viernes. 19.04.2024

"A lo largo de estos años gracias a los medios de comunicación y a la opinión pública de Lanzarote, que es muy sensible, se ha ido permeando e incorporando a el pensamiento de los políticos muchos temas importantes que luego han ido de una manera más natural incorporándose a las políticas"

"Hay que renovar el pensamiento y volver a empezar con más ilusión y consenso pues debería ser la lección que debemos aprender de estos años"

"Como técnico yo no debo hacer pronunciamientos políticos"

"Lanzarote no se parece para nada a la isla en crisis, con una confrontación durísima y saliendo de una situación de problemas urbanísticos muy serios con la que empezamos el Plan"

"Lo que espero es que cuando se propongan redactarlo de nuevo se haga con consenso, porque los planes deben durar un tiempo y para que sean eficaces y duren deben ser fruto del compromiso y del encuentro"

"Los planes municipales son muy difíciles de hacer, hoy en día son de una complejidad técnica extrema y eso está redundando en que por toda España hay una epidemia de anulaciones de planes municipales"

"Desde luego, si tenemos la ocasión, recuperaremos el trabajo en Lanzarote y con la ilusión del primer día"

Una de las noticias de los últimos meses ha sido sin duda el anuncio por parte de la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, de que después de tres lustros de trabajo su Gobierno ha decidido tumbar el Plan Insular y comenzar una vez más de cero. La decisión, teniendo en cuenta que el Partido Socialista (PSOE) ya hizo lo mismo precisamente cuando arrancó este trabajo con el Plan General de Arrecife, ha generado una enorme polémica. Este viernes habló en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio-COPE Lanzarote la persona que más luz puede dar sobre el presente y el futuro del documento, el doctor en arquitectura José María Ezquiaga. El urbanista describe en la siguiente entrevista el sentimiento que le ha provocado la noticia, explica de forma magistral qué se puede y se debe aprovechar del trabajo que han realizado en estos años y anuncia su intención y la de su equipo de darle continuidad al proyecto si finalmente les confían la redacción definitiva. 

José María Ezquiaga con Pedro San Ginés y Marcos Bergaz, cuando este último llevaba  el Área de Política Territorial en Lanzarote
José María Ezquiaga con Pedro San Ginés y Marcos Bergaz, cuando este último llevaba el Área de Política Territorial en Lanzarote

 

- ¿No cree que desde que se contrató el desarrollo del Plan Insular hasta ahora ha pasado demasiado tiempo?

- Efectivamente, el proceso se ha hecho larguísimo principalmente por las dificultades de encontrar una mayoría que pudiera hacer propio y aprobar el documento a lo largo del tiempo. Ahora bien, después de tantos años de experiencia trabajando en urbanismo por toda la Península y fuera de España en multitud de países, llego a la conclusión de que estos procesos son siempre fructíferos. A lo largo de estos años gracias a los medios de comunicación y a la opinión pública de Lanzarote, que es muy sensible, se ha ido permeando e incorporando a el pensamiento de los políticos muchos temas importantes que luego han ido de una manera más natural incorporándose a las políticas. Digamos que no ha sido un trabajo estéril, es verdad que a todo profesional le encanta poner la bandera en la cumbre del Everest o concluir los trabajos felizmente, pero el planeamiento es un proceso continuo. Cuando empezamos en Lanzarote acabábamos de terminar el plan de otra isla Reserva de la Biosfera como es Menorca, un trabajo que fue Premio Nacional de Urbanismo. Allí el plan sirvió y ahora estamos revisando ese plan justamente porque a lo largo del tiempo han cambiado las prioridades o las cuestiones. Por lo tanto, renovar el planeamiento y volver a pensar es importante. Archivar definitivamente el Plan con la intención de no considerar preciso una ordenación territorial de la Isla si me parecería una lástima, pero hay que renovar el pensamiento y volver a empezar con más ilusión y consenso pues debería ser la lección que debemos aprender de estos años. 

- Hay una cuestión técnica que la mayoría de los ciudadanos no conocemos. El viernes de la semana pasada se anunció por parte de la actual presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, que no había más remedio que tumbar el documento y empezar de cero. Por las palabras de gente que parece que sabe de estas cosas me da la sensación de que eso no es cierto y se podría haber adaptado a las nuevas normativas y continuar con el trabajo que se estaba haciendo sin tener que empezar de cero. ¿Podría aclararnos la situación? 

- Sobre este punto como técnico y por lealtad a las administraciones con las que hemos ido trabajando no debo opinar porque, aunque parezca una cuestión puramente técnica y jurídica, al final puede terminar convirtiéndose en un posicionamiento político; eso como técnico no debo hacerlo. Si los técnicos impusiéramos nuestra voluntad en realidad no habría voluntad democrática de hacer los planes, tenemos que ser como los médicos, dar el mejor tratamiento al enfermo, en este caso al territorio. No cabe duda de que la responsabilidad sobre la salud la tiene cada uno de nosotros, el propio enfermo, sin ninguna duda. Entonces en este punto, cuestiones que se han ido poniendo en la mesa son importantes, como el tema de la renovación de la legislación marco de ordenación del territorio en Canarias. Entre medias se ha producido la renovación de la propia legislación estatal. Pero, yo diría que lo más importante es que el pensamiento sobre urbanismo no está quieto. Yo mismo he estado muy activo desde la pandemia planteando que esto nos obliga a repensarnos no solo los planes territoriales, los planes municipales también. Por ejemplo, la salud y planificar para la salud, para una vida más saludable, no era un tema que estaba en la agenda hace 20 años como importante o prioritario y ahora a mi me lo parece. Lo mismo la legislación en este caso va retrasada, no tenemos leyes que estén dando prioridad a estas cosas. La descarbonización, ahora tiene una importancia mucho mayor que entonces. Ahora sabemos más sobre cómo deben incorporarse al territorio las energías limpias, que era un tema que hace unos años empezaba. Hay muchos temas nuevos y animaría a asumir ese desafío. Lo que tiene siempre sentido es que la opinión pública de Lanzarote sigue mucho estos procesos y creo que es lo más importante, no se parece para nada la isla en crisis, con una confrontación durísima y saliendo de una situación de problemas urbanísticos muy serios con la que empezamos el Plan de la situación actual. Ahora hay mucho mejores condiciones para acabar el proceso.  

