jueves. 25.04.2024

Uno de los forenses, durante el juicio este martes.

Dos médicos forenses que declararon este martes en calidad de testigos en el juicio contra Antonio Luis F.M., acusado de estrangular a su hijastra Yuliza Pérez, de 18 años, en su domicilio en Arrecife (Lanzarote) y trasladar el cadáver hasta una escombrera, aseguraron que el procesado actuó "con una fuerza intensa y prolongada durante más de dos minutos", lo que provocó la fractura del hueso hioides del cuello de la joven dominicana y, en consecuencia, su muerte.

Durante la sesión de tarde del juicio con Tribunal de Jurado que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas contra Antonio Luis F.M., de nacionalidad portuguesa y acusado por un presunto delito de asesinato, los dos expertos que participaron en la autopsia del cuerpo de la víctima relataron que el cadáver fue hallado el 13 de noviembre de 2007 en el vertedero de Argana Alta semienterrado, con una parte cubierta por tierra y escombros y en "un estado avanzado de putrefacción con gran cantidad de larvas de moscas", que hacían "prácticamente imposible" su identificación, a lo que se suma que el cuerpo de la chica estaba "totalmente hinchado".

Uno de los dos peritos explicó que en el análisis del cadáver en el depósito se comprobó su "avanzado estado de putrefacción, una herida post mórtem importante de 15 a 20 centímetros en uno de los antebrazos" y no se encontró ningún signo de defensa ni de violencia, así como tampoco presentaba señales de haber sufrido una agresión sexual.

Descartan la muerte por un golpe en el cuello

Tras realizar el estudio externo se procedió a diseccionar determinadas partes del cuerpo y, en concreto, se corroboró que el hueso hioides del cuello estaba fracturado. "Todos los estrangulados no tienen el hueso hioides partido, sin embargo toda persona que tiene el hueso hioides fracturado significa que ha sido estrangulada", añadió uno de los forenses, que subrayó que "en este caso con toda seguridad tiene que haberse efectuado una fuerza intensa y mantenida para poderse partir el hueso hioides", algo que, en su opinión, "es poco probable que ocurriera con las dos personas de pie".

El doctor agregó que el estrangulamiento se produjo con el acusado delante de la víctima y se efectuó "durante un período de tiempo de 2 a 6 minutos", así como precisó que "después de dos minutos es muy difícil la recuperación de un cerebro sin oxígeno". Igualmente, los dos peritos rechazaron que el citado hueso se fracturara debido a "un golpe".

Los especialistas decretaron la muerte de Yuliza el 8 de noviembre de 2007, día en que fue denunciada su desaparición, "por los cambios morfológicos del cuerpo y por el tamaño, el tipo y las características de las larvas de moscas que tenía".

Además, recordaron que el informe del Instituto de Medicina Legal confirmó igualmente que la muerte de la joven fue "por estrangulamiento manual".

"Tenía una cara que no me gustaba"

Por otra parte, durante la sesión matinal del juicio, una vecina del acusado declaró en calidad de testigo que el día 8 de noviembre éste se dirigió al portal de su vivienda. "Tenía una cara que no me gustaba, estaba rarísimo y se acercó a mi puerta con una cara toda descompuesta", destacó.

Posteriormente, Antonio Luis F.M. subió de nuevo a su casa y, según la testigo, bajó otra vez "con unos alicates y un destornillador y dijo que el vehículo se le había estropeado" y, a continuación, se volvió a ir.

Otro vecino señaló que durante aquellos días el procesado decía que el vehículo estaba "roto pero el coche estaba bien".

El juicio contra Antonio Luis F.M., que confesó este lunes ser autor del asesinato de su hijastra, continuará este miércoles, a las 10.00 horas, con la práctica de otras tres pruebas periciales y las conclusiones de las partes.

En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía y la acusación particular reclaman para el procesado 20 años de prisión e inhabilitación absoluta por un presunto delito de asesinato. Además, el Ministerio Público reclama que el acusado indemnice a la madre de la víctima en la cantidad de 120.000 euros, mientras que la acusación pide 400.000 euros. Por su parte, la defensa pide para su cliente cinco años de prisión por un delito de homicidio con atenuante de arrebato por obcecación.

El acusado de matar a Yuliza actuó "con una fuerza inusitada"
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