jueves. 18.04.2024

Antonio Guerra León

Hay fechas en el calendario, en que el personalismo más acendrado ocupa el lugar de los comentarios y opiniones del momento, ocupando las primeras páginas de los periódicos y, el espacio radioeléctrico y televisivo de actualidad. Frases lapidarias y declaraciones importantes, que llaman mucho la atención sin más aditamentos periodísticos y adornos tipográficos, y por lo tanto, tema obligado de conversación y hasta de enconada controversia en toda clase de foros y tertulias.

Abrimos esta poca habitual forma de enfocar nuestros escritos con las sonadas palabras de Su Santidad el Papa. El cual, puede tener razón en sus opiniones sobre el Islam como hombre defensor de su fe, aunque sin olvidar que la violencia, no es solo patrimonio del Islam, sino, de todas las religiones en diferentes etapas históricas, y donde la Católica, se distinguió desde siempre como fiel defensora de sus principios e intereses económicos y patrimoniales, esgrimiendo para el caso, sin ningún reparo, la Espada y la Cruz, como armas letales. Que conste.

En el caso que nos ocupa, podemos hasta de estar de acuerdo en lo moral con las declaraciones del Papa condenando la violencia, pero creemos humildemente-, que como mejor se trabaja para erradicar la misma no es recordándole a las gentes que no piensan como nosotros sus defectos y miserias, sino creado el clima necesario para con mucho sentido común, amplitud de miras, y recia caridad cristiana, intentar eliminar de este mundo, resquemores y odios que nos conduzcan de una puñetera vez a buscar la ansiada y difícil hermandad de todos los pueblos y religiones, en especial las monoteistas. Como decía Ghandi: La Paz es el camino que lleva a la Paz " . Pues que se aplique el cuento el Santo Padre. Y que Dios nos perdone.

En otro orden de cosas, y en sentido más doméstico, es reconfortante a primera vista, desayunarnos con las declaraciones de un hombre, que a nosotros en particular nos ha parecido siempre honesto y consecuente con sus ideas, aunque algunas veces chirrién en nuestros oídos algunas de sus palabras, actuaciones y exarcerbado centralismo.

Nos referimos a, "Rodriguez Ibarra", hasta las próximas elecciones. Presidente de Extremadura. Personaje, que no ha dudado, "en dar un paso a un lado", para dejar el camino expedito a otro en su puesto, -nunca un paso atrás-, como dice él, ( pa`tras ni para coger impulso). En este caso por cuestiones de salud, y también por que son muchos los años en el poder, donde debemos reconocer la gran labor efectuada bajo su mandato, transformando de arriba abajo aquella olvidada y hasta denigrada región extremeña del suroeste de España.

Predio, solar. coto de caza y colonia vergonzante, empobrecida y humillada durante toda la vida, "por los señoritos de Madrid", y a los que el Señor Rodriguez Ibarra, ha metido en cintura con mano dura y contundente, obligando a pagar impuestos a todo quisque, y hasta incautando fincas cuando fue necesario para el bien público, obviando además con singular bravura, las amenazas y desplantes de esa clase, "aristocrática", que tanto daño a hecho a este país... por los siglos de los siglos.

Ejemplo que deben seguir muchos de nuestros mandamás, pues según hemos escuchado se retira el casi, ex presidente, sin más zarandajas, ni aspavientos, a sus abandonadas labores como profesor universitario, sin atender, ni de lejos, las prebendas que le ofrecen consistentes en un retiro dorado repleto de cuadrados guardaespaldas, guapas secretarias, despacho enmoquetado y coche oficial. Que tomen nota sus colegas. ¡Los muy ...jetas). Hasta pronto.

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