Si su décimo de la Lotería de Navidad de este 2013 es el 79.712, ya puede descorchar el champán: ha sido agraciado con el segundo premio. O lo que es lo mismo, se lleva 6.250 euros por cada euro jugado. O mejor, 125.000 euros por décimo aunque, eso sí, calcule que tendrá que descontar un 20 por ciento de impuestos.
A las 8.42 horas de este domingo, y ante un público expectante, los niños de San Ildefonso Isaac Patricio Vaquero e Isabel Flores Espinal han cantado el segundo premio en el último alambre de la primera tabla. El año pasado, en cambio, lo hacían a las 12.01 horas. En 2011 a las 12.28 horas y en 2010, más temprano, a las 10.52 horas.
El más de un millón de euros, en concreto 1.250.000 euros, que tiene de premio cada una de las 160 series han caído íntegros en Granadilla de Abona en Santa Cruz de Tenerife, con presencia en el salón del Teatro Real, que con la emoción se ha vuelto loco. En concreto, el número ha sido vendido en la Administración Hermano Pedro del municipio del sur de Tenerife, que vive fundamentalmente del turismo.
No repiten, por tanto, Aranda de Duero (Burgos), a donde se fue el año pasado casi íntegramente el segundo premio de la Lotería, pese a que la peña 'El Chilindrón' se había hecho este año con un número entero con la esperanza de repetir su suerte.
Con el dinero repartido, los vecinos afortunados de la localidad se decidieron por «tapar agujeros», «pagar la hipóteca» o «dejarlo como colchón por lo que pueda venir», según contó a ABC José Luis Serrano, el orgulloso lotero que vendió el año pasado el segundo premio. Lo mismo que ha asegurado Jesús Lorente, uno de los afortunados de este año que se encontraba en el salón.
Jesús Lorente, el agraciado con el segundo premio que estaba en el salón de loterías donde se dio el premio, compró su décimo en la gasolinera Repsol de San Isidro, al sur de Tenerife —en donde se han vendidos varios décimos del 79.712—. Vive en Las Galletas, una de las localidades más populosas del sur de la isla, y ya ha avisado de que gastará el dinero en la isla.
Laura, una de las trabajadoras de las gasolineras Repsol del Grupo González en las que se vendieron parte de los décimos agraciados con el segundo premio, ha confirmado en la radio pública canaria que «todos los compañeros compramos un numerito».