lunes. 12.05.2025

Este martes la edición digital de nuestro diario adelantó la que fue sin duda alguna la noticia de la jornada, que Agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos al Grupo I-IV de la U.C.R.I.F. de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Canarias y al G.R.E.C.O. (Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado) de la Comisaría General de Policía Judicial, así como miembros del Grupo de Operaciones especiales (G.O.E.S), evitaron la materialización de un secuestro de un ciudadano extranjero y su familia en el interior de su casa de la isla de Lanzarote, concretamente en la zona residencial de Puerto Calero. Igual que en su momento hemos criticado la falta de efectividad de las actuaciones policiales en la resolución de importantes crímenes cometidos en nuestra tierra, ahora tenemos que felicitar a la Policía Nacional por esta operación, que de momento no sabemos muy bien qué secuestro es el que ha evitado. Y no lo sabemos porque en la comunicación oficial se habla de una familia de la zona a la que se vigilaba, pero no se especifica quién es. Por eso se especuló tanto con que podría ser la familia de Alexia de Grecia y Carlos Morales. Sinceramente, no creemos que sea así, ni creemos que haya motivo para hacer una alarma excesiva. Sí para analizar con serenidad el asunto, puesto que importante es, desde luego. También hay que entender, al menos en este medio lo entendemos, que se proteja el nombre de las potenciales víctimas, para evitarles más problemas de los que ya tendrán con el susto que habrá supuesto para ellos saber que una panda de malhechores de este calibre les seguía los pasos y les vigilaba.

La investigación se inició a principios del presente año, al detectar en un control rutinario de identificación la existencia de varios ciudadanos de Polonia afincados en el sur de la Isla de Gran Canaria, y entre los que se encontraban un reclamado por la Justicia polaca por asesinato. Posteriormente se pudo conocer que dicho individuo utilizaba documentación falsa para moverse con total libertad entre España y Francia, teniendo domicilio en la ciudad de Marsella (Francia). Asimismo, también se pudo conocer que otro de los detenidos, y que respondía al nombre de Darek P. había salido en septiembre del presente año del centro Penitenciario de Bydgoszcz , en Polonia, donde llevaba recluido desde el año 2003; desplazándose en poco más de una semana a Gran Canaria donde se reunió con otro miembro de la organización, conocido como Waldemar C. quién había recibido el encargo de una organización criminal internacional de secuestrar a los miembros de una familia en su domicilio de Puerto Calero en Lanzarote, bajo la condición de la entrega de una gran cantidad de dinero.

Es decir, una banda en toda regla de gente más que peligrosa, lo que nos lleva nuevamente a felicitar a la policía por esta importante operación y por la rapidez con la que informaron a los medios. No podemos evitar pedir nuevamente a la Policía Nacional que opera en Lanzarote, porque la información de este caso nos llegó de Las Palmas, que haga lo mismo, que dé algo de transparencia a sus actuaciones.

Esto reabre nuevamente el debate de siempre: ¿Lanzarote es una isla segura? Como saben nuestros lectores, el consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, aseguró recientemente en el Parlamento de Canarias que el aumento de los índices de delincuencia en Lanzarote y Fuerteventura son “muy graves”. En la primera, en el último año, el número de expedientes incoados creció un 20,68 %, mientras que en el partido judicial de Puerto del Rosario fue del 39,69 %. Ruano anunció la elaboración de un balance propio ante los contradictorios datos de la Delegación del Gobierno y la memoria de 2006 de la Fiscalía General del estado.

Inmediatamente después el director insular de la Administración General del Estado en Lanzarote, Carmelo García Déniz, dijo en la Isla que las cifras ofrecidas en la Cámara regional no se corresponden con la realidad que cada día despacha en su oficina. ¿A quién debemos creer? Pues de momento a la sensación generalizada que se tiene, la de una isla que ya no es tan segura.

En la provincia de Las Palmas se pasó a 112.482 en 2006 desde los 104.000 de 2005. En Santa Cruz de Tenerife, el aumento fue de los 93.000 de hace dos años a los 95.492 de 2006. Esta variación representa un incremento medio en las Islas del 6,39 %.

El consejero de Justicia y Seguridad declaró en el Parlamento regional que estos datos “claros” muestran que “no hay un ajuste” con la reducción del número de delitos ofrecidos por la delegación del Gobierno.

¿Es en estos momentos Lanzarote una isla segura? Si atendemos estrictamente a las noticias que un día sí y otro también tenemos la obligación de publicar en este diario, la respuesta es no. Sin embargo, abordando un tema de tanta importancia hay que hacer un análisis sereno y sosegado, sin extremismos y sin exageraciones. Lanzarote en general es una isla segura, pero cada vez menos. El crecimiento poblacional que ha experimentado en los últimos años y el cambio de costumbres introducido en una sociedad tradicionalmente tranquila y pacífica han provocado una mutación en este sentido.

Es curioso, porque la percepción ciudadana y las cifras caminan por lugares totalmente distintos. De hecho, el número de delitos y faltas cometidos en la capital lanzaroteña en el último año se redujeron un 18,53% respecto a 2005. En cifras absolutas se pasó de 3.256 denuncias presentadas ante la Comisaría Nacional de Policía en 2005 a las 2.913 registradas en el año que acaba de terminar. La reducción fue superior en las faltas con una diferencia de 219 en un año frente a una reducción de 204 delitos.

Aunque desde la marcha de Raimundo Villanueva la información emanada de la comisaría de Arrecife ha descendido más que notablemente -ahora es nula-, lo cierto es que los datos que se dieron como oficiales ya se habían transmitido a este medio por otras fuentes. Parece que hay que estar esperanzados ante una situación que hace unos años se planteaba ciertamente compleja, pero insistimos que la realidad, al menos la realidad que muchos ciudadanos perciben, difiere bastante.

Arrecife sigue siendo una ciudad en constante expansión que arrastra numerosas carencias en materia de seguridad, que necesita de grandes e importantes mejoras en este campo.

Una buena actuación de la policía
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