FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
Se acabó lo bueno, descanse en paz. Los carnavales de Arrecife 2009 llegaron a su fin este miércoles con el tradicional 'Entierro de la Sardina'.
Cientos de carnavaleros disfrazados, mascaritas, murgas y las tradicionales viudas recorrieron, estas últimas llorando a moco tendido, las calles de la capital lanzaroteña para despedir a Don Carnal.
El Entierro tuvo lugar desde las 18:00 horas, con un itinerario que partió desde la Escuela de Pesca y concluyó en la playa del Reducto.
Como es tradicional, la murga ganadora de estos carnavales, Los Desahuciados, de Valterra, ha estado acompañando y llevando a la sardina hasta su quema, que tuvo lugar sobre las 21:00 horas.
Ha sido entonces cuando el reinado de quienes han triunfado en estos carnavales se ha visto amenazado como siempre por las escasas horas que quedan para el final del entierro de doña sardina, o lo que es lo mismo, el término de la regencia de Don Carnal.
Durante el trayecto del entierro también pudo contemplarse un desfile más de la carroza ganadora del Gran Coso de Arrecife.
Este año el galardón y su premio en metálico ha correspondido a los Osos Amorosos, obra de un grupo de 37 jóvenes lanzaroteños que ya el año pasado alcanzaron el tercer puesto en este concurso de carrozas.
Por supuesto, las autoridades de Arrecife y personajes de siempre no quisieron perderse la cita, en un año en el que el Ayuntamiento ha sido más protagonista que nunca debido al cambio de sede para la celebración de la Gran Verbena del Carnaval, que ha pasado de las calles céntricas de El Almacén al recinto ferial.
Un día triste para todos los que les gustan las fiestas de Carnavales, pues ya hay que esperar al siguiente año, para una nueva cita con estas añoradas y esperadas fiestas.
Los más carnavaleros recomiendan en este día, y a partir de él, llorar mucho y divertirse también.
Origen del Entierro de la Sardina
El Entierro de la Sardina es un símbolo del final de la diversión, el libertinaje, la locura... Con este acto se insta a la comunidad a una reflexión común.
Es, en otras palabras, casi una llamada al orden. Al mismo tiempo, el Entierro de la Sardina es sinónimo de catarsis, puesto que con él se olvidan y se dejan atrás el pasado y todo lo contenido en él.
La Cuaresma y Semana Santa implicaba, para la religión católica, la prohibición de comer carne, si bien se podían adquirir en las iglesias unas bulas, previo donativo, que exoneraban de tal compromiso. Al no poder comer carne, se comía pescado.
Cuando finaliza el plazo de la prohibición representa que ya se olvida uno del pescado, de la sardina, en suma: se entierra la sardina.
En definitiva, es una protesta contra la imposición religiosa y una despedida folclórica de los días de desmadre para sobrellevar la cuaresma. La costumbre de celebrar el Entierro de la Sardina se remonta a un siglo y medio.
