Con motivo de las últimas y recientes detenciones policiales relacionadas con líderes de sectas peligrosas en España, ha vuelto a saltar a la palestra informativa una verdad que no por conocida y repetida deja de ser menos escandalosa: una de las regiones donde más aumentan las sectas es en Canarias. Los expertos vienen apuntando y advirtiendo desde hace tiempo de ese alarmante crecimiento, tanto en el número de tales sociedades secretas como en el de adeptos a las mismas.
A finales del siglo pasado se calculaba en toda Canarias unos treinta y cinco mil (35.000, han leído ustedes bien) militantes. La cifra, como salta a la vista, no es como para tomarla a broma. Antes al contrario. En distintos reportajes periodísticos publicados en la prensa nacional se habla largo y tendido, aparte de los habituales "lavados de cerebro" a los que son sometidos los incautos que caen en sus redes, sobre el entramado financiero de las mismas, y se califican las tendencias de algunas de ellas: satánicas, extraterrestres, místicas, católicas, protestantes, milenaristas, templarias, suicidas y nazis. Cada loco con su tema, como cantaba Joan Manuel Serrat.
SECTAS Y SECTARIOS
Aparte de la prensa nacional e internacional, también algunas formaciones políticas asentadas en Canarias advierten de tarde en tarde de ese peligroso aumento de los adictos a las sectas en las distintas islas del Archipiélago. Y tampoco descubren pólvora alguna los partidos políticos, porque hasta el más ciego o el más despistado del lugar está ya al tanto de esa evidencia. Aunque no deja de tener su gracia que sean precisamente algunos partidos políticos los que se dediquen a llamar la atención sobre los “partidarios” de otras formas de lavados de cerebro distinta -aunque no muy distante en algunos casos- a los que se practican en la política, que pueden tener también consecuencias destructivas, si bien se mira. Eso por no hablar de los otros "iluminados" de la política que están en la mente de todos los lectores. Pero no por ello cabe mezclar o confundir aquí a las sectas y sus sectarios con los partidos, los partidarios y los partidistas que pululan en su seno. Se supone que todavía hay diferencias... aunque a veces casi ni se notan.
En toda España existen, hasta donde se ha podido contabilizar, unas 200 sectas integradas por unos 150.000 adeptos. Se sabe que se concentran principalmente en Madrid, Barcelona, Levante y Canarias (y dentro de Canarias, Lanzarote es una de las islas donde más "movimiento" sectario se detecta, según coinciden en señalar todas las fuentes). En nuestra región fue noticia de alcance internacional la detención policial, años atrás, de la jefa de la secta “El Templo del Sol”, Heide Fittkan-Garthe, que fue acusada de inducción al suicidio de 30 personas, entre las cuales se encontraban varios niños. El citado suicidio colectivo se justificaba en su convicción de que el mundo iba a acabar en unas horas... y desde entonces hasta hoy, aunque ciertamente el mundo hubiera acabado por aquellas fechas para los potenciales suicidas.
Harían bien las autoridades policiales en seguir muy de cerca los pasos de tanto loco o líder peligroso, en lugar de quitarle hierro y restarle importancia a esa evidente proliferación sectaria.