domingo. 11.05.2025

Esta semana no se ha hablado de otra cosa en el círculo en el que nos movemos los periodistas, los políticos y unos pocos ciudadanos que del Plan General de Arrecife. Y digo bien, porque normalmente estos temas, que nos preocupan mucho a los que seguimos más o menos al dedillo la información diaria, les suelen preocupar muy poco o nada a la mayoría de la población.

En varias ocasiones he escrito sobre este importante asunto. Hay que tener en cuenta que estamos hablando del planeamiento de la capital de Lanzarote para los próximos veinte o treinta años, estamos hablando de la toma de decisiones sobre el desarrollo urbanístico de cada zona, sobre la edificabilidad, sobre los lugares que serán zonas verdes y deportivas, los lugares en los que podrá haber escuelas, sobre las alturas que se podrán construir... Por eso es tan importante, no porque su tramitación se haya convertido en la habitual pelea de gallos de la antesala de la campaña que amenaza con caernos encima en pocos días. Eso, la rentabilidad política que cada uno saque al asunto, me preocupa bien poco, como entiendo que debería preocupar bien poco al resto de vecinos que no tienen más interés que el interés general.

Teniendo en cuenta el delicado momento político en el que nos movemos, los periodistas debemos ser cautelosos a la hora de dar nuestra opinión sobre cualquier tema. Sobre todo porque en seguida llega el listo de turno que te etiqueta, te dice que eres de uno u otro partido, que escribes al dictado de quien te paga y boberías similares que a los que tenemos más experiencia en esto realmente nos resbalan, o nos deberían resbalar. Pero es así, aunque uno no tenga un solo metro cuadrado que pudiera ser susceptible de enriquecimiento con el movimiento de una raya más o menos favorecedora, lo cierto es que si apoyas el documento que ha presentado el equipo que lidera María Isabel Déniz te dicen que eres de Coalición Canaria (CC), y si no lo apoyas, dependiendo de cómo no lo apoyes, te dicen que eres de cualquiera de los partidos que se oponen.

Lo del Plan General de Arrecife es un asunto complejo. Ni los políticos que discuten sobre el tema sabrían de qué están hablando si antes no se hubieran asesorado con técnicos en la materia. El problema es que de lo que dicen los técnicos cada uno se queda con la parte que le interesa. Por eso hay tanta disparidad de criterios y por eso casi nunca coincide lo que piensa el Gobierno y la oposición.

Este viernes por la mañana tuve la oportunidad de charlar brevemente con Ginés Quintana, el concejal de Alternativa Ciudadana (AC-25M), uno de los pocos políticos -qué raros son- que habla claro y dice las cosas como las diría cualquiera que hable para el pueblo y como el pueblo. Precisamente eso le comenté, que sería necesario que en los debates políticos se explicara con más sencillez qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, pero no en términos de “los errores de la Adaptación en realidad son modificaciones sustanciales” y cuestiones por el estilo. La gente lo que quiere saber es si el Plan General contempla la posibilidad de hacer más colegios, si en la casa que tiene en Argana va a poder construir en altura para que sus hijos puedan vivir ahí (¡cómo está la vivienda, Dios!), si se va a crear una nueva vía que divida algún barrio en dos mitades, si con determinado convenio se va a beneficiar a un poderoso y se va a perjudicar a los de siempre... Ese tipo de cosas.

Sigo diciendo que Dimas Martín, el más listo de la clase, hace tiempo que saca ventaja al resto. En sus cuñas radiofónicas que Lanzarote Radio lleva emitiendo desde hace tiempo habla de este asunto con claridad. Tendrá o no tendrá razón, pero clarito, lo dice clarito. Por eso creo que el grupo de gobierno del Ayuntamiento, y muy probablemente el Partido Popular (PP) -casi nadie duda ya que votarán a favor este lunes-, deberían explicar con transparencia y para todos los públicos por qué el documento que se aprueba es el mejor de los posibles, y en qué perjudica y beneficia a los ciudadanos a los que afecta.

Si todos siguen por el camino del enredo y de la confusión constante que provoca el “y tú más”, la mayoría seguiremos sin entender nada de nada. Nos quedarán las mismas dudas y seguiremos pensando que los políticos cada vez están más alejados de los ciudadanos.

El Plan General de Arrecife
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