Fermín García, miembro del Rancho de Pascua de Teguise, denunció el miércoles en el programa “En el punto de mira” de Lanzarote Radio que la Isla ha sufrido una clara discriminación por parte de la organización de la entrega de las Medallas de Oro de Canarias.
La Isla aportó un total de siete ranchos y una trayectoria que data del siglo XVI, lo que hizo pensar a los integrantes de los grupos de Lanzarote que, por lo menos, se les haría algún tipo de reconocimiento.
Los miembros de los Ranchos de Pascua de Lanzarote fueron sentados detrás de una grúa, a pesar de que existía en el Auditorio de Tenerife espacio suficiente para que pudieran ver mejor el acto y a la vez ser vistos por el resto del público asistente. “Se nos cayó el Cielo encima”, afirmó García. “Todo el mundo vio lo que pasó y yo, personalmente, me quedé estupefacto y decepcionadísimo”, manifestó.
Un señor de Fuerteventura, Felipe Bermúdez, confirmó que por razones de protocolo no iba a ser posible que todos subieran al escenario, por lo que se había decidido que lo hiciera la persona de mayor edad de los representados de Canarias.
Al escenario, finalmente, subió un hombre de unos 80 años que pertenece al Rancho de Arrejales, que formaba parte del grupo perteneciente a la Aldea de San Nicolás.“Nos dejaron de la mano de Dios”, denunció el representante de Lanzarote al explicar lo que ocurrió a su llegada a Tenerife. Según García, llegaron a las ocho y media de la mañana a la isla de Tenerife, nadie les fue a recoger, nadie les atendió, y tuvieron que ir hasta el hotel sin la compañía de ningún representante de la organización. “Nos buscamos la vida”, afirmó García. “Nadie nos dio de comer y lo único que sabíamos es que iba a buscarnos una guagua a las siete de la tarde”, concluyó.
En el acto les mezclaron con el público y no tuvieron la oportunidad de conocer a nadie. “Nos dio la impresión que estorbábamos”, aseveró el perjudicado. García prefirió reservarse la opinión de si fueron sólo los de Lanzarote los ninguneados por parte de la organización o si también le sucedió lo mismo a los de Fuerteventura.
El afectado se comprometió ante los demás ranchos a hacer una carta de protesta a Adán Martín, el presidente del Gobierno de Canarias, afirmándole que los lanzaroteños perdieron una oportunidad de oro de hacerse un hueco en un acto tan precioso ya que ni tan siquiera les tuvo en cuenta la Televisión Canaria.