Si hay algo que me ha quedado claro después de ver el nuevo gobierno del PP es que a Mariano el apoyo de los socialistas mediante su abstención en la votación de investidura le ha sentado muy mal, como ya escribí hace poco.Si analizamos a los ministros que conforman el nuevo gabinete, nos damos cuenta que eso de negociar nada, de buscar apoyos mayoritarios para la acción de gobierno menos y que su objetivo, el mismo que tenía antes de ser investido Presidente, es el de provocar nuevas elecciones en cuanto la normativa temporal se lo permita, es decir, allá por mayo o junio del 2017.
Cómo va a negociar la Reforma Laboral si mantiene a Fátima Bañez. Cómo va a derogar la Ley de Seguridad Ciudadana con Rafael Catalá al frente. Que se olviden de quitar la LOMCE porque mantiene a Méndez de Vigo. Por no hablar de los temas económicos en manos de Montoro y De Guindos. Por si esto fuera poco, recordemos que en el debate de investidura, el bueno de Mariano afirmó, con su contundencia habitual, que estaba dispuesto a negociar lo negociable y punto. Eso en “roman paladino”significa que, a efectos prácticos, negociará lo que a él le interese y el resto no se toca. ¿Alguien puede pensar, estando en su sano juicio, que las leyes estrella de cuatro años de mayoría absoluta las va a cambiar teniendo alternativa? Mariano es gallego, no tonto.
Que a la oposición en pleno el nuevo gobierno no les gusta es lógico,hasta ahí podíamos llegar. Pretender que los que siguen, Montoro, Bañez,Catalá, De Guindos, Soraya, etc., les gusten es absurdo. Son los coautores del desastre nacional, según la oposición, acaecido en nuestro país en los últimos cinco años. Que las nuevas joyas de la corona, la Cospe, Dolors, Nadal, Dastis, Zoilo y De La Serna, tampoco les guste tiene su explicación. La primera es una experta en justificaciones imposibles. Si alguna vez tenemos que explicar el origen de los agujeros negros o la razón de su existencia, nos podemos olvidar de Stephen Hawking, que ya la tenemos a ella. Le da lo mismo aclararnos el origen del universo que un despido en diferido o que para limpiar un ordenador la mejor forma de hacerlo es a la vasca, a ostias. (Perdón por la expresión pero es la que más se ajusta al hecho en sí mismo)
La segunda, Dolors Montserrat, primero hace honor a su apellido. Qué mejor que un dolor para la cartera de Sanidad. Además, entre sus méritos políticos, que no los voy a discutir si los tiene o no, está el hecho de que con el bueno de Cristóbal se va a llevar de cine. La empresa de su familia es amiga del ministro de Hacienda, entre otras cosas, le debe algo más de dos millones de euritos. Yo me pregunto qué tal le habrá sentado al ministro este nombramiento, cuando dejó bien claro que alguien que no estaba al día con las cuentas o presentaba irregularidades fiscales, Jose Manuel Soria por ejemplo, no podía formar parte del gobierno.
Del tercero qué podemos decir. Álvaro Nadal ha sido el cocinero económico de la Moncloa, por lo que, en premio a sus quehaceres, era fácil nombrarlo. Forma parte de la línea dura del sector económico del PP y es lo más cercano a Rajoy que se conoce, después de su familia por supuesto.
De Alfonso Dastis no tengo nada que añadir. Ni sabía que existía, bueno ni yo ni nadie que no esté en Bruselas. Para nombrar a este no habría cambiado a Margallo. Del nuevo de Interior, Juan Antonio Zoilo, solo diré que me suena algo de sobresueldos en “B”, reconocidos por el mismo, lo cual le honra.
Y por último, la joya física del Gobierno, el nuevo niño bonito del grupo y,para algunos, más guapo que el defenestrado Pedroooooooo, Iñigo de la Serna. Me han dicho las malas lenguas, que para eso son malas, que el Tribunal Supremo acaba de tumbar el Plan General de Santander, presentado por su alcalde, el Sr. De La Serna. Pues si esto es así, bonito principio de mandato para el nuevo Ministro de Fomento.
Con estos mimbres, me da la impresión que a su jefe de filas, D. Mariano, eso de llevar una legislatura negociada se la trae al pairo. Mantiene lo viejo y tunea lo nuevo. Insisto en que a la oposición este equipazo no le guste me parece normal, está en su ADN criticar todo lo que venga del enemigo, pero el problema es cuando, analizando lo que tenemos, a los que no somos ni socialistas, ni ciudadanistas, ni podemistas, ni independentistas, ni nada que no acabe en istas, salvo Athletistas, tampoco nos hace gracia, tenemos un problemón.
Visto lo visto y oído lo escuchado, estoy convencido de que esto va para corto. Gobernar así, con el Parlamento en contra y los dobermans desneuronados, políticamente hablando por supuesto, de Pablo, Pablito y Pablete (el propio, Errejón y Rufián), va a ser imposible hasta para ese maestro del equilibrio político que es Mariano Rajoy Brey. Aunque también es posible que me equivoque y encuentren un camino común, en el que el único beneficiado sea el ciudadano, aunque permítanme la licencia, conociendo el percal, eso no se lo cree nadie.