martes. 19.03.2024

"El Camino de Santiago es un punto de encuentro de personas de todo el planeta Tierra cargados de buenas intenciones"

"Allí es muy raro encontrarse una mala persona o insolidaria, abundan las buenas personas y las deseosas de ayudar a los demás y se está mucho mejor en estos ambientes"

El periodista lanzaroteño Pedro César Quintana, un hombre que lo ha sido todo dentro de su profesión, decidió que la mejor forma de emplear el tiempo libre que le quedó tras su retirada era abordando uno de los retos que se plantean muchos habitantes de este planeta, realizar el Camino de Santiago. Fue tan buena la experiencia que decidió repetir, y repetir, y repetir... Hubo un momento en el que se dio cuenta de que no había mejor recompensa para el alma, el espíritu y la mente que recorrer los caminos de un país que le ha sorprendido, con unas gentes que a su modo de ver y en la mayoría de los casos van de lugar a lugar "cargados de buenas intenciones". En el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio, donde este lunes comenzó una nueva sección en la que cada día narrará sus aventuras por el Camino, en esta ocasión desde la aventura que supone partir de Sevilla hasta Santiago, explicó por qué además de peregrino un buen día se echó la manta a la cabeza y se hizo hospitalero, que no es otra cosa que la persona que se encarga de ayudar a los peregrinos en los muchos albergues que hay por los distintos recorridos. Estamos ante una oportunidad única de conocer realmente los entresijos del Camino tanto en este periódico como en nuestra emisora de radio y la realidad a la que se pueden enfrentar todos aquellos que quieran plantearse este hermoso reto.  

- Inauguramos la sección de un lanzaroteñó en el Camino de Santiago, esto no se ha hecho nunca en la radio local, al menos que yo sepa o recuerde...

- (Se ríe) Bueno, gente de Lanzarote que haya hecho el Camino ya ha habido, y recuerdo que personas como Farray lo han contado. 

- Estoy seguro de que en la radio y como lo vamos a hacer nosotros, ninguno. Ya hemos visto las primeras imágenes que nos estás enviando y uno se imagina cuando habla del Camino al típico mochilero pero tú, supongo que por la experiencia, vas con un carrito donde colocas las mochilas. 

- Sí, el carrito se lo compré a unos franceses que lo mandaron a pedir de encargo. Pesa 1,8 kilos y puedo cargar 20. Sin ponerlo a la espalda sino cargándolo a la cintura; da muchas opciones para llevar toallas, más ropa y viajar más cómodo.  

- Con la experiencia cada vez llevarás menos cosas, ¿no?

- Para vestir lo que le aconsejo a la gente que haga, y sobre todo en distancias tan grandes como estas que estoy haciendo yo ahora desde Sevilla a Santiago, que son cerca de 1.000 kilometros, es llevar la ropa interior puesta y dos mudas en la mochila. Cuando llego a un albergue lavo el calzoncillo que me quito y me pongo otros, de esta manera siempre tengo dos limpios y uno puesto. Las camisetas lo mismo, y después el pantalón lo puedes tener varios días. Tengo un par de pantalones que los alterno cada dos o tres días y en los albergues por los que vas pasando suele haber lavaderos y tendederos. Con la ropa no hay problema.  

- ¿Cuántos Caminos de Santiago has hecho ya en diferentes recorridos? Recuerdo que me contaste que hiciste uno de costa a costa desde el Mediterráneo al Atlántico, algo que no es muy frecuente. 

- He hecho muchos recorridos, la verdad. El año pasado, efectivamente, fui de Barcelona a Finisterre, lo que implica tres caminos, porque hasta que abandonas Cataluña es el catalán, después el canal se une con el camino del Ebro y ya hay otro camino, que no sé cómo llamar, que va de Fuente Pino hasta Zaragoza. Después empalmas un poco más adelante con Logroño y ya empiezas a hacer el camino francés y después al final cuando llegué a Santiago hice de ahí a Finisterre que la llaman etapa prólogo y que nunca la había hecho en otros caminos. Después también hice el año 2017 el Camino del Norte desde Irún a Santiago por la Cornisa Cantábrica. He hecho los dos caminos portugueses desde Oporto por el interior y por la costa, también he hecho el Camino Inglés que es el único al que no se entra en Galicia, se sale de Ferrol. Y ahora en este viaje voy a hacer la Vía de la Plata, después tomaré un desvió a otro camino que se llama Sanabres que pasa por Orense y demás. 

- Sólo oirlo resulta agotador. Siempre los has hecho solo, ¿no?

- Sí, normalmente prefiero solo. Luego algún amigo me dice que si hacemos algunas etapas juntos y le digo que sí, me junto con ellos pero cada uno hace el suyo. 

- Porque tú caminas más rápido, ¿no?

