“Todos los colegios se han incorporado en tiempo y forma”. Con esta afirmación, el director de la oficina de Educación en Lanzarote, Juan Cruz, explicó este lunes que los centros de Primaria han comenzado las clases en el plazo marcado por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, es decir, entre el 6 y el 10 de septiembre. Un inicio del curso escolar que ha estado marcado por los retrasos en la ejecución de las obras de algunos centros de la Isla. A este respecto, Cruz explicó que “lo ideal sería que ningún centro tuviera ninguna obra, pero también es verdad que el periodo veraniego sólo da para pintar, limpiar y adecentar las aulas”.
El colegio público Antonio Zerolo de Arrecife, centro en el que están matriculados más de 600 alumnos, ha sido uno de los últimos en incorporarse a la actividad escolar, debido a las obras de reforma de la fachada que aún no se han finalizado. Sin embargo, y como parche, el Ayuntamiento capitalino ha levantado una tapia que separa la obra en ejecución del espacio en el que se mueven los alumnos. “En el Antonio Zerolo van a continuar las obras de la fachada, pero eso no afecta en absoluto al inicio de las clases”, comentó el titular de Educación.
Una afirmación que también respaldó la directora del colegio, Irene Ortiz, al señalar que “la seguridad está garantizada”. “Tenemos algunas dificultades”, ha indicado Ortiz, “pero todas ellas subsanables”. La directora también aseguró que, de momento, las familias de los alumnos no han presentado quejas, tras la reunión que la dirección del centro mantuvo el pasado viernes con los padres para explicarles la situación del colegio, informó ACN (Agencia Canaria de Noticias).
El colegio de Tías, otro de los centros que estaba en el punto de mira por el retraso en la ejecución de las obras, también ha comenzado su actividad en el plazo previsto. “Se trataba de retirar una serie de escombros y hay otras obras que no interfieren en que comience el curso en tiempo y forma”, explicó Juan Cruz.
Para el director de la oficina de Educación, el hecho de que algunos centros no tengan disponible el servicio de comedor pese a que los padres contasen con éste (como en el caso del colegio de Playa Blanca) es responsabilidad de los ayuntamientos que “son los que tienen que hacer las obras de infraestructura para que el comedor funcione”. Según Cruz, tenían la autorización de la Consejería de Educación “y si no la acometen a tiempo evidentemente no podrán empezar a funcionar”.
