Por MARIO CRESPI
En este mundo superpoblado cada vez hay más gente sola. Como un castigo de esta vida moderna, las personas son y se sienten solitarias. En otras épocas y en lugares lejanos las distancias hacían que el hombre viviera solo, no lo veía como un castigo, era un hecho de la vida. La raza humana siempre se caracterizó por su adaptabilidad, quizás ese sea el secreto de la sobre vivencia . No dejarse vencer por circunstancias difíciles, situaciones límites, en fin la capacidad de superar la adversidad. Muchas veces el estar solo nos obliga a pensar en nosotros mismos, o nos inspira para escribir, o nos libera de la necesidad de actuar en ese escenario de las relaciones. Pero, ¿que sucede cuando uno esta realmente solo? Cuando todo depende de lo que uno logre hacer, o pensar, o inventar. Cuando la conversación solo es posible con nosotros mismos, o la naturaleza que nos rodea. Cuando a veces esa soledad nos lleva a la desesperación, al borde de la locura y es difícil separar la realidad de las fantasías. Pienso que escribir, a veces, es un poco eso. Uno ve fantasmas de su pasado o por que no de su futuro, y habla con ellos. Visualiza lugares, situaciones, fantasías y las describe. Pero también existe la Soledad, así con mayúscula, y casi siempre rodeado de gente. Esa sensación de no tener a quién trasmitir lo que uno siente. Mi recomendación es que si no puede escribir, lea.
Como preciso salir de esta tumba,
alguien que me vuelva a la vida,
que me haga sentir.
Como preciso de una alegría sincera,
una risa espontánea,
de una razón de vivir.
Que lejos me siento de todo,
que poco sabor
a la vida le siento,
que cansancio en seguir.
Que solo me encuentro
rodeado gente.
Que silencio que siento
en el ruido del mundo,
que vacío es el todo,
no soy parte de nada.
Que solo me encuentro
cuando estoy junto a tí.
Daniel Defoe. Inglaterra 1660 - 1731. Después de una bancarrota y la cárcel se transforma en periodista y escritor. En 1719 inspirado en un hecho real escribe Róbinson Crusoe que se transforma en un éxito. Autor de Historias de piratas, Moll Flanders entre otros.
Ernest Hemingway. Chicago 1898 - 1961. Periodista, viajero, aventurero. Participó como corresponsal en la Guerra Civil. Con el viejo y el mar logra el premio Pulitzer y un año después el Nóbel. Autor de Adiós a las armas, Las nieves del Kilimanjaro.
Jean Marie Auel. Chicago 1936. Su actividad literaria siempre ha sido precedida por una amplia investigación como ha hecho en nuestras cuevas de Altamira y Atapuerca. Autora de Los cazadores de Mamuts, Llanuras de tránsito, Los refugios de piedra.
Para mejor información de mis queridos lectores, de aqui en más, mantendré las anteriores publicaciones.
La novela histórica es una forma de literatura que, junto al entretenimiento propio de la novelística aúna, de una forma más amena, una visión de nuestro pasado, con un aporte de cultura general que nos enriquece. Nos lleva a otras épocas, a través de una trama que, muchas veces, nos atrapa más que la propia base histórica. Aventuras, romances, luchas que nos llevan a visualizar a nuestros antepasados como personas y no hechos en libros de texto. Cuanto más alejada en el tiempo, más libertad para adaptar la visión del pasado al desarrollo de la novela. Es así como pasamos de la prehistoria, donde nos encontramos con el hombre de Neandertal como protagonista, y tanto su forma de vida como su entorno, solo puede ser imaginado por alguien que haya estudiado el tema exaustivamente, como sucede con Jean Marie Auel en su epopeya “Los hijos de la tierra”. O al medioevo, con sus sangrientas luchas religiosas y territoriales. O al pasado más reciente, donde la rigidez histórica debe ser mantenida para dar la credibilidad necesaria. Este apego a la realidad, no impide, de la mano de un hábil escritor, hacernos entretenida la lectura, cosa que quizas no pasa con los tratados de historia que, salvo para los estudiosos, no son la lectura que seleccionaríamos para nuestros ratos de ocio. Así nos encontramos con esta nueva visión del pasado. Una muy buena manera de adquirir cultura.
Si no puedes ser un pino
en la cima de una colina
se maleza en el valle.
Pero se maleza mejor
junto al torrente.
Se arbusto
si no puedes ser árbol.
Si no puedes ser
camino real, se atajo.
Si no puedes ser sol
se estrella.
No vencerás por el volumen
sino por ser el mejor
de lo que seas.
Jean Marie Auel. Nacida Utinen, en Chicago 1936. En 1964 miembro de “Mensa”. En 1967 comienza a escribir El Clan del oso cavernario, primero de la serie Los hijos de la tierra. Lo publica en 1980. Es la historia del hombre en la Era del hielo, hace 30000 años.
Michael Crichton. Chicago en 1942. A los 14 años publicó un articulo en el New York Times. Antropologo y médico. Pagó sus estudios escribiendo novelas de suspenso. Autor de Parque Jurásico, Congo, Sol Naciente. Dirige Coma de Robin Cook
Luther Blisset. Es un colectivo de cuatro anónimas personalidades que usan los medios de comunicación para sus batallas. ¿Terroristas intelectuales? Nos muestran como los poderes de la iglesia, las grandes organizaciones, el dinero, nos oprimen y suyugan. No lo sé.