viernes. 04.07.2025
Solo hay una guerra que puede permitirse la especie humana, la guerra contra su propia extinción. Isaac Asimov

Análisis Literario

Mario Crespi

En plena guerra fría, el fin apocalíptico de la humanidad a causa de una guerra total, era un temor diario. Se construyeron refugios, se escribieron elaborados manuales que predecían comportamientos y formas de reconstrucción. Insensibles burócratas y militares establecían cifras de muertes aceptables.

La división del mundo, en dos hegemonías políticas y económicas, manejadas por poderes insensatos e irreconciliables, nos llevó hasta el borde de lo inconcebible. El exterminio de la raza humana, y junto con ella, casi todo lo que nos rodea.

El arsenal atómico o biológico, que bajo un eufemismo de disuasivo, puede en pocos instantes destruir lo que a la naturaleza le llevo millones de años construir. Eso es a lo que llamamos progreso.

Ese futuro tan incierto, está, sino cada vez mas lejano, por lo menos no tan extendido. Hoy en día el peligro esta centrado en la intolerancia religiosa en el cercano Oriente, o en el afán de poder, de algunas figuras políticas.

La humanidad ha superado la fatídica fecha del tercer milenio, que, según todas las antiguas profecías, era la fecha del Apocalipsis, el fin del mundo. Como fueron interpretados el Nuevo Testamento o Nostradamus.

Un destino tan terrible dio inspiración a varios escritores, que lo utilizaron como tema central de sus novelas. Horrores por venir. El caos, la degradación del ser humano, la lucha por la sobre vivencia. Los héroes anónimos.

Hoy aun estamos aquí y recemos para que ese suicidio colectivo solo sea tema literario.

Rincón de la poesía

Los dedos alargados

de una mano de pino

que apuntan hacia el cielo.

Las nubes los miran

con sus cuencas vacías,

y sus corazones de hielo.

La tierra los lleva,

acunados en sus valles,

hacia su destino de miedo.

El camino de la vida

¡vividla mientras puedas!

nos gritan a voz en cuello.

Pero en los hormigueros de cemento,

con sus gastados escalones,

nos apretamos sin consuelo.

Mientras en un sótano oscuro,

en ordenadas pilas,

la muy hermosa leña

de unos tristes pinos

que apuntaban hacia el cielo.

Francia 1977. En la bodega del castillo de Malevil, su propietario Emmanuele Comte, y unos amigos trasiegan vino cuando se desencadena la guerra atómica.

El castillo y sus ocupantes protegidos por una gran roca sobreviven a la catástrofe.

Es el comienzo de una gran novela que nos relata los esfuerzos de estos sobrevivientes para retomar el curso de sus vidas que en nada se parecerá a la que llevaban.

La lucha para proteger sus posesiones contra los depredadores, y sobretodo encontrar la mejor manera para que pueda sobrevivir no la individualidad sino la sociedad.

Una especie de pequeña comunidad donde todo será del bien común, aunque las reglas de conducta y costumbres deban ser cambiadas. Una vuelta al pasado para tratar de reconstruir el futuro.

Robert Merle.

Algeria 1908 - 2004.

En 1918 se muda a Francia donde fue profesor de liceo.

Es movilizado y participa en la 2º Guerra Mundial, y es prisionero durante tres años.

Comienza a escribir en 1949.

Autor de Fin de Semana en Zuydcoote.

Un virus gripal, desarrollado en laboratorio, se extiende por los Estados Unidos y mata a millones de personas.

Una anciana negra, ciega, es el imán que va atrayendo a algunos de los pocos sobrevivientes, que la ven en sueños. Del otro lado un personaje lleno de recursos y atracción, es la representación del mal.

La lucha entre el bien y el mal, es un tema recurrente en toda la obra de este maestro del terror y lo siniestro que es Stephen King. Acompañamos así, el viaje a través de la destrucción y desolación, de estos sobrevivientes que han tenido los mismos sueños. Gente común, desesperada, sin rumbo, tratando de recuperarse física y emocionalmente de esta gran catástrofe.

Como siempre en sus libros la descripción de personajes y situaciones es minuciosa, casi fotográfica.

Stephen King.

Maine 1947.

Empieza a escribir desde muy temprana edad. Estudia Inglés en la U. de Maine.

Durante años tuvo problemas de alcohol y drogas superados en 1980. Autor de Carrie, El resplandor. Escribió también como Richard Bachman.

El pasaje de unas extrañas luces por el cielo, quizás la utilización de un arma secreta, provoca que el 99% de los seres humanos queden ciegos. La estructura social se destruye y la civilización se colapsa.

Plantas manipuladas genéticamente para mejorar su producción, de gran tamaño, que se pueden desplazar y que poseen un aguijón mortal para los seres humanos escapan al control.

En este escenario de pesadilla, el protagonista, un hombre común lucha para sobrevivir no solo al ataque de los trífidos sino también al de muchos sobrevivientes en los cuales el caos ha despertado lo peor de su humanidad. Quizás el viejo aforismo latino de que en cada hombre habita un lobo sea verdad.

Pese a todo no es un libro pesimista ya que la superación y el esfuerzo por reconstruir la civilización perdida nos redimen.

John Wyndham.

Knowle 1903 - 1969.

Como en muchos escritores, una infancia desarraigada, lo lleva a escribir desde muy joven. Intentó varias profesiones, hasta que empezó a escribir a finales de los 30.

Autor de los Cuclillos de Midwich, Las Crisálidas.

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