Costa Teguise celebra 50 años y el Ayuntamiento ha decidido llevar a cabo un homenaje a todos aquellos que han contribuido de forma positiva al desarrollo de la localidad turística.
Crónicas Radio ha querido unirse a la fiesta con un programa especial en el que se ha repasado el antes y el ahora de un enclave que comenzó viviendo las vacas gordas del turismo a principios de los ochenta, sufrió en los noventa y ahora disfruta de un momento excelente con unas cifras turísticas que hablan de la excelencia como destino.
Para José Torres Jiménez, propietario de La Chimenea, el primer restaurante de Las Cucharas, los ochenta fueron unos años en los que Costa Teguise estaba muy poco habitado; por ello, sus principales clientes eran las personas que se alojaban en el Hotel Salinas y los españoles que salían a cenar los viernes. “Fueron los mejores años porque se movía dinero. En los 90 llegó el boom turístico y con el “todo incluido” tuvimos que bajar los precios”, recuerda.
Para Mercedes Hernández Pérez, propietaria de Apartamentos Nazaret y Mansión Nazaret, que lleva desde 1990 en la localidad, “en ese momento todo estaba lleno de gente y nosotros recibíamos los overbooking de otros hoteles”. Recuerda los inicios del establecimiento con unos precios casi tan altos como en este momento y tuvo que prepararse para lidiar con los touroperadores. “Yo no pertenecía el mundo turístico, no hablaba inglés pero les decía que los números eran internacionales”, rememora.
Ambos destacan el trabajo llevado a cabo por el actual equipo de gobierno municipal aunque no se cortan a la hora de reclamar una mejora en los parques y jardines o incluso más ocio nocturno, algo que echa en falta Torres, que vivió la época de esplendor de las discotecas en Lanzarote.
Antonio Callero, edil de Costa Teguise, reconoció que hace falta un poco de chapa y pintura, sobre todo en las zonas verdes, pero matizó que están produciéndose mejoras. También asumió que falta una zona de ocio para los jóvenes o incluso un centro comercial en el que puedan reunirse sin tener que salir de su zona de residencia.
Para Torres, es importante que el Ayuntamiento facilite la implantación de nuevos negocios. Sin embargo, Mercedes Hernández reclamó una mayor implicación del empresariado que apueste por esta zona. De hecho, ella fue una de las artífices de la renovación del complejo Senator, que pasó de ser un grave problema de seguridad en la localidad a un inmueble del que presumir. También mostró su preocupación por la posible instalación de molinos para energía eólica que puedan suponer un mal impacto visual.
Otro asunto que se puso sobre la mesa fue el de los esqueletos de los hoteles, que, por desgracia, están ubicados en la entrada de Costa Teguise, que es algo en lo que Callero aseguró que están trabajando aunque resulta más complicado en cuanto se judicializan estas cuestiones. Para Torres, es una pena que estos esqueletos se estén llenando de ocupas y más teniendo en cuenta que la primera imagen cuando un turista llega a su destino es importantísima. Aún así, Callero insistió en que la ocupación sigue subiendo tras la pandemia y sobre todo, la ocupación de alto nivel adquisitivo.
En opinión de Sara Bermúdez, concejal de Patrimonio de Teguise, estas bodas de oro se merecen un amplio programa de actos que lo festejen, que comenzaron con un homenaje al Ejército, seguirá el próximo día 1 de febrero con el acto de Distinguidos del Turismo y concluirá a finales de marzo con un gran evento en la localidad.
Costa Teguise es, para todos ellos, un lugar tranquilo, seguro y con una calidad que lo convierte en el destino perfecto para turistas actuales y nostálgicos.