- (Se ríe) No soy especialmente rápido, soy tirando a lento. Yo voy a una media de cuatro kilómetros por hora o así. Entre la llanura que voy un poco más rápido y las cuestas que voy más lento calcula. Por ejemplo, en la etapa de hoy estoy haciendo desde el Real de las Arras hasta Monesterio, que voy a cruzar la frontera entre Andalucía y Extremadura. Esa etapa tiene 20 kilómetros, a cuatro por hora son cinco horas. Ahora me paré a tomar algo. 

- Pedro, nos conocemos hace años y sé que no eres una persona especialmente religiosa, ni creyente ni practicante. Pero sí eres una persona que hace de hospitalero. De hecho, sé que estuviste 15 días antes de empezar en un pueblo que se llama Catilblanco de los Arroyos cumpliendo esta importante función. Para los que no lo sepan, ¿qué es un hospitalero y por qué decidiste serlo? 

- Son las personas que se encargan de recibir a los peregrinos en los albergues por los que van pasando. Allí hay que hacer de todo; tienen los baños y las duchas limpias, las camas y los dormitorios barridos y fregados, las cocinas en orden. Y cuando llegan los peregrinos les vas indicando dónde están los dormitorios, qué camas ocupan, si necesitan mantas se le dan, dónde está la ducha, la cocina, dónde pueden lavar la ropa y tender, si necesitan algo del pueblo decirles dónde está, en definitiva hacer cualquier cosa que sea de ayuda. Esto lo empecé a hacer en el año 2019 después de haber hecho algunos caminos porque me di cuenta de que eso me lo hacían otras personas a mí. Hubo muchas personas que me ayudaron con todas esas pequeñas cosas que estoy enumerando. Muchos me ayudaron a mí a facilitarme el Camino y un día dije que por qué no ayudaba yo a los demás. Desde este año de hospitalero y cuando acabo el turno empiezo a peregrinar, por ejemplo este año estuve en Castiblanco de los Arroyos, que es un pueblo andaluz muy bonito a 40 kilómetros de Sevilla hasta el día 15 que llegó un compañero a relevarme. Yo cogí una guagua de madrugada para Sevilla y en la estación de guagua de allí empecé a caminar; después de Guillén a Castiblanco, al que regresé esta vez ya como peregrino; después de allí a Almadente, que fue una etapa durísima de 28 kilómetros y unas cuestas terroríficas pero bueno, al final todo hay que hacerlo. Ayer hice una etapa corta de 14 kilómetros para compensar la de antes de ayer. 

- Bueno para el que no camine frecuentemente 14 kilómetros no parece que sea una etapa corta... 

- (Risas) Bueno, 14 kilómetros a cuatro por ahora son más de tres horas, es cierto. 

- Para los que no son atletas como tú es mucho, insisto. 

- (Risas de nuevo) ¿Sabes que voy a cumplir 70 años en el Camino, no?. 

- Quién lo diría, desde luego no lo parece. Vamos a ir hablando estos días porque queremos hacer conexiones diarias y que nos cuentes anécdotas e historias que estoy seguro de que le van a encantar a la gente. 

- Encantado yo de hacerlo. 

- También hay mucha gente que se quiere animar pero que les da miedo atreverse a dar ese paso. Creo que una misión de este invento periodístico que estamos haciendo es contar a la gente que se trata de una aventura segura y que se puede hacer casi a cualquier edad...

- Para que te hagas una idea, muchas jovencitas, sobre todo extranjeras en pareja o solas, hacen el Camino y el respeto exquisito. En los albergues los dormitorios son comunes, lo que quiere decir que duermen en general hombres y mujeres con un cuidado y una corrección extrema y todo el mundo se siente a salvo y seguro. Las duchas las usan por turnos, hubo un caso hace unos años de una peregrina que un animal asesinó pero estamos hablando de un asesinato en decadas. Es muy seguro, muy bien vigilado por la Guardia Civil que la ves patrullar de vez en cuando por cierto sitios y sobre todo un punto de encuentro de personas de todo el planeta Tierra cargados de buenas intenciones. Allí es muy raro encontrarse una mala persona o insolidaria, abundan las buenas personas y las deseosas de ayudar a los demás y se está mucho mejor en estos ambientes. 

- ¿Más que aquí hablando de política?

- (Se ríe) Cuando me dedicaba a eso sabía hasta el nombre del concejal de Jardines de cualquier municipio de Canarias. Actualmente no tengo ni idea de quién es cada uno, ni los alcaldes. 

- ¿Y está más feliz desde entonces? 

- Bueno, no hay que pasar de la política pero no la sigo como antes. 

"Me hice hospitalero porque muchos me ayudaron a mí a facilitarme el Camino y un día...
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