Por MARIO CRESPI
Cada continente tiene su personalidad, su carácter. A Europa siempre la he visto como una madura señora, llena de experiencia y elegancia; América pujante, plena de inconformismo y liberalismo; Oriente mágico y milenar. África es el continente del misterio, de los contrastes. Rica en recursos, pero cuna de las pobrezas más dolorosas. Verde en la selva, ocre en sus desiertos, negra en su gente. A través de los tiempos fue colonizada, explotada y violada. Su sangre se ha derramado en tantas tierras lejanas, a causa de esa vergüenza universal que ha sido la esclavitud. Castigada por masacres y guerras, algunas propias, pero muchas incitadas por intereses foráneos. Pero pese a todo, ha demostrado, sin dudas, que es inmune a todo eso. La división territorial no ha significado nada, las ideologías políticas, alianzas, uniones nunca han funcionado. Es un continente de etnias, tribus y familias. Llena de magia y misterio, brujerías, creencias y ritos. Su música e instrumentos han sido la inspiración de generaciones de compositores americanos y europeos. Su cultura y colorido lo vemos en la moda y el arte. Y sus tradiciones e historia en tantos relatos. He seleccionado tres libros que ven aspectos tan diferentes de su geografía y cultura como es el África misma. El desierto, el corazón selvático y el colonialismo.
Sobrevuelo el mundo
como un cóndor andino,
mientras la vida, viento,
pasa entre mis plumas
sin dejar marca alguna.
Con mi lento envejecer
de ave observadora,
veo a los hombres crecer
jugando a no ser mas niños.
Con mis ojos de halcón,
veo a hombres muy chicos
que, sin nunca poder,
tratan de ser mas altos
usando en el teatro de la vida
sus vestuarios,
máscaras mal pintadas
de emociones desatadas.
Sus libretos elaborados
sin sentido y sin decir nada,
hablan de lejanos paraísos
en edificios de mil pisos,
sin ver mientras pisan
la belleza de la tierra.
Y odiándome y sin vergüenza,
se transforman en aves de presa,
y así comen restos y carroñas
de guerras y sus pobrezas.
José María Mendiluce. Madrid 1951. Militante estudiantil, preso y luego pasa a la clandestinidad. Enviado en1980 a los Balcanes por la ONU. Eurodiputado. Autor de Amor Armado, La sonrisa de Ariadna y Pura vida que fue finalista del premio Planeta 1998.
Willbur Smith. Zambia 1933. Su niñez pasa en la hacienda de su padre, jugando y cazando con los hijos de los empleados. Trabajó en minas de oro, empleado de impuestos, hasta que empieza a escribir sobre el África que ama.
Alberto Vázquez Figueroa. Escritor canario nacido en 1936. Su familia es desterrada por motivos políticos. Reside en el norte de África hasta los 16 años. Escribe su primera novela con 14 años. Periodista, corresponsal de guerra y escritor de éxito.