jueves. 05.06.2025

La política española en general y la canaria en particular están llegando a los niveles de mayor crispación que se recuerdan desde que iniciamos el periodo de democracia que llegó por suerte tras cuarenta años de dictadura. La crispación que se vive en Madrid, donde Partido Socialista (PSOE) y Partido Popular (PP) son incapaces de no salir un día sí y otro también llamándose todo tipo de cosas, sólo es comparable con las cosas que están sucediendo por aquí abajo.

Sin embargo, y a pesar de que en los medios del Archipiélago estamos curados de espanto, lo de ayer fue para enmarcarlo. Borja Benítez de Lugo, parlamentario del PP y miembro de la Mesa de la Cámara, perdió este miércoles los estribos e insultó gravemente a su antiguo compañero de partido Alejandro Díaz, parlamentario regional por la isla de Lanzarote que apoyó la iniciativa de los diputados lanzaroteños de bloquear la votación de las conclusiones de la comisión eólica. De hecho, le llamó, entre otros floreados epítetos, “golfo de mierda”, lo que fue recogido por supuesto en todas las crónicas parlamentarias.

El incidente se produjo al conocerse la iniciativa de cinco de los ocho parlamentarios de Lanzarote de bloquear la votación de la comisión eólica. Como quiera que Alejandro Díaz, ex presidente del PP en esa Isla, apoyó ese bloqueo, Borja Benítez de Lugo se acercó a su escaño y le espetó “tránsfuga, golfo de mierda”.

Los insultos obligaron a intervenir a la parlamentaria grancanaria Paqui Domínguez que, con la ayuda de un ujier de la Cámara, logró disolver a los contendientes sin que la cosa llegara a mayores.

La cosa no llegó a mayores, pero lo podría haber hecho, puesto que incluso se produjeron conatos de pelea. Esto sólo se puede explicar por el ambiente de crispación que existe por la cercanía de las elecciones locales y autonómicas, donde el futuro está más abierto que nunca. Sin embargo, ni la cercanía de las elecciones ni nada que se le parezca puede justificar algo así, puede justificar que se use un lenguaje tan soez en el lugar en el que se representa públicamente a todos los canarios.

Imaginamos, por muy del PP que sea el presidente de la Cámara, Gabriel Mato, que se impondrá una fuerte sanción al señor Borja Benítez de Lugo, quien de momento, en lugar de decir digo donde dijo Diego, debería pedir disculpas públicas por tan bochornoso comportamiento.

De hecho, reanudada la sesión tras la suspensión decretada por el presidente de la Cámara, el diputado Juan Carlos Becerra solicitó el amparo de Gabriel Mato por la agresión verbal suftrida por Alejandro Díaz. Mato aseguró desconocer el incidente, y si éste fue dentro o fuera del salón de plenos. Otra cuestión menor y absurda para evitar reprender la acción de su compañero de filas.

Finalmente, porque era lo políticamente importante, tres parlamentarios gomeros lograron suspender las conclusiones de la comisión de investigación del caso eólico después del rechazo a idéntica iniciativa presentada anteriormente por cinco diputados lanzaroteños, lo que provocó la suspensión del pleno de la Cámara, en la que los diputados se intercambiaron insultos y al parecer amagos de agresión. O esto cambia, o habrá que cambiar a toda la clase política por gente más civilizada.

De mal en peor
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