El nivel de conservación de algunos edificios privados de Arrecife es absolutamente mejorable. En esa batalla están entre las dos principales administraciones de la Isla. Lo que no es tan lógico es que un edificio emblemático como el Cabildo Viejo, justo en el arranque de la calle más transitada de la capital lanzaroteña, la Calle Real, se caiga a cachos literalmente.

Así se desprende de la información aportada este sábado a este diario por el Consorcio de Seguridad y Emergencias, después de que sobre las once de la mañana, en plena hora punta de paseantes y cuando había un par de grandes cruceros en el puerto deportivo Marina Lanzarote, les avisaran de que había que hacer una de sus habituales actuaciones en la calle León y Castillo por desprendimiento de cascotes.
Su sorpresa fue que era en el Cabildo Viejo. Allí comprobaron que había varias piezas decorativas que estaban situadas en la parte superior del edificio que se estaban desprendiendo, con claro riesgo de que pudieran herir a alguna de las personas que caminan por allí. Los bomberos, a la espera de una actuación más contundente, se limitaron a "sanear" la zona, retirar los cascotes y los elementos que tuvieran riesgo de desprendimiento, balizaron la zona y poco más pudieron hacer.