Viendo el panorama político español actual, y aun mas el planteado después de las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, a mi y creo que a algún ciudadano mas, nos asalta una duda existencialista.
Es cierto y no seré yo el que lo niegue, que la irrupción de un partido nuevo ha socavado los cimientos de la clase política española.
Es cierto que Podemos, como así se denomina este nuevo planeta, ingresa por derecho propio en la, ya de por si, saturada constelación política nacional.
Hay partidos que nacen al amparo de la desilusión, de la desidia, de la frustración y de la indignación que la clase política actual ha generado entre miles y miles de ciudadanos. Estos, los ciudadanos, contra el status quo que se ha instalado en nuestro país, donde la corrupción, la inoperancia, el trafico de influencias y demás virus instalados en lo mas profundo del sistema político patrio, donde tengo muy claro que no escapa ninguna formación política, no les queda otra que manifestar su profundo desprecio a lo establecido y para ello se suben al carro de unos ciudadanos dispuestos a poner en practica la mas hilarante y utópica forma de hacer mejor las cosas.
Que quede muy claro de antemano, mi profundo respeto por todos aquellos que se presentan a la política con la idea de cambiar las cosas, con la idea de mejorar nuestro nivel de vida y aquí incluyo a los de Podemos.
Pero el peligro, o mejor dicho, lo peligroso de esta idea es aprovecharse de la indignación cada vez mas creciente que tienen los ciudadanos para embarcarse en un proyecto con muchísimas mas sombras que luces.
Si se han leído el programa electoral de esta formación de nuevo cuño, se darán cuenta de pequeños grandes detalles.
De su decálogo electoral yo suscribo muchos de sus argumentos. Estoy de acuerdo en que hay que acabar con esa lacra de la corrupción profundamente arraigada que hay, no solo en el estamento político, sino en otros muchos ordenes de la vida, la justicia, la banca, los sindicatos, etc.
¿Quien no esta de acuerdo en que todo aquel que ose meter la mano en una caja que no es suya sea juzgado y condenado si es culpable, o que, en virtud de determinadas componendas legales, se juzgue a los ciudadanos de forma completamente diferente en función de quien es quien, o que se enchufe sin mas merito contraído que la consanguinidad, genética o partidista, en puestos excesivamente bien pagados, o que solo por el hecho de haber sido elegidos para la gloria en unas elecciones tengan unos privilegios de por vida a los que los que les han elegido jamas llegaran por muchas vidas que tengan? Estoy convencido que la pregunta ya la han contestado mentalmente mientras la estaban leyendo.
Bueno pues yo soy el primero que suscribo eso y mucho mas. Soy el primero que manifiesto mi repulsa a lo que se ha convertido la clase política, que no casta.
Pero ademas de eso, el programa de Podemos incluye una serie de puntos que son de una utopía y demagogia digna de elogio. Decir todo lo que no funciona, o lo que funciona mal o muy mal es muy sencillo. Mi hijo de quince años me lo dice casi todos los días.
Ahora bien, para solucionar lo que no funciona no podemos inventarnos medidas y contra-medidas imposibles de ejecutar o, de ser ejecutadas, que nos llevarían a la mas absoluta ruina en muchos aspectos fundamentales de nuestra sociedad.
Un sabio acuñó una frase que se podía aplicar perfectamente en este caso, “vísteme despacio que tengo prisa”. Cuando casi todo funciona mal, para muchos evidentemente, la solución no es romper con todo de golpe, como si hiciéramos estallar una bomba atómica en mitad del problema.
Las cosas hay que cambiarlas, si, pero de forma progresiva y empezando por donde realmente se puede empezar, por la clase política española, que no es mala, es muy mala. Y hay que empezar cambiando las estructuras del sistema desde dentro, desde los municipios hacia arriba, no empezando desde Europa hacia abajo.
Podemos ha sabido, relativamente, aprovecharse del grado de indignación que tienen muchos españoles para auparse a un escaño donde poco o nada van a poder hacer por cambiar las cosas. Digo relativamente porque aunque 1.200.000 votos son muchos para algo tan nuevo, si de verdad hubiera calado en el conjunto de los millones de indignados españoles el resultado hubiera sido infinitamente mas contundente y significativo.
En ningún caso le voy a negar el merito que tienen con apenas ocho meses de vida pero tampoco les voy a otorgar mas merito que el haber sabido llegar a una parte de la población que votaría a cualquiera que le llevara la contraria al poder establecido.
Pero no podemos olvidar que esta es una opción de izquierdas, que esta situada mas a la izquierda que Izquierda Unida y mucho mas que el PSOE. El hecho de posicionarse tