Héctor Fabio Franco, presunto autor de la muerte de la joven de 15 años Fernanda Fabiola Urzúa, declaró este martes que no conocía a la joven y que no tenía intención de matarla pero que se asustó cuando ella le amenazó con denunciarlo por su intento de mantener relaciones sexuales.
En su declaración en la primera jornada del juicio por la muerte de Fernanda, ocurrida en el municipio de Arona en julio de 2007, Héctor Fabio Franco, que se confesó autor de la muerte de la niña, reconoció que esa noche se encontró con ella por una pista de tierra que la menor utilizó como atajo para volver a casa.
Tras insistir para que la joven chilena subiera a su coche, la joven, según el relato del acusado, accedió y fue entonces cuando malinterpretó su forma "coqueta de hablar" y le pidió por dos veces tener relaciones sexuales.
Franco afirmó que la joven se negó y le advirtió de que lo denunciaría y se lo diría a la mujer de él, hecho que, según el acusado, lo asustó porque tenía una denuncia anterior por agresión sexual que fue archivada.
El acusado relató este martes que ante los gritos de la joven le tapó la boca con una mano y con el otro brazo le apretó el cuello, momento en el que la niña quedó inconsciente.
Según su declaración, Fernanda no volvió a recuperar el conocimiento, aunque dudó si la asfixia fue el motivo de la muerte de la menor o el fallecimiento se produjo cuando desde el coche la lanzó por un barranco.
Lo que negó el acusado es que la matara a pedradas, tal y como afirman el fiscal y la acusación, aunque reconoció que utilizó piedras para tapar el cuerpo del primer sitio donde ocultó el cuerpo.
Al día siguiente de la muerte de la niña y tras constatar el dispositivo policial que se había montado en la zona de El Fraile en búsqueda de Fernanda, el acusado, según declaró este martes, se puso aún más nervioso y decidió cambiar el cuerpo de lugar y lo enterró a unos diez metros de donde lo ocultó la primera vez y en esta ocasión lo cubrió con tierra.
Héctor Fabio Franco, de origen colombiano, dijo que desde el principio quiso contarlo todo pero temía las represalias, y señaló que cuando fue detenido colaboró y declaró donde estaba el cuerpo ya que, en caso contrario, aseguró, no lo habrían encontrado.
Varios testigos
La detención de Héctor Fabio Franco se produjo tras las declaraciones de varios testigos que afirmaron que vieron el vehículo de su propiedad, un todoterreno de color oscuro, por la misma pista de tierra por la que había ido la joven.
Uno de esos testigos declaró este martes en el juicio que vio como la niña se introducía primero por el camino y minutos después y a gran velocidad pasaba el todoterreno del acusado.
Otro de los testigos afirmó que se encontró con el coche de frente y escuchó unos gritos de una persona joven que pedían ayuda, por lo que decidió llamar al 1-1-2.
La primera sesión del juicio, que se celebra con jurado popular, comenzó con la intervención de la fiscal, que pidió una pena de 17 años y seis meses de prisión para el acusado, del que dijo que mató violentamente a la joven y trató después de ocultar su cuerpo y dificultar el trabajo de la Guardia Civil.
La acusación particular pide para el acusado 25 años de prisión y una indemnización para la familia de 300.000 euros, y recordó en su exposición que Héctor Fabio Franco trató de culpar de la muerte de la joven a un compañero de trabajo, y afirmó que hasta su muerte la niña vivió una agonía.
La acusación popular, que ejerce el Instituto Canario de la Mujer, pide la misma pena que la acusación particular y consideró que en el asesinato se produjo con ensañamiento.
La defensa del acusado, que pide para su representado una pena de cinco años por un delito de homicidio con los atenuantes de confesión, dilaciones indebidas y arrebato, indicó que al acusado se le "cruzaron los cables" ante la amenaza de que iba a ser denunciado pero señaló que no planeaba matar a la joven ni existió un móvil sexual en la muerte.