Este domingo tiene una cita inexcusable con las urnas. Todos los demócratas están llamados a las urnas para elegir a los representantes que dirigirán durante cuatro años los destinos de sus siete ayuntamientos, de su Cabildo y de su Parlamento autonómico. Es por tanto un momento único para poder participar y elegir alguna de las muchas opciones que concurren, para determinar en cada lugar si quieren darle continuidad a lo que está porque creen que lo merecen o provocar con su voto algún cambio. Porque, lejos de lo que pueda parecer, cada voto es importante y en algunas ocasiones hasta decisivo. No es la primera vez ni será la última, habrá más, que se ganan o pierden bastones de mando por un puñado de votos.
El caso es que ha habido un montón de personas elegidas aleatoriamente que este domingo tendrán que trabajar y mucho para garantizar que el proceso es absolutamente limpio y transparente. Salvo las enormes dudas que ha provocado el voto por correo, en España, y ya llevamos desde 1978 unas cuantas elecciones libres, no hay duda jamás de pucherazo. El sistema es bastante seguro, con incidencias que se producen en todos los comicios pero jamás se ha puesto en duda que el resultado que se obtiene es el que los ciudadanos que van a votar deciden. Desgraciadamente, como ocurre elección tras elección, la abstención se prevé altísima, especialmente en el municipio de Arrecife.
Desde las ocho, como muestra la imagen de este artículo en un colegio del barrio de Argana en Arrecife, ya estaban los agentes de la Policía Local controlándolo todo y llamando a las personas que tendrán que estar todo el día en las distintas mesas electorales, una tarea difícil, cansada que no está desde luego bien pagada pero que es fundamental para que funcione nuestro sistema.
Sistema electoral
Nuestro sistema electoral es relativamente sencillo, más complejo desde que decidieron, por desgracia para islas como Lanzarote, suprimir la triple paridad, el verdadero equilibrio territorial de representación por islas. Ahora, las candidaturas al Parlamento de Canarias se presentan en cada circunscripción mediante el sistema de listas cerradas y bloqueadas, del mismo modo que en todas las elecciones celebradas hasta la fecha en todas las convocatorias del país. Estas serán las segundas elecciones donde se elegirán a 70 diputados y también serán las segundas que se celebrarán con la nueva ley electoral aprobada en 2018 a través de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias (Ley Orgánica 1/2018, de 5 de noviembre, de reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias1). Hasta 2018, el sistema electoral era conocido como el sistema de "triple paridad" ya que se cumplían con tres reglas: la suma de los diputados de las islas capitalinas debía ser la misma que las no capitalinas; la suma de diputados de la provincia de Santa Cruz de Tenerife debía ser la misma a la de la provincia Las Palmas y la suma de diputados de las dos islas capitalinas (Gran Canaria y Tenerife) debía ser la misma entre sí. Por tanto, hasta 2019, Gran Canaria y Tenerife serían representados por 15 diputados cada uno; Lanzarote y La Palma con 8; Fuerteventura con 7; La Gomera con 4 y El Hierro con 3. Esto provocaba paradojas en la distribución de diputados en el parlamento, ya que La Palma contaba con un escaño más que Fuerteventura pese a tener esta última más población que la isla palmera al menos desde los Años 2000. Por otro lado, las islas tenían grandes diferencias en cuanto al ratio de representación de los diputados en las circunscripciones insulares: Tenerife tiene un diputado por cada 62.109 personas mientras que El Hierro tiene uno por cada 3.807 habitantes).2
Por esta razón se ha procedido a alterar tal sistema y corregir los problemas que este sistema puede presentar en cuanto a la representación de cada isla. Con el añadido de un diputado más por Fuerteventura, se ha roto dos de los tres criterios de la triple paridad, ya que las islas no capitalinas cuentan con un escaño más que las capitalinas y la provincia de Las Palmas tiene uno más que la de Santa Cruz de Tenerife. Por otro lado, se creó una circunscripción autonómica compuesta por nueve diputados elegidos entre todas las islas y así neutralizar las diferencias de representación entre las islas capitalinas y las periféricas. Por último, las barreras electorales insulares han bajado de 30% de los votos válidos a 15%, y de un 6% a nivel autonómico a un 4%. Por lo tanto, si una formación obtiene como mínimo un 4% del voto conseguido en la circunscripción autonómica, también podrá optar a un escaño.
Cómo se vota
Para votar al Parlamento de Canarias, habrá dos papeletas y dos sobres que deberán ser depositadas en dos urnas distintas. La papeleta y el sobre de color sepia será para la circunscripción insular (es decir, para representar a Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, La Palma, Fuerteventura, El Hierro o La Gomera). Por otro lado, la papeleta y el sobre de color amarillo será para designar la circunscripción autonómica3.
El día de las elecciones coincidirá con las elecciones municipales e insulares, habiendo cuatro urnas y cuatro tipos de papeletas para votar. La papeleta y sobre blanco será para la elección de los concejales municipales, y la papeleta y sobre verde serán usados para la elección a los consejeros de los Cabildos Insulares.
Candidaturas principales
Se presentaron veinte listas para las listas autonómicas, mientras que a nivel insular en Gran Canaria se presentaron 16 listas, en Tenerife 15, en Lanzarote 10, en La Palma y Fuerteventura 9, en El Hierro 8 y en La Gomera 64. A nivel provincial, Santa Cruz de Tenerife presenta 38 listas insulares y Las Palmas 355. Posteriormente hubo tres listas autonómicas que no aparecieron en la publicación definitiva del BOC, por lo que finalmente serían 17 las listas autonómicas que se presentan a estas elecciones.
