lunes. 12.05.2025

A lo largo de la semana se han producido numerosos amagos informativos referidos a la posibilidad de que los dirigentes de Asamblea por Lanzarote (ApL) se reunieran para estudiar la oferta que tienen sobre la mesa para integrarse en Coalición Canaria (CC). No es extraño que las informaciones fueran dando tumbos, que se filtraran noticias contradictorias. No creo que ni los integrantes de este partido de nuevo cuño tengan claro su futuro, sepan exactamente lo que van a hacer. Son muchas las cosas que hay que pensar antes de dar un paso tan importante.

No hace falta que explique a estas alturas que ApL es un partido político que nació después de una nueva crisis en el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), tal vez la crisis más grande que ha tenido la formación que indiscutiblemente lidera Dimas Martín desde la salida de políticos como Juan Carlos Becerra o Pedro de Armas. ApL está conformado por un bloque sólido de cargos públicos y orgánicos del PIL que decidieron marcharse después de un durísimo enfrentamiento con su líder, después de un enfrentamiento que se podría haber resuelto si Dimas se hubiera bajado del burro de sus exigencias y María Isabel Déniz, Celso Betancor y compañía hubieran tenido algo más de paciencia. La reconciliación ahora es imposible, después sobre todo de las múltiples descalificaciones que se han hecho los unos a los otros. La palabra “tránsfuga” sobrevuela por las cabezas de todos ellos, de los de ApL, y me consta que les duele. No es agradable que a un político le llamen tránsfuga no sólo tus antiguos compañeros, sino representantes de otras formaciones que de vez en cuando se suben al carro para hacer oposición política de salón, y algunos medios que colocan el nombre como coletilla de las informaciones.

Pero ahora no quiero entrar en el análisis del posible pecado de transfuguismo de la gente de ApL, porque me llevaría rato dar mi opinión al respecto. Me gustaría centrarme brevemente en el tema de las negociaciones de CC. Parece que hay ciertas prisas en la formación que preside Paulino Rivero en hacer alianzas de este tipo. Este viernes sellaba un importante acuerdo en Tenerife con el Partido Nacionalista Canario (PNC) que preside su viejo compañero de los tiempos en los que la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) era un embrión de lo que es hoy, el profesor Juan Manuel García Ramos.

Y las prisas, como se suele decir, no son buenas. Me da la sensación de que se está actuando con cierta ligereza y con poco entendimiento de la realidad política que se vive en estos momentos. A ninguna de las dos formaciones les interesa fusionarse. ApL cuenta de cara a las elecciones locales y autonómicas que están a punto de iniciarse con la tremenda ventaja numérica que te da en las urnas el partir con la Presidencia del Cabildo insular y la Alcaldía de Arrecife. Inés Rojas y María Isabel Déniz, que estoy seguro de que serán cabeza de lista a las dos principales instituciones, son un valor de presente y de futuro para su formación. Si a esto le añadimos el peso que seguramente seguirá teniendo Juan Pedro Hernández en Teguise, se juntan argumentos suficientes para pensar que por sí mismos pueden lograr un más que interesante resultado en mayo con el que luego jugar sus bazas. CC, sin embargo, no lo tiene tan claro, y de momento sólo parece tener garantizado el triunfo en Tinajo. En los demás feudos ha perdido peso, sobre todo en Yaiza, donde el Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL) de José Francisco Reyes tiene mucha más fuerza que cualquier candidato que ahora se saquen de la chistera. ¿Quiere decir esto que su única salida sea la de pactar con ApL? A mi modesto entender no. Presentándose por separado no tienen más que unir fuerzas después. Si se paran a echar números, entenderán lo que digo. Y si no, otra forma inteligente de abordar la cuestión sería la de unir siglas, presentarse como CC-ApL donde ganen más que yendo separados.

Ocurra lo que ocurra, porque es probable que acaben formando si no una alianza de integración sí de fusión, el panorama político de cara a las próximas elecciones se presenta ciertamente complicado. El evidente ascenso de Alternativa Ciudadana (AC-25M), el peso que pueden ganar formaciones como el PNL o el Centro Canario (CCN), la indudable fuerza que va a seguir manteniendo el PIL, el mantenimiento del Partido Popular (PP) -lo siento Astrid y Cándido, pero no me creo las encuestas- y el presumible crecimiento del Partido Socialista Canario (PSC) van a generar un mayor fraccionamiento del voto, una división que generará instituciones en las que conformar una mayoría estable será una tarea de chinos, de chinos mandarinos.

Dicho esto, muchos no entenderán que recomiende a los integrantes de ApL, únicamente desde el punto de vista estratégico y numérico, que no se integren en CC. Supongo que no me harán caso, y supongo que me volveré a equivocar y las urnas dirán algo distinto a lo que ahora se intuye. Habrá que esperar.

Chismes de última hora

Cambio de asunto. Hace unos días escribí un artículo en el que explicaba la razón por la que nunca me voy de vacaciones en julio o en agosto. Son los meses en los que pasa de todo en Lanzarote. Estoy en condiciones de adelantar que una vez más no me he equivocado.

Y no lo digo por lo de la visita de Zapatero. Tampoco lo digo por el concierto de Estopa o por la elección de Miss Lanzarote y Reina de las Fiestas de San Ginés, que también son acontecimientos importantes. Lo digo porque se van a producir noticias que se calificarán como “bombazo informativo”. A su lado, lo del meditado anuncio del director general de Costas, José Fernández, de la futura demolición del hotel Papagayo Arena de Playa Blanca no va a ser nada. Una de las cosas que me han dicho que va a pasar tiene que ver con el Cabildo, con la situación del actual pacto y con la aprobación de determinados documentos de notable importancia para el futuro político de la Isla. La otra cosa tiene que ver con el Partido Socialista Canario (PSC), con el mitin que se celebra el día 19 de agosto con la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero y con el posible anuncio de la candidatura socialista a la presidencia del Gobierno canario. ¿Tendría razón José Blanco cuando adelantó la salida de Juan Fernando López Aguilar del Ministerio de Justicia, habrá confirmación de los pronósticos desechados? El que disfrute con la política no debería perder de vista estos asuntos.

¿El fin de unas siglas o el comienzo de otras?
Comentarios