sábado. 20.04.2024

El Carnaval de Famara cerró este fin de semana la extensa temporada carnavalera que se ha vivido en la Isla, que ha prolongado estas fiestas durante más de un mes. Los mascaritas respondieron con mucha energía el sábado a la invitación de esta fiesta, en la que las calles de la localidad se convirtieron una vez más en una gran pista de baile, pero en la que se echaron en falta los colores del Carnaval.

Aunque no fueron muchos los que participaron disfrazados a la verbena nocturna, sí que lo hicieron los que por la tarde asistieron al coso de Carnaval. Más de mil personas recorrieron las calles de Caleta de Famara en un desfile que por primera vez se diseñaba para un coso en esta localidad costera, en la que nunca antes se había celebrado este acto tradicional.

Por primera vez, los vecinos del pueblo marinero fueron testigos de un coso que circuló por la Avenida El Marinero a media tarde con el acompañamiento de las tradicionales comparsas, murgas y batucadas que han recorrido todos los carnavales de la Isla. Una vez concluida la cabalgata se puso en marcha la verbena popular en la explanada situada junto al centro socio cultural.

Una noche de fiesta

La distancia de la fecha de esta fiesta con el inicio del Carnaval de la Isla y las bajas temperaturas que se registran en las últimas noches pudieron ser las razones de esta baja asiduidad de mascaritas, que se concentraron en algunos bares de la zona, pero que no fueron los protagonistas de la noche callejera.

Aún así, las calles de Famara recuperaron el movimiento que ha hecho famosas sus fiestas de verano con la participación de cientos de personas que se congregaron alrededor del escenario en el terreno situado en pleno centro del pueblo.

La música y el baile fueron los protagonistas de una noche en la que a nadie le importó que el cambio horario les restase una hora de diversión porque se la sumaron al día siguiente aguantando hasta bien entrada la mañana en los alrededores de la fiesta.

En un ambiente que protagonizaron rostros muy jóvenes, se salpicaron las mejores galas de los más fieles al Carnaval, que se disfrazaron para esta última noche con Don Carnal, y los que acudieron a pasárselo bien con la música de la verbena popular.

Los ventorrillos y las ganas de bailar pusieron el resto de ingredientes para que en Famara se viviese de nuevo una gran fiesta multitudinaria envuelta en el especial ambiente que caracteriza a esta localidad costera.

Junto al mar, rodeados de arena y de casas tradicionales, Famara es una enclave privilegiado para disfrutar de un paisaje lleno de magia que invadió a los que se empeñaron en retrasar al máximo el momento de despedir el Carnaval de este año.

Los mascaritas despiden el Carnaval 2007 en Famara
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