Canarias ha sido golpeada de forma brutal por los incendios este verano. Para más inri, ya se sabe que han sido incendios provocados, lo que ha reabierto un interesante debate sobre lo barato que sale a estos malhechores hacer algo tan terrible como cargarse un ecosistema tan rico e importante como los bosques de Gran Canaria y Tenerife y poner en riesgo miles de vidas y de propiedades. Con notable tino, además, muchos lectores de nuestra edición digital se quejaban de la tardanza en la reacción del Gobierno central, y no porque no se vayan a dar ayudas, sino porque se ha demostrado que en las Islas no estábamos en absoluto preparados para atender una tragedia de esta magnitud. Además, alguno de nuestros lectores apuntaba como hecho curioso que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haya tenido que venir a Canarias para atender la terrible llamada del fuego justo el año en el que no veranea en Lanzarote, cuando los dos años en que veraneó aquí tuvo que ir a la Península por casos parecidos.
En cualquier caso, el presidente del Gobierno prometió ayer que los afectados recuperarán “todo aquello que hayan perdido” por el fuego. “Las ayudas contemplarán todas las posibilidades de los daños causados, todos los supuestos, sin límite presupuestario”, dijo. Está bien, aunque hay gente que no lo considera suficiente. Con ese objetivo, este viernes se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario que aprobará un decreto ley. Las medidas entrarán en vigor el próximo lunes e incluirán bonificaciones fiscales y ayudas económicas para quienes hayan perdido su empleo o vivienda, así como para recuperar las infraestructuras dañadas.
Eso es lo malo, cuando se habla de “bonificaciones fiscales” y no de dinero contante y sonante, porque ya sabemos lo que cuesta luego asignar esas “bonificaciones fiscales” como tales, y lo poco efectivas que resultan cuando la gente necesita el dinero para ya mismo.
Ha sido una tragedia tremenda, tragedia que en Lanzarote hemos vivido con auténtico horror, conscientes del terrible daño que se ha hecho a nuestra frágil tierra, atacada por innumerables frentes.
Las muestras de solidaridad han sido infinitas. El Cabildo de Lanzarote también ha estado a la altura de las circunstancias, sacando un comunicado de prensa al respecto. En la reunión mantenida este miércoles por los miembros del Consejo de Gobierno Insular se abordó la grave situación por la que atraviesan las islas de Gran Canaria y Tenerife tras cinco días de incendios. En este sentido, la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, y el vicepresidente primero, Fabián Martín, se han puesto en contacto con los representantes de los cabildos afectados, para ofrecer su apoyo y ponerse a su disposición en todo aquello que fuese necesario. Haciendo formal su intención de colaborar con las dos instituciones capitalinas, se ha emitido una declaración institucional en la que el Cabildo insular “muestra su apoyo incondicional a los representantes de las instituciones cabildicias de Gran Canaria y Tenerife ante la difícil situación a la que hacen frente, poniéndose a su disposición para todo aquello que pudiesen necesitar de la institución lanzaroteña, con el objetivo de paliar las terribles consecuencias de los incendios acaecidos en ambas islas”. “A pesar de que el fuego que desde el pasado jueves azota las cumbres de Gran Canaria ha quedado controlado en la mañana de hoy”, el Cabildo de Lanzarote “transmite su mensaje de apoyo y colaboración a los representantes de las instituciones cabildicias de Gran Canaria, así como a los de Tenerife, ante la situación de catástrofe medioambiental vivida estos días de devastadores incendios”. Al margen de las declaraciones institucionales, que siempre están bien, hay que hacer otro tipo de cosas, y volcarse en lo material y en lo económico. Esa es la solidaridad que a los lanzaroteños nos gustaría recibir.