jueves. 05.06.2025

Ahora ya estamos en campaña electoral. Una vez que Juan Fernando López Aguilar abandonó el Ministerio de Justicia -no es extraño que su sustituto aparezca en las estadísticas como el peor valorado por los españoles teniendo en cuenta que entró en el Ministerio como entra un elefante en una cacharrería-, una vez que ya se ha definido quién representa a quién y de qué modo, hemos entrado en lo que muchos denominan eufemísticamente como precampaña y que no es más que una campaña en toda regla.

Campaña electoral es la llegada de Paulino Rivero a Lanzarote, su paseo por la Calle Real de Arrecife y su presentación en el Multicine Atlántida; campaña electoral fue la presentación de Juan Fernando López Aguilar en el mismo escenario con la presencia del responsable de la organización socialista, el gallego José Blanco; campaña es la que está haciendo Dimas Martín desde la cárcel con su imagen empapelando toda la Isla y sirviendo de calendario para controlar el inexorable paso del tiempo, amén de su intervención en cuñas de radiofónicas como las que ofrece cada día Lanzarote Radio; campaña son las presentaciones de candidatos del Partido Popular (PP), o la confirmación de los fichajes del Centro Canario (CCN)...

Todo eso es campaña, aunque oficialmente no se llame así. Estamos metidos de lleno en una campaña electoral pero sin carteles. Todavía no se ha producido la tradicional pegada, pero se producirá, y mucho antes, tendremos que soportar la campaña.

Porque campaña también ha sido lo ocurrido en el pleno en el que los integrantes del Ayuntamiento de Arrecife tenían que debatir sobre el polémico Avance del Plan General de Ordenación Urbana, el PGOU. Campaña fueron algunos posicionamientos durante el debate, sobre todo los más incomprensibles, esos que tienen que ver con cambios de actitudes o conveniencias de partido que en poco o en nada favorecen a la verdad.

La verdad sin manipulación es la que tiene que ver con la aprobación de un documento vital para el desarrollo de la capital de la Isla que no es ni mucho menos definitivo. Lo que pasó este lunes, digan lo que digan aquellos que quieren sembrar la confusión entre la población, es un paso más de los muchos que se tienen que dar. No entramos ahora en el fondo del debate, en las cuestiones que defendieron grupos como Alternativa Ciudadana (AC-25M), porque es posible que en alguno o en muchos de sus planteamientos tuvieran razón. Nos referimos a la escenificación política de un acontecimiento de vital trascendencia para los ciudadanos con el que se ha estado jugando por parte de algunas formaciones políticas, en especial el Partido Socialista Canario (PSC), donde se supone que van a expedientar a tres concejales por defender el trabajo que hicieron cuando estaban dentro del grupo de gobierno. Campaña, todo campaña e intereses partidistas.

Y como campaña que era, no podían faltar los principales rostros que serán cartel en próximas fechas, muchos de ellos formando parte ya de carteles elaborados hace tiempo. Allí estaban todos, todos los que querían salir en la foto y se querían dejar ver. ¿Con qué fin, con qué objetivo? Con el de hacer campaña.

De campaña
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