Es conocido por todos que en Canarias cualquier vecino mueve un bloque de su vivienda, corrige un muro o techa una solana y le cae encima no sólo todo el peso de la ley sino probablemente las palas mecánicas de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, departamento muy dado a los golpes de efecto contra los menos poderosos. Luego estamos viendo un día sí y otro también que las grandes empresas construyen sin licencia y sin permiso y no pasa nada, no se derriba nada. Los casos denunciados esta semana, los de Algol por parte de la Unión para la Conservación de Costa Teguise (UCCT) -denuncia ratificada por el Ayuntamiento de Teguise- y el de las cientos de viviendas que se quieren edificar en Maneje. Eso sin contar con el rosario de sentencias que salen un día sí y otro también vinculadas con complejos turísticos cuya licencia es potencialmente ilegal. ¿Se derriba algo de esto, se paraliza alguna obra, se ha derribado el Aparthotel Fariones? Pues no. Lo más fácil y sencillo es perseguir a los más pequeños.
Esta semana hemos tenido un buen ejemplo de lo que decimos, y que nadie interprete que en este periódico estamos en contra de que se aplique la ley. Ahora, algunos casos parecen raros, exagerados. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial ha resuelto imponer una multa de 195.000 euros y ordenar la demolición de una vivienda ilegal de Argana Alta, en Arrecife. La resolución, publicada el pasado jueves en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), señala que “se ha cometido una infracción a la ordenación territorial consistente en construcción de edificación, porche, amurallamiento de parcela, rampa de acceso y aljibe, sita en el lugar denominado Argana Alta, del término municipal de Arrecife, en suelo clasificado y categorizado como suelo rústico de protección natural jable-1, sin los preceptivos títulos legitimantes para su ejecución (calificación territorial y licencia urbanística), exigibles conforme a lo dispuesto en los artículos 27 y 170 del Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias, aprobado por Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo”. Por lo tanto, se resuelve la imposición de una sanción con multa de 195.253 euros, como responsable de una infracción administrativa muy grave. Además, la resolución ordena “el pleno restablecimiento del orden jurídico infringido mediante la adopción de las medidas de reposición (incluida la demolición) de la realidad física alterada de las obras de referencia, en el lugar denominado Argana Alta, del término municipal de Arrecife”.
Muy bien, que se aplique la ley. Ahora, ¿no es un poco exagerada la sanción, no es desproporcionada la actuación si lo comparamos con el resto de cuestiones que están sucediendo en torno al urbanismo?
Nos satisface enormemente, eso sí, la actitud que está manteniendo el nuevo concejal de Urbanismo de Arrecife, Antonio Hernández, quien parece no estar dispuesto a casarse con nadie, y está imponiendo mano dura en estos primeros días de mandato. Lo malo para él es que el desastre heredado en la capital es de dimensiones extraplanetarias, y muchos asuntos es imposible que se resuelvan así como así.
Por otro lado, este viernes conocimos otra nueva sentencia vinculada con el territorio. Muchos ciudadanos empiezan a sospechar que se están dosificando para intentar que impacte más la noticia. Es posible que no les falte razón. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en sentencia dictada el pasado 15 de junio, ha anulado las dos licencias urbanísticas concedidas por el alcalde de Yaiza, el 1 de junio de 1998 y el 17 de febrero de 2000, a Las Coloradas S.A. para la construcción de un complejo de 28 bungalows -ya edificado- en la parcela 17 del Plan Las Coloradas, en la localidad de Playa Blanca.
Parece que va siendo hora ya de que nuestros políticos se sienten a hablar de una vez y a planificar el futuro. ¿Nos conviene seguir erre que erre en los tribunales de justicia, quién paga las facturas judiciales, quién pagará las posibles indemnizaciones? Hace falta diálogo. En el anterior mandato se intentó, pero se fracasó. Esperemos que ahora se haga otro intento y dé algún fruto.