo mucho que había dicho por la mañana para incendiar más el bosque? Aquí pensamos, creo que con buen criterio, que lo más honesto era reproducir las segundas declaraciones, las que realizó más calmado, las que realizó cuando se dio cuenta de que lo único que había conseguido era darle más puntos a sus adversarios políticos. Eso sí, el momentazo de radio que escuchó casi todo el mundo que escucha la radio a esas horas no lo borra nadie.
Tuve la oportunidad de hablar luego con el secretario general de los socialistas de Arrecife. Me explicó lo ocurrido, y no tuve más remedio que darle la razón en una cosa, en que no se habían hecho las cosas de la mejor forma posible. Sin embargo, Miguel Ángel Leal y el resto de miembros del partido contrarios a la decisión tomada por la Ejecutiva regional deben tener en cuenta que la estrategia no tiene que ver con un capricho de la dirección en Canarias. Esto forma parte de una estrategia global diseñada en Ferraz que afecta a todo el país, empezando por el Ayuntamiento más importante, el de Madrid.
Desgraciadamente, porque me parece tremendo que se elija así a las personas, el PSOE está haciendo caso a las encuestas que ha encargado hace meses, las mismas que le dijeron a José Luis Rodríguez Zapatero que era conveniente apartar a Trinidad Jiménez del Ayuntamiento de Madrid y colocarla en una Secretaría de Estado inventada a su medida o que era necesario apartar a Joan Clos del Ayuntamiento de Barcelona para meterlo con calzador en el Ministerio de Industria. Esas mismas encuestas son las que dicen que sólo tienen oportunidad de pelearse con Alberto Ruíz Gallardón si ponen un candidato de peso como José Bono, las mismas encuestas que han determinado que Enrique Pérez Parrilla reúne el perfil adecuado para ayudar a Juan Fernando López Aguilar a lograr ser la lista más votada al Parlamento. Y digo bien, la elección del candidato a la Alcaldía de Arrecife, como será la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno, tiene mucho que ver con los planes que los socialistas canarios han hecho para el futuro Gobierno regional. ¿Por qué si no ha aceptado Jerónimo Saavedra ser candidato en Las Palmas a sabiendas de que su amiga Pepa Luzardo le puede dar un repaso? Se trata de sumar votos, y los de Arrecife cuentan, y mucho.
Leal me dijo una cosa que me creo a medias, que la sede del PSOE es como un cuadrilátero de boxeo donde todo el mundo suelta puñetazos, pero que como los buenos deportistas, los puñetazos se quedan arriba. Me dijo que al final, cuando peleen lo que piensan pelear, todo quedará en nada, y apoyarán a los candidatos que se elijan y a las listas que se configuren como si no hubiera pasado nada. Espero por el bien de su partido que sea así, porque si continúa la carajera se podrían torcer los buenos resultados que les auguran todas las encuestas.