jueves. 18.04.2024

Este viernes ha comenzado la vista del juicio del Caso Romina que está siendo juzgada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas y cuenta con Tribunal del Jurado. En esta vista se juzga a Raúl Díaz por presuntamente acabar con la vida de la que fuera su pareja Romina Celeste en las navidades de 2018. Raúl Díaz ha reconocido en el propio Juzgado la autoría de los diferentes delitos por los que se le acusaba y asumiendo la condena de conformidad y aceptado la condena que propone el Fiscal y la acusación particular, que representa a la familia de la victima, de 15 años y 9 meses. Esta pena es 5 años menor que la que se solicitaba en un principio reconociendo ahora la reparación del daño (indemnizando a la familia con 300.000 euros) y las dilaciones que ha sufrido el caso. 

La defensa del acusado adelantaba que Díaz iba a confesar la autoría de los delitos que se le imputaban (lesiones por violencia de género, lesiones por violencia doméstica, maltrato habitual, homicidio, profanación de cadáver y la simulación de un delito) y que desde que se conociera la condena su representado entrará de forma voluntaria en prisión. El juicio finalmente se condensará y desarrollará el próximo lunes 5 de junio. 

Durante su intervención la abogada de la familia de la fallecida Romina Celeste, Emilia Zaballos, llegaba a afirmar que esperaba que "todo lo que hagamos sirva para que Romina descanse en paz y sirva para darle paz a la familia". 

Imagen de la acusación particular

El juicio llega más de cuatro años después incluso después de haberse decretado el pasado 12 de enero a través de un auto la libertad sin fianza de Raúl Díaz. Lo hacía, según explica el Gabinete de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), tras haberse cumplido el tiempo máximo que permitía la ley para el mantenimiento en prisión provisional, que son dos años más otros dos de prórroga.

Imagen de Raúl Díaz junto a su abogado en el juicio.

En el auto se estableció que el acusado debía comparecer todos los lunes en sede judicial, debía designar domicilio en España y estaba obligado a notificar cuantos cambios de domicilio verifique. Igualmente, se le prohibía salir del territorio nacional, se le retiraba el pasaporte y se prohibía la expedición de uno nuevo.

El 13 de enero Raúl Díaz, acusado de la muerte violenta de su mujer Romina Celeste Núñez en Costa Teguise en las navidades de 2018, abandonaba a las 9:45 horas la cárcel de Tahiche. Díaz salió de la prisión tras permanecer durante cuatro años sin que se haya llegado a celebrar el juicio y tras conocerse que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de las Palmas decretaba a través de un auto la libertad sin fianza al haberse cumplido el tiempo máximo permitido por la ley para una prisión provisional, dos años y otros dos de prórroga. Lo hizo totalmente cubierto con una sudadera, gafas de sol y mascarilla y con una enorme expectación por parte de medios locales y nacionales que acudieron a la puerta de la prisión de Lanzarote con la intención de captar la imagen del que todavía y hasta que no haya sentencia sigue siendo el presunto culpable del brutal y atroz crimen.

El tiempo transcurrido de los hechos sin haberse llegado a realizar el juicio fue tal que incluso el TSJC decidió investigar  posibles disfunciones en la instrucción del proceso. Sin embargo, el magistrado Emilio Moya concluyó que no se apreciaba ningún indicio de responsabilidad en la actuación de la magistrada y de las dos juezas sustitutas que participaron en el análisis de las pesquisas y de la participación de Raúl Díaz aunque sí vió “alguna anomalía” en la excesiva duración en la elaboración de algunos informes periciales. 

Investigación de la Guardia Civil

La Benemérita vigiló de cerca a Raúl Díaz desde diciembre de 2018 a enero de 2019, al ser su principal y único sospechoso este ingeniero madrileño entonces de 42 años de edad del atroz crimen que investigaban. Entre las principales pruebas que tienen en su contra y que en su momento se hicieron públicas, tal y como describió entonces este diario, está el relato que realizó por teléfono a un familiar, al que confesó que había descuartizado el cuerpo de su pareja y que lo había esparcido por la costa de la isla de Lanzarote, después de intentar sin éxito quemar el cadáver de la que hasta entonces era su esposa.

La Guardia Civil comenzó ya el pasado 15 de enero de 2019 cuando ya tenía todo concretado la inspección técnica-ocular del domicilio –precintado desde el 10 de enero- de la persona detenida por la desaparición de Romina Celeste, así como de su despacho u oficina laboral y un vehículo de alquiler posiblemente utilizado por el detenido para deshacerse de los restos de la desaparecida.

Imagen del domicilio de Raúl Díaz.

La investigación fue dirigida por el equipo de Personas y Homicidios de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas, que fue apoyada en los registros por el ECIO (Equipo Central de Inspección Ocular de Criminalística) y por un perro especializado en la búsqueda y localización de restos cadavéricos del Servicio Criminológico de la Guardia Civil.

Por otro lado, también diferentes agentes de la UHEL (Unidad de Helicópteros), Servicio Marítimo Provincial y Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS) realizaron la búsqueda de posibles restos en el litoral de la isla de Lanzarote, búsquedas que en aquel momento fueron infructuosas.

Raúl Díaz confiesa el asesinato de Romina Celeste
Comentarios