lunes. 12.05.2025

El enfrentamiento político que están protagonizando en estos momentos Coalición Canaria (CC) y el Partido Socialista Canario (PSC) está llegando demasiado lejos. Sólo es comparable con lo que pasa en Madrid entre el propio Partido Socialista y el Partido Popular (PP). La política debería ser algo más que un constante rifirrafe, un decir lo contrario del adversario pensando que así se queda bien. No se puede estar todo el día montando gresca, y socialistas y nacionalistas, no señalamos ahora al mayor culpable, no paran de tirarse los trastos a la cabeza. Esta circunstancia está provocando que todavía no tengamos claro cuál va a ser el reparto de las inversiones destinadas a Canarias en los Presupuestos Generales del Estado, que el nuevo Estatuto de Autonomía haya vuelto al Archipiélago sin cumplimentar su obligatorio trámite por las Cortes Generales, que no se distribuyan los menores inmigrantes que ya no caben en nuestros centros de acogida..., y así, un largo etcétera.

Pero, además, esta tirantez entre ambos partidos está provocando episodios esperpénticos, como el que se sufrió el pasado martes en Fuerteventura, isla que acogió una cumbre de los responsables políticos de Turismo de los cabildos canarios y empresarios del sector, reunión convocada por el presidente regional, Paulino Rivero, y la consejera del Área, Rita Martín. En ese importantísimo encuentro para abordar la situación de nuestro casi único sector económico -en evidente crisis en estos momentos como editorializamos ayer-, Lanzarote, Gran Canaria y La Gomera no tuvieron representación y sólo la consejera de Turismo de La Gomera presentó excusas por la inasistencia. Rita Martín dijo este miércoles en el programa “El Despertador” de la 95.8 que el consejero de Centros Turísticos, Carlos Espino, fue visto “por otros compañeros en Fuerteventura”, pero no participó del encuentro. “El que se autoexcluye es por su propia decisión y no por la Consejería de Turismo del Gobierno”, anotó Martín. No tenemos pruebas de que el consejero socialista estuvo allí, pero si estuvo y se marchó porque recibió órdenes de su partido nos parecería lamentable. En estos momentos no está el horno para determinados bollos, y Lanzarote no se puede permitir el lujo de ausentarse de las reuniones en las que se va a decidir el futuro del sector turístico. Da igual que la consejera sea del Partido Popular (PP) o que esté allí el presidente del Gobierno regional.

Imaginamos, porque CC va a pedir explicaciones, que el Cabildo justificará la actuación del consejero de los Centros Turísticos, como imaginamos que en el resto de instituciones donde gobierna el PSC se medirá mucho este tipo de actuación. Es triste que la política llegue a estos extremos, muy triste.

No hay que olvidar que fueron representantes de restaurantes, sitios de ocio, transporte, agencias de viajes y del resto de sectores los que debatieron con los administradores públicos asuntos relacionados con el turismo al objeto de redactar un documento con las prioridades de actuación aprovechando el inicio de la legislatura. ¿Había motivo real para ausentarse sin justificación? Pues no, no lo había. Además, si los socialistas no querían ir, lo tenían muy fácil, tendrían que haber contado con sus socios de gobierno, con el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), y que fueran éstos los que enviaran a un representante, sin ir más lejos, por poner un ejemplo sencillo, la consejera del Patronato de Turismo, María José Docal.

Menos mal que todavía hay políticos con cabeza que se escapan a estas disparatadas órdenes políticas. El alcalde socialista de Tías, José Juan Cruz Saavedra, asistió en representación de la Federación Canaria de Municipios (FECAM).

El enfrentamiento entre CC y PSC está llegando demasiado lejos
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