- ¿Quién herede el Plan qué podrá aprovechar del trabajo que hicieron ustedes? 

- Hay muchísimo. En primer lugar, muchas de las cosas, las más innovadoras e interesantes en su momento, ahora son normales. Por tanto, el trabajo hereda ya lo que podríamos llamar una cultura, para que me entiendan los lectores, pensemos en los temas de género. Hace 30 años se estaban planteando como novedosos, ahora casi ni los percibimos porque están incorporados al pensamiento normal. Ahora hay muchos temas medioambientales que cuando se hizo el primer PIOL eran rompedores y ahora son normales o rutinarios, la regulación y la transición turística. Le pongo otro ejemplo, cuando llegué por primera vez a la isla estábamos planteando como muy importante el tema de la diversificación turística. Recuerdo que planteé que en algún momento habría turismo gastronómico, cultural en Lanzarote, y se me dijo que era una visión peninsular (risas), que Lanzarote era sol y playa y que de ahí no se movería. Han cambiado muchas cosas, en aquel momento nosotros ayudamos a que se pusiera la antena. Lo mismo habría que hacer cuando se recupere este proceso, ahora el Cabildo tendrá que empezar y plantear una licitación de este Gobierno o el siguiente. Lo que espero es que, en todo caso, cuando se propongan redactarlo se haga con consenso, porque los planes deben durar un tiempo y para que sean eficaces y duren deben ser fruto de compromiso y del encuentro, hacer un poco una constitución. Eso lo hablaba yo mucho cuando venía. 

- Recuerdo que decía esa frase usted en otras ocasiones cuando le preguntábamos hace años por lo más importante que le parecía destacar del desarrollo del documento precisamente para que no se atascara. ¿Sigue creyendo que de no haber consenso no se logrará y que habrá problemas nuevamente?

- Sí, cada legislatura se cambiaría. Entonces yo sentí pena de que no se pudieran llegar a acuerdos para poder sacar adelante el documento. Pero ahora realmente lo que pienso es que se debe aprovechar la oportunidad para hacer un Plan mejor. Finalmente, diría que hay otro tema que está cambiando, pero en toda España. Los planes territoriales ahora cobran más importancia, sin embargo, la legislación canaria en este punto fue en la línea de hacerlos más suaves, con menos determinaciones vinculantes, dando un poco la preferencia en ese punto a los planes municipales. Sin embargo, los planes municipales son muy difíciles de hacer, hoy en día son de una complejidad técnica extrema y eso está redundando en que por toda España hay una epidemia de anulaciones de planes municipales. Precisamente la corriente que recorre toda España y Europa es que muchas de las cuestiones que ahora tienen que resolver en los planes municipales en realidad corresponden más bien al planeamiento supramunicipal. Por ejemplo, los temas de descarbonización, los temas clave de movilidad, protección medioambiental, etcétera. Si tuviéramos buenos planes territoriales podríamos tener planes municipales más sencillos y menos costosos para los ayuntamientos y menos en peligro de ser anulados en cualquier momento por cualquier problema burocrático. Ahora bien, esto llevaría a repensarse la legislación urbanística del Archipiélago. Ahí sí me paro a la hora de opinar porque soy un ciudadano más que además quiere mucho a Lanzarote y a las islas y que ha dedicado años de su vida a ello. Deben renovar o pensar renovar el marco legislativo del Archipiélago en la línea de la agenda urbana y en la del nuevo pensamiento respecto a simplificar el planeamiento municipal para beneficio de los alcaldes. No para que pierdan competencias sino para que lo puedan hacer. Claro que hay que actualizar el plan de Lanzarote, pero antes hay que renovar la legislación.

- Supongo que habrá una licitación pública, aunque también se ha deslizado la posibilidad de que se haga una encomienda de gestión, una adjudicación directa. ¿A usted le gustaría continuar con el documento, le gustaría seguir con el trabajo que empezaron y culminarlo?

- Nosotros no tenemos ninguna factura pendiente en el sentido moral, al revés, tenemos agradecimiento y hemos encontrado tanta gente buena en Lanzarote que estamos muy agradecidos, hemos hecho tanto encuentro y pedagogía... Yo he sido toda mi vida profesor y convencer es muy importante. Nosotros volveremos a intentarlo y si lo hacemos bien y somos elegidos pues continuaremos trabajando en Lanzarote. Desde entonces hasta ahora hemos hecho docenas de planes territoriales por toda España, ahora mismo estamos haciendo varios en el País Vasco. Creemos en el planeamiento, creemos que un planeamiento consensuado es útil y bueno, no es más carga burocrática a las espaldas de alcaldes, de administradores y ciudadanos, al revés, puede ayudar. Desde luego, si tenemos la ocasión, recuperaremos el trabajo en Lanzarote y con la ilusión del primer día.

“Sentí pena de que no se pudiera llegar a acuerdos para sacar adelante el Plan Insular”
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