lunes. 12.05.2025

Una lancha neumática tipo zodiac de seis metros de eslora llegó este jueves por la noche a la costa norte de Lanzarote ocupada por 20 inmigrantes de origen magrebí. A las 22: 50 horas fue detectada por la Guardia Civil a través de un radar cuando navegaba a 2'5 millas náuticas del Charco del Palo y un barco de Salvamento acudió a su encuentro trasladando a los inmigrantes hasta Puerto Naos. La Guardia Civil se hizo cargo de los inmigrantes que fueron identificados en las dependencias de este Cuerpo en Costa Teguise, resultando ser 14 varones adultos con edades entre los 19 y 38 años, 3 mujeres adultas de 24, 26 y 31 años junto con 3 menores (dos varones de 16 y 17 años además de una mujer de 17 años). Todos se encontraban en buenas condiciones de salud, siendo naturales de las ciudades marroquíes de Tan Tan, Tarfaya, El Aaiún, Safi y Casablanca. Al parecer, esta zodiac partió de un punto costero cercano a Cabo Juby (Marruecos), realizando la travesía en apenas 24 horas.

Este es el relato de unos hechos que podrían ser el principio del regreso a los malos tiempos de la inmigración irregular en Lanzarote y Fuerteventura. Se trata de la primera embarcación con inmigrantes marroquíes que llega a la Isla desde que Marruecos se cogiera un monumental enfado por la visita de los Reyes de España a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. ¿Es una casualidad? En este diario pensamos que no, ni mucho menos, es fruto del nuevo intento de Marruecos de regresar a su política del fastidio.

Esta política del fastidio consistía, durante los ocho años de gobierno del Partido Popular (PP), en hacer la vista gorda con el tráfico de seres humanos, de tal forma que desde sus fronteras partían prácticamente un día sí y otro también pateras cargadas de inmigrantes. Hay que recordar que fue con la llegada del Partido Socialista (PSOE) al poder cuando todo cambió. Marruecos comenzó a ejercer un verdadero y férreo control de sus fronteras y las mafias de la inmigración no tuvieron más remedio que ir bajando poco a poco hacia el sur, lo que provocó a su vez que la tradicional patera, una embarcación pequeña y liviana hecha para trayectos cortos, se cambiara por los ahora tristemente conocidos cayucos. Fue entonces cuando Lanzarote y Fuerteventura dejaron de ser el objetivo y las islas occidentales entraron en escena.

Aunque es pronto para afirmar que la llegada de esta embarcación es el principio de una oleada que se nos viene encima, lo que está claro es que las intenciones de Marruecos parecen claras. Sólo una intervención del Gobierno central para mediar en el conflicto podría hacer que cambien las cosas. Mientras, en Lanzarote y en Fuerteventura tenemos motivos para volvernos a preocupar. Fueron muchos años de sufrimiento con el tema de la inmigración, muchos años de lucha y de predicar en el desierto. Si se vuelve a las andadas, si Marruecos deja de controlar sus fronteras, la isla que más va a sufrir será Lanzarote, donde ni siquiera existe hoy en día un centro de acogida de inmigrantes.

Habrá que esperar a ver lo que sucede en los próximos días. Si las condiciones climatológicas no cambian, si sigue haciendo este tiempo de verano a las puertas del invierno, probablemente veamos más pateras llegando a nuestras costas. Esperemos que esta vez alguien se decida a actuar, y lo haga rápido y de forma contundente, sin electoralismos y sin dobles intenciones.

Vuelven las pateras desde Marruecos, ¿es casualidad?
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