El jurado popular ha estimado culpable de homicidio a Günter Hubert Van Gee, acusado de apuñalar en Morro Jable a un conocido, como consecuencia de los problemas surgidos a raíz de la venta de una embarcación.
El Ministerio Fiscal ha solicitado un total de 15 años de prisión por este delito y 120.000 euros de indemnización a los padres de la víctima, Frank Wilhem Jäger, una petición sobre la que la defensa no puso ninguna objeción.
La representación popular ha determinado probado, por los testimonios ofrecidos durante la vista oral, que el 12 de agosto de 2005, el acusado intentó atropellar a la víctima, hechos por los que se presentó una denuncia.
En cuanto a los actos que llevaron a la muerte de Frank Wilhen, el jurado estimó que "sobre las 21.45 horas del 13 de agosto de 2005, el acusado llegó con su vehículo y llevaba escondida una navaja. En este momento el acusado comenzó a gritar a la víctima y entablaron una discusión en el pantalán del muelle de Morro Jable".
En un momento determinado Wilhem intentó zafarse y Hubert Van Gee se colocó sobre él, caido el primero sobre el suelo, y bocaarriba, le propinó varios golpes, explica el objeto del veredicto sobre el que han basado su decisión los miembros del jurado.
Entonces, el acusado propinó a Frank Wilhem, "con la finalidad de acabar con su vida, varias puñaladas, una de ellas en el lóbulo inferior pulmonar izquierdo, otra en la víscera intestinal y otra en la zona supraclavicular izquierda, sin que pueda precirsarse el momento concreto en el que ello se produjera, en todo caso durante la pelea", argumenta el escrito.
Estas heridas causaron la muerte del hombre, de origen alemán, al sufrir un shock hipovolémico y una peritonitis al causarle la puñalada la salida de contenido intestinal al peritoneo.
Los integrantes del jurado han estimado que el acusado era consciente de todo lo que hacía por lo que no se puede aplicar la eximente incompleta de enajenación mental transitoria ni ninguna otra. También han descartado el indulto y la suspensión de la ejecución de la pena.
Al comienzo de la vista oral, Günter Hubertse acogió hoy a su derecho de no contestar y pidió un cambio de abogado rehusando al de oficio, Agustín Santana, y expresó “la necesidad de un nuevo abogado”, ya que insistió que sería mejor representado por José Mario López Arias, letrado particular. “El resultado de una buena defensa es la absolución”, apuntó Hubert y por ello le “urge” un cambio en su defensa.
Mientras, el acusado se acogió a su derecho de no contestar a las preguntas del fiscal y de su actual letrado. Finalmente, el caso ha quedado hoy visto para sentencia.