La visita que realizó ayer el consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Isaac Godoy, a Lanzarote ha puesto de manifiesto las numerosas carencias que tenemos todavía en materia educativa, como el viento que sopló con inusitada fuerza el pasado jueves puso otra vez de manifiesto las enormes carencias que tiene nuestro puerto.
Aunque el señor Godoy se ha mostrado como un consejero sensato y activo, hay que reconocer que Lanzarote sigue siendo una isla a la que le falta atención en algo tan básico como es la educación. Y es que no hay que olvidar que nuestro principal problema llega de la mano del desorbitado crecimiento que se ha padecido en los últimos años, muy por encima de cualquier previsión.
Eso no es excusa, sin embargo, para que todavía queden siete actuaciones pendientes por falta de suelo para la construcción de colegios e institutos en Haría, Arrecife, San Bartolomé y Yaiza, para que en zonas como Costa Teguise los niños tengan que ir a un colegio prefabricado, o para que no existan guarderías municipales en una ciudad de más de sesenta mil habitantes... Son muchas las carencias, y muchas las demandas que se han hecho y que se deben seguir haciendo. Esto tiene que cambiar.