jueves. 05.06.2025

La agenda informativa se estira tanto estos días previos a la campaña electoral que se nos avecina que sólo un medio de comunicación con la plantilla que tiene este puede estar al tanto de todas las cuestiones. Sin embargo, de entre todos los acontecimientos que normalmente se incluyen en la agenda del día, hay que saber diferenciar lo que es paja y lo que es trigo.

Por lo que respecta a este jueves, hay que calificar como trigo el traslado de la Mesa del Parlamento al Cabildo de Lanzarote por primera vez en su historia. Esta circunstancia, el que sea la primera vez en la que la representación política de la Comunidad Autónoma llega hasta la isla más oriental del Archipiélago ya es noticia en sí. Y es noticia negativa, porque parece increíble que tras tres décadas de actividad política regional nadie hubiera tenido la idea de hacer algo así. Y con esto no estamos diciendo que sea fundamental que se desarrollen estos encuentros, pero sí simbólico. Significa acercar la administración al administrado, la política a los ciudadanos.

El caso es que ayer nos contaron que el Parlamento quiere acercarse a los ciudadanos de la Islas, estar más cerca de las necesidades reales de los canarios y conocer de primera mano las demandas de los gobiernos insulares. El objetivo, como adelantó este diario en su edición digital del jueves, es descentralizar la actividad cameral, habitualmente concentrada en la isla de Tenerife, para que se convierta en “la casa de todos”.

Fue bajo esta premisa bajo la que se celebró en el Cabildo de Lanzarote una sesión ordinaria de la Mesa del Parlamento, órgano rector de la Cámara regional integrado por los representantes de los tres grupos políticos mayoritarios. Junto al presidente de la Institución, Gabriel Mato (PP), se desplazaron a Lanzarote los diputados regionales que componen la Mesa: el vicepresidente primero, Alfredo Belda (CC), el vicepresidente segundo, José Alcaraz (PSOE), la secretaria primera, Belén Allende (CC) y el secretario segundo, Borja Benítez de Lugo (PP).

Del encuentro y de lo que ocurrió después hay varias cosas que destacar: primero, que se abordara una cuestión tan importante para los lanzaroteño como es la adquisición de un inmueble ubicado en la céntrica calle Ruperto González Negrín de Arrecife por valor de 13 millones de euros donde se aspira a concentrar todos los servicios que presta en la Isla el Gobierno de Canarias. Es una noticia que está pasando desapercibida y que es tremendamente importante. En infinidad de ocasiones nos hemos quejado, creemos que con razón, de lo insólito que resulta que en una Comunidad Autónoma sólo puedan aspirar a obtener un empleo público vinculado con su Gobierno regional los ciudadanos de parte de su territorio, es decir, los ciudadanos de Gran Canaria y Tenerife. Por eso esperamos que la creación de ese edificio y de sus dependencias sirva, entre otras cosas, para permitir que la gente de esta parte del Archipiélago también pueda encontrar un puesto de trabajo de la Comunidad.

En segundo lugar, llama la atención las declaraciones que hizo el presidente de la Cámara, Gabriel Mato, sobre uno de los integrantes del Parlamento, el diputado lanzaroteño Alejandro Díaz. Mato lamentó el transfuguismo de los parlamentarios lanzaroteños, una “desgraciada” particularidad que se da en la Cámara regional. En este sentido, el diputado conservador entiende que sería conveniente que los diputados se mantuvieran como representantes de los grupos por los que acceden al Parlamento y “se respete así el acuerdo antitransfuguismo que existe en todo el país”. Estaría bien que el cabeza de lista de La Palma en las próximas elecciones haga memoria y recuerde también la historia de su partido.

La administración más cerca del administrado
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