jueves. 15.05.2025

Nos agrada enormemente ver el cambio que ha experimentado el sector alojativo de la Isla, englobado principalmente en la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN). Lo decimos porque, disparatadas ruedas de prensa del pasado al margen en las que se pedía una vista gorda intolerable, por fin se han dado cuenta del terrible problema que supone para Lanzarote en general y para ellos en particular la entrada en el mercado de tanta cama, y la construcción incontrolada que se ha desarrollado en no pocos rincones de nuestra geografía.

Es importante que los responsables de la patronal mostraran ya no hace mucho su preocupación por la situación actual durante la presentación de las jornadas “Por un Futuro Turístico Sostenible y de Calidad”, que se desarrollaron en el hotel Occidental Oasis de Costa Teguise. Allí estaban el presidente de Asolan, Francisco Armas, el representante de Calidad y Medioambiente de Asolan, Francisco Muñoz, y la gerente de dicha asociación, Rita Martín. Durante mucho tiempo, por razones evidentes, Asolan no quería hablar de crisis turística, ni siquiera del daño que estaba haciendo para el propio sector el notable incremento de la competencia. Ahora las cosas han cambiado, tal vez porque no hay el miedo que había antes a las presiones de los touroperadores o tal vez porque quieren que los políticos se muevan para que las cosas cambien.

Francisco Muñoz aseguró entonces durante su intervención que en Lanzarote se ha crecido con “descontrol” y “arbitrariedad”. “Cuando se hace una política turística se debe ver la repercusión que ese crecimiento turístico va a tener en el resto de la sociedad; obviamente si aquí se construyen hoteles y alojamientos turísticos y no hay suficiente mano de obra se va a tener que importar mano de obra y eso trae consigo una carga demográfica”, explicó muy atinadamente el representante del sector, para luego añadir, como recogía la crónica de nuestro diario, que si se hace un estudio y se crea una política de crecimiento económico como el turístico esta debe ir paralela a las “necesidades de infraestructuras que el turismo requiere con las necesidades del resto de la sociedad”.

Han pasado los meses, y las cosas van cada vez peor. Sólo hay que ver las cifras que se manejan en la actualidad, las cifras que ofrece este diario en su presente edición para darse cuenta de que tenemos encima un problema más que importante, un problema que los nuevos responsables políticos deben abordar.

Lanzarote registró el pasado mes de mayo la bajada en el índice de ocupación hotelera más importante del Archipiélago. Según los datos publicados en la encuesta realizada por el Instituto Canario de Estadística (ISTAC), la Isla contabilizó un 57 por ciento de ocupación en los hoteles frente al 66 por ciento del mes de mayo de 2006. Con esta constatación, Lanzarote se sitúa a la cola del Archipiélago, que tampoco cuenta con cifras mucho mejores.

La media regional está en un 61 por ciento, una cifra que contrasta con el 67 por ciento registrado en el mes de mayo del pasado año. A este descenso de la media se une el hecho de que tan sólo Fuerteventura y Gran Canaria se sitúan por encima de este porcentaje y Tenerife lo igual. El resto de islas se mantienen por debajo.

El Hierro es el único territorio insular que cierra el mes con buenas noticias, al conseguir superar su propia media mensual sumando cuatro puntos a los obtenidos el pasado año en el mismo periodo.

Es la punta del iceberg. Si se bucea en el resto de los datos, la cosa es todavía más tremenda. ¿Qué se puede hacer para darle un giro a la situación turística actual? De momento, se nos ocurre que trabajar, y trabajar con ganas y con buenas ideas. La gente que entró a última hora en el Patronato de Turismo hizo una presentación muy interesante en la edición de Fitur de este año. Esperemos que se siga esa línea, que no se entre de nuevo en la desidia del pasado. Todos nos jugamos mucho en este asunto.

Preocupante situación turística
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