El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la Moncloa, Pedro Sánchez, ha arrancado este sábado el debate de investidura asegurando que "no se va a romper España ni la Constitución, si no que lo que se va a acabar es el bloqueo".
"Buenos días. No se va a romper España. No se va a romper la Constitución. Se va a romper el bloqueo al Gobierno democráticamente elegido por los españoles", han sido las primeras palabras del candidato a la Presidencia del Gobierno.
Sánchez ha defendido también que "el PSOE es un partido español formado por compatriotas". Así lo ha asegurado desde la tribuna del Congreso, poco después de comenzar la sesión de investidura, y antes de avisar a la derecha de que "se equivoca al cuestionar el compromiso de la izquierda con España".
Sánchez ha subrayado que el diálogo es "la única vía posible" para resolver el "conflicto" catalán y ha señalado que dicho diálogo debe estar "amparado" por la Constitución. "Abramos un diálogo honesto amparado por la seguridad que otorga nuestro marco legal", ha dicho Sánchez en su discurso de investidura, en el que ha considerado que hay que dejar atrás la "judicialización del conflicto" y "retomar la senda de la política".
El presidente del Gobierno en funciones ha insistido en que es necesario recomenzar y retomar ese diálogo en el momento en el que "los caminos se separaron" y en que "los argumentos" de unos y otros "dejaron de escucharse". Ha considerado "innegables" los distintos sentimientos que hay en Cataluña y ha reconocido que en los últimos años ha habido un "abandono" e "incapacidad" por resolver este conflicto, que también ha justificado por las "debilidades y desgastes del sistema autonómico" que hay que "corregir".
Sánchez ha apelado asimismo al diálogo entre todas las fuerzas para resolver otros problemas que afectan a los ciudadanos y que "no distinguen entre izquierdas y derechas". "No pediremos a nadie que renuncie a sus principios, solo que renuncien a su sectarismo", ha asegurado.