jueves. 15.05.2025

Aunque parezca mentira, en la presente edición de Crónicas tenemos que volver a informar de la queja número cincuenta -por no exagerar- de los consignatarios del puerto de Arrecife, que una vez más aseguran que no se ha resuelto una sola de las machaconas reivindicaciones que han hecho en los últimos años. De hecho, lo más llamativo sigue siendo que ni siquiera se haya solventado el problema del abastecimiento de agua para los cruceros que llegan aquí todavía no sabemos por qué, lo que resulta lamentable.

Cuesta creer que Lanzarote sea un puntal en el tráfico de cruceros. Cuesta creer que los barcos estén llegando en estos momentos al muelle de Los Mármoles y atraquen con una dificultad digna de cualquier prueba automovilística. Cuesta creer que llevemos años reclamando las mejoras oportunas en la zona y que no se haya hecho absolutamente nada desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Por eso cuesta creer que se haya apagado el eco de la reivindicación que tendría que estar un día sí y otro también en los medios de obtener una autoridad portuaria propia. A este medio y a sus redactores no se les cansarán los dedos a la hora de escribir cualquier tipo de noticia o artículo de opinión vinculado con este asunto, sobre todo después de que hasta el presidente del organismo, Emilio Mayoral, dijera estar de acuerdo con el tema. Eso sí, con la boca pequeña al estilo Luis Hernández y hablando de la sempiterna duda de la rentabilidad económica.

La estampa que se dibuja cada semana en el perfil de nuestro litoral refleja claramente esta cuestión. Enormes cruceros cargados de pasajeros se amontonan en un estrecho y vetusto muelle que ni de lejos reúne las condiciones adecuadas para que atraque tanta embarcación. Qué decir del resto de las instalaciones, qué decir de las deficiencias que los consignatarios del puerto con Tomás Fajardo a la cabeza están cansados de denunciar, qué decir incluso de la nula recepción que se hace a los turistas que no tienen excursión contratada.

El puerto de Arrecife, como este medio ha sostenido en infinidad de ocasiones, es un lugar absolutamente dejado de la mano de Dios a lo largo de los años que ha sido un foco constante de conflicto, hasta el punto de que se ha planteado muy seriamente por parte de diferentes asociaciones y partidos políticos solicitar su independencia que es tan factible como fue en su día la de distintos puertos de la geografía española con muchas menos necesidades y con mucho menos tráfico que el nuestro, como el de Motril o el de Avilés.

El puerto sigue sin agua
Comentarios