jueves. 01.05.2025

El juguete del viento de César Manrique volvió este jueves a su lugar de origen en la rotonda de Tahíche. Después de un año esperando a ser reconstruido tras el paso de la tormenta Delta, que lo desarticuló por completo, la Consejería de Obras Públicas del Cabildo ha conseguido devolverlo a su ubicación pero con un eje mucho más fuerte que lo refuerza ante las inclemencias del tiempo.

Así lo explicó el consejero de este Área, Sergio Machín, que acudió a la reubicación junto a la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, y al consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de la Primera Institución, Pedro San Ginés.

Machín explicó que “aunque se pueda entender que las obras han tardado”, lo cierto es que no ha sido más que una forma de asegurar la obra de César Manrique con “un eje central de acero macizo que se ha traído desde el País Vaso”, una circunstancia que ha retrasado la reconstrucción de este monumento.

Precisamente este traslado ha sido el causante de que se prolongase el periodo de rehabilitación, ya que el eje de acero que refuerza la obra sufrió desperfectos en el viaje desde la Península que hubo que arreglar en Puerto Naos. El consejero de Obras Públicas, se siente muy satisfecho con el resultado de la obra, que asegura que este refuerzo “dará mucha más tranquilidad para los casos venideros de este tipo de vientos, que ya no podrán tirarlo ni sufrirá desperfectos”.

Además, Machín entiende que la recuperación de este juguete del viento también repercutirá en la imagen de la Isla que se llevan los visitantes, “que vienen a ver las bellezas de Lanzarote, pero también a ver las obras de César y dentro de estas obras están los juguetes del viento”.

12.000 euros

El presupuesto que se ha gastado en este eje central ronda los 12.000 euros, a los que hay que añadir el posterior arreglo en Lanzarote. Realizar esta inversión fue una decisión que se tomó desde el Cabildo teniendo en cuenta sobre todo la seguridad, que después del paso de la tormenta Delta se demostró que era necesaria, pero también los criterio artísticos de restauración que se merece la conservación de una obra de César Manrique.

Por eso, en la rehabilitación del juguete del viento han intervenido el ingeniero jefe del Cabildo, José Manuel Onieva, que ha supervisado las cuestiones técnicas, y el jefe de taller, Santiago Hernández, que colaboró con los proyectos de Manrique en vida y continuó implicado en la conservación de su obra tras su muerte, por lo que es un gran conocedor de su obra y ha velado porque en esta ocasión también se mantuviese intacta la creación del artista.

La presidenta quiso también incidir en el buen trabajo que han realizado por los trabajadores del Cabildo que añadió que “han hecho como siempre una labor exquisita para que todas estas obras de César salgan a la luz”. Una obra que recupera un símbolo emblemático de la Isla que “mucha gente estaba ya echando de menos”, por lo que felicitó a los responsables de que un año más tarde del destrozo del Delta la rotonda de Tahíche luzca otra vez este monumento al viento.

Una complicada maniobra

Para hacer posible la instalación en el centro de la rotonda fue necesario un amplio despliegue de medios en los que intervinieron una grúa de gran tamaño y un gran numero de operarios que fueron recomponiendo las figuras esféricas que forman el juguete.

Las cuatro circunferencias concéntricas que se unen por el nuevo eje central tuvieron que ser elevadas por partes y ensambladas una vez sujetas al eje, por lo que les llevó horas terminar la maniobra.

Precisamente hace unos meses esta estampa en medio de una rotonda se repitió en la glorieta que une Montaña Blanca con Tías, Güime y San Bartolomé. En este punto se colocó de nuevo a finales de julio el otro juguete del viento de César Manrique que quedó dañado con el paso del Delta.

El resto de los juguetes

Según declaró el consejero de Obras Públicas en su momento, los trabajadores del parque móvil regeneraron el material de la base central de la figura y la pintaron íntegramente. La decoración de la escultura de hierro quedó en trámite desde que se instaló, en el año 1991 y la Consejería de Obras Públicas ha creído pertinente realizarlo ahora que la figura se encuentra en perfecto estado, por lo que aseguró que en las siguientes semanas se procedería a la decoración de la base del enclave, y se forraría la base del Juguete del Viento con piedras.

El tercer Juguete de Viento, que se encuentra en la ciudad alemana de Berlín, este año cumple diez años desde su instalación. Por ello, la Consejería de Obras Públicas junto con la FCM asistirá a la Feria de Turismo de Berlín (ITB) el próximo año para rendir homenaje a la escultura del artista César Manrique afincada en la ciudad alemana, para agradecer a la ciudad berlinesa el apoyo y el cariño que ha mostrado siempre a la obra de César Manrique, como concluyó Machín.

El juguete del viento de César Manrique vuelve a la rotonda de Tahíche
Comentarios