Primer día de colegio para los niños de Lanzarote tras casi medio año sin pisar las aulas. Al nerviosismo propio de una jornada como ésta se unen este año las diferentes medidas que los centros han llevado a cabo para adaptarse a los protocolos establecidos que eviten los contagios por coronavirus.
En el CEIP Costa Teguise, cuyo AMPA lleva organizando diferentes manifestaciones para denunciar las ratios por clase y el establecimiento de grupos mixtos se percibía también el disgusto de padres y alumnos a los que les ha tocado esta “lotería”.
La madre de una niña de sexto curso, cuya hija estará en una clase mixta con niños de quinto, aseguraba que esto es una clara discriminación y que no se quedaba convencida con las explicaciones del director del centro, que aseguraba que era una medida impuesta y que la selección de los niños se había hecho de manera aleatoria, intentando que en los grupos hubiera equilibrio entre niños y niñas o alumnos extranjeros con dificultades con el idioma.
Otro padre, recién llegado a la isla desde la península, a cuya hija también le había tocado un grupo mixto explicaba que le parecía mucha casualidad que siendo un “sorteo”, le hubiera tocado precisamente a su familia, que no conocía a nadie en el centro.
Un tercer padre lamentaba que su hija había sido la única niña a la que habían sacado de la clase para meterla en un grupo con alumnos más pequeños. “No me parece justo que solo la hayan sacado a ella y además para que esté con los niños de quinto” y mantenía que las cosas se tenían que haber hecho de otra manera.
Muchos otros padres entendían las circunstancias de estas familias y se quejaban de la falta de previsión.
“Esto lo tenían que haber preparado desde mucho antes y no desde hace cuatro días y lo que había que haber hecho es formar más grupos, no coger a un par de niños de cada clase y meterlos en los mixtos”, aseguraba otro de los progenitores.
Además, hay que tener en cuenta que estas medidas no evitan que en clases en las que debería haber una media de 15 estudiantes, se supere el número con creces y se sobrepase la veintena, en muchos casos en barracones sin buena ventilación y manteniendo las mínimas distancias entre las mesas. De hecho, algunos padres han optado por no traer a sus hijos al centro como medida de protesta por estas condiciones que piensan que no garantizan la saludo de los menores.
Serán días en los que se tengan que ir produciendo los reajustes posibles en un curso que sin duda quedará marcado en la recuerdo de todos estos alumnos.