jueves. 01.05.2025

Definición de friqui: persona que sin oficio ni beneficio accede a la vida pública televisiva con el único bagaje profesional de haber sido capaz de hacer cosas que no están al alcance de las personas normales, dotadas de una inteligencia de nivel medio y una cultura mas o menos aceptable.

Ejemplos de friquis los tenemos todos los días cada vez que ponemos la televisión. Personajes cuyo único mérito, para estar en antena y ganar un dineral todos los meses, ha sido el de carecer de escrúpulos para contraer matrimonios de conveniencia, hacer hijos a famosos, montajes demostrando infidelidades que no existen, ser de una determinada tendencia sexual, haberse presentado a lamentables reálitis en lo que lo único que se pone de manifiesto es su absoluta falta de moralidad, de sentido común y de vergüenza, etc., etc., etc.

Estos personajes, los cuales ofenden, la mayoría de las veces, la inteligencia de las personas, tienen un gran mérito, dentro de su patetismo existencial y que no es otro que, no sabiendo hacer la o con un canuto, han conseguido que alguien, no solo les contrate sino que además les pague. Ole por ellos.

Con los políticos ya es otra cosa, evidentemente mucho mas seria.

Definición de político: persona que gracias a unas elecciones democráticas accede a un cargo público sin más merito que el de ser capaz de aguantar lo que alguien superior, los lideres de los partidos, les diga que tienen que hacer o decir.

La similitud con los friquis radica en el hecho de que para ser cualquiera de las dos cosas, friqui o político, no se necesita ningún requisito especialmente difícil de obtener. Es decir, para ser político no hace falta ser inteligente, culto, preparado, racional, ético o profesional en alguna faceta especifica de la vida cotidiana. Es decir que político puede ser cualquiera.

Sin embargo, la gran diferencia radica en el hecho de que a los políticos los elegimos los ciudadanos para que hagan de nuestra existencia un mundo mejor, para que con nuestros dineros consigan que nuestra vida sea mejor cada día y en definitiva, que eligiéndolos los ciudadanos mejoremos nuestra calidad de vida.

A los friquis les paga un señor que considera que son lo mejor para su negocio. A los políticos les paga el ciudadano en la creencia que son los mejores de la clase.

Cuando un ciudadano se presenta a unas elecciones, presumimos que es por vocación de ayuda al resto. Pensamos que el que se presenta a concejal lo hace porque se cree capacitado para llevar a cabo una labor ciudadana para la que el resto no estamos igual de capacitados. Y sobre todo, se presenta sabiendo la cruda realidad para el: que puede salir con cargo o sin el. O sea que puede cobrar o no.

La realidad es totalmente lo contrario. La realidad es que solamente se presenta como una salida laboral, muy bien pagada en la mayoría de los casos y con un nivel de exigencia profesional muy bajo o nulo en la mayoría de los casos.

Los últimos ejemplos de dimisiones que hemos tenido en Lanzarote reflejan esta realidad. No cobro pues lo dejo. Como no me liberan me voy, unos a su casa y otros al grupo ese de innominados y demuestro a todas luces que cuando me presente a concejal lo único que buscaba era la pasta y la realidad era otra.

Para ser trabajador de un Ayuntamiento, un Cabildo o un Gobierno autonómico tienes que tener una cualificación profesional, estudios, cultura, preparación y además someterte a un examen, oposición, en el que tienes que demostrar tu grado de preparación. Y eso compitiendo con 50.000 ciudadanos con la misma o incluso mas preparación que tu.

Policías, Bomberos, Administrativos, funcionarios públicos en general, han tenido que demostrar su valía profesional para acceder a un trabajo.

Pues lo curioso de la política es que cualquier aparcavacas, amarraboinas, arrancafarolas o inculto manifiesto, puede ser el jefe de ese ciudadano que tanto ha tenido que luchar y demostrar para llegar a su puesto de trabajo.

Esa es la gran miseria de la democracia, que para ser trabajador tienes que demostrar que tienes lo que hay que tener y sin embargo para ser político solo tienes que demostrar que tus tragaderas estomacales son infinitamente más grandes que las del resto de los mortales.

Y para que alguien no se confunda y busque donde no hay, políticos preparados los hay y muchos. Políticos honrados, éticos, profesionales, inteligentes, cultos y hasta guapos, existen y todos los ciudadanos sabemos quienes son, donde están y que es lo que hacen en su función publica.

Políticos o friquis
Comentarios