Herramienta, asistente, vicio. El ordenador es todo eso y más. El impresionante avance técnico en estos últimos veinte años ha sido posible gracias a la utilización de ese nuestro segundo cerebro. Hoy en día, quien no tenga una capacidad mínima en su uso, o en las terminales inteligentes, es como si fuera analfabeto. Casi nada es posible sin ellos. Hasta la creación literaria. Su segunda y gran utilidad es la conexión a Internet y así el libre e irrestricto acceso a la súper-información. Aunque muchas veces resulte frustrante llegar a ella. Nada esta fuera de nuestro alcance. Lo que 30 años atrás ocupaba un gran sala, hoy en día, lo llevamos en el bolsillo. Lo que llevaba horas y días para elaborar, hoy es solo segundos. Hay quien los ama, les da nombre, no puede vivir sin su ayuda, o los detesta pero los utiliza. Tienen personalidad, caprichos, sexo. ¿El ordenador o la computadora? Lo que no me cabe duda es que el mundo cambió. Quizás, lo que hoy consideramos una ayuda, se vuelva tan imprescindible, que en le futuro se transforme en un poder dominante que nos llegue a someter. Recordemos el síndrome del 2000, cuando todos auguraban una catástrofe informática. No cabe duda que es herramienta básica del escritor moderno. Pero no solo eso; a servido de inspiración para varias novelas de las cuales he seleccionado, como me es habitual, tres visiones diferentes. La amenaza de su poder, los virus informáticos, y por último, su capacidad investigativa y de facilitarnos el trabajo.
A través de mí cuadrada ventana
veo un mundo mas cuadrado.
Trabajo de equipo
en un terreno cuadrado.
La vida organizada en un
desolado apartamento cuadrado.
Del ascensor al metro,
y a la oficina, y al café,
y vuelta a comenzar.
Obligaciones y deberes
en un cuadrado vicioso,
porque el círculo vicioso,
como todo lo redondo,
da placer
Un plato,
las redondeces de una mujer.
La luna, la vida
cuando no esta medida.
Soy un redondo ser, escapando,
de un cuadrado enloquecer.
Arthur Charles Clarke. Inglaterra 1917. Estudios de Física y matemática en King's College. Inventor y escritor. Presidente de la Sociedad Interplanetaria Británica. Premio Hugo. Autor de Cita con Rama, Fuentes del Paraíso, El fin de la Infancia y la serie que comienza en 2001
Neal Stephenson. Maryland 1959. Reside en Seatle y cuando no escribe ocupa su tiempo en patinar, escuchar speedmetal o jugar con su ordenador. Autor de Criptonomicón, Ladera de Diamante, Zodiac. Casi todo sobre ordenadores.
Mike Resnik. Chicago 1942. Escritor muy prolífico, con varios premios Hugo y Nebulae. Autor de más de 200 cuentos bajo seudónimos. Criador de “collies” por un tiempo para volver luego escribir con su propio nombre. Autor de Santiago, Kirinyaga.