viernes. 02.05.2025

Una vez más, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a pedir sacrificio a la población, así como «unidad y lealtad» a la oposición sin incluir rastro de autocrítica por la gestión de la pandemia pese a que España sigue en el pelotón de cabeza de fallecidos a nivel mundial.

Todo lo contrario. Sánchez, que compareció este Jueves Santo ante el Congreso para pedir permiso para prorrogar por segunda vez el estado de alarma, se ha escudado en la expansión del virus a nivel mundial para asegurar que «esta crisis no tiene culpables» y sacar pecho de la gestión realizada por el Gobierno español.

El jefe del Ejecutivo ha insistido en que ningún ejecutivo occidental puede decir que no haya cometido ningún error y que todos han reaccionado con tardanza a la pandemia pero que España lo ha hecho «antes» que el resto y de manera más contundente.

Sánchez se ha apoyado en las conclusiones del director regional de la OMS para la UE que avalanen primer lugar el esfuerzo de los sanitarios y la sociedad española y, en último término, las medidas aplicadas por el Gobierno a partir del primer decreto del estado de alarma.

Pero nada ha dicho respecto a que la OMS pidió a todos los gobiernos el pasado 7 de marzo que tomaran todas las medidas necesarias para evitar la expansión del virus con la mirada puesta, evidentemente, en las manifestaciones del 8 de marzo que el Gobierno decidió mantener. El líder socialista no solo ha eludido hacer referencia a aquella petición sino que se ha permitido asegurar que «España ha seguido y seguirá siempre el mandato de la OMS».

Críticas a la oposición

Pero Sánchez sí ha encontrado una cuestión merecedora, a sus ojos, de crítica y es la actitud de los partidos de la oposición. El líder socialista ha puesto en valor el apoyo brindado por la oposición portuguesa y británica a los gobiernos de sus respectivos países para volver a pedir «unidad y lealtad» a las fuerzas de la oposición.

«Es la forma en la que los responsables políticos podemos contribuir al sacrificio, a la resistencia y a la victoria de nuestro pueblo. Y finalizo con una pregunta, señorías, hoy, aquí y ahora: ¿Están dispuestos? Sólo les pido lo que les ofrezco: Unidad y Lealtad», ha cerrado su intervención.

Durante su alocución, el jefe del Gobierno ha destacado también el «sacrificio, resistencia y moral de victoria» que han demostrado los españoles ante esta emergencia pronosticando la «victoria total» contra el virus pese a los casi 15.000 fallecidos que suma a día de hoy la pandemia.

Según el presidente del Gobierno, nuestro país ya ha superado el pico de contagios gracias a que el confinamiento «está funcionando» y ha anunciado que su equipo trabaja ya en un plan para la recuperación progresiva de la normalidad. «Dentro de poco tocará la desescalada, transición o regreso gradual», ha asegurado.

Así, ha explicado que cada mejoría sustancial registrada a partir del 26 de abril estará seguida de un avance hacia la normalidad aunque siempre con la máxima cautela y con el objetivo de proteger a la ciudadanía no inmunizada contra el virus. «Empezamos a ver el final del camino que nos llevará a una nueva normalidad», ha subrayado, haciendo hincapié en que aún se desconoce cómo será esa nueva normalidad.

Pero al mismo tiempo, que Sánchez intentaba insuflar ánimos también reconocía que aún queda camino por recorrer. «Es imprescindible consolidar lo que con tanto dolor y sufrimiento hemos conseguido» ha defendido. «La prioridad es no desandar el camino», ha añadido. Por ello, ha justificado la prórroga del confinamiento hasta el próximo 26 de abril, y ha advertido que «no será menos duro el descenso».

Europa, en peligro

Como en sus últimas intervenciones, Sánchez ha vuelto a presionar a los socios europeos para pedir nuevas fórmulas de ayuda.

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