Celta B y UD. Lanzarote se repartieron los puntos en un choque espectacular y en el que los dos equipos gozaron de incontables ocasiones de gol para haberse hecho con la victoria. Los rojillos encadenan, con éste, su tercer empate consecutivo y siguen instalados en el octavo puesto de la clasificación.
Hasta el final del encuentro los dos conjuntos trataron de romper la igualada con la que finalmente concluyó el partido que les enfrentó este domingo en el Estadio de Barreiro, aunque algunas veces las providenciales intervenciones de los guardametas y otras el poco acierto de los delanteros, impidió que se alterase el 1-1 en el marcador.
Los rojillos salieron decididos a buscar la victoria desde el comienzo, y en los primeros minutos no dieron tregua a un rival que bastante hacía con evitar los ataques en tromba de los conejeros. Pese a ello, la UD. Lanzarote no pudo concretar ninguna ocasión de las que dispuso, al contrario que los vigueses, que en su primera aproximación al área de Marino se adelantaron en el marcador a los veinte minutos con un gol de Michu.
El tanto descompuso a los conejeros, que sufrieron para marcharse al descanso aún vivos en el partido con el solitario gol de los gallegos, que merecieron haber ampliado diferencias.
Segunda parte de locos
El segundo tiempo fue, tal y como reconocía Paco Gutiérrez en la rueda de prensa posterior al encuentro, de lo mejorcito de su equipo esta temporada lejos de la Ciudad Deportiva, y ello en parte gracias a la entrada al campo de los canteranos Óscar Martín y Toñito. En este sentido, los rojillos tardaron sólo diez minutos en poner las tablas en el marcador gracias al primer gol que anotaba Toñito con la camiseta de la UD. Lanzarote en temporada y media en el club.
Tras el empate, el choque se convirtió en un correcalles con ocasiones claras en ambas porterías, por lo que si el partido hubiese concluído con igualada a cuatro o cinco goles, a nadie le hubiese sorprendido.
Maric para los gallegos, y un tiro al palo de los rojillos, pudieron haber cambiado el signo del encuentro, aunque el empate permite a los conejeros seguir octavos a seis puntos del ascenso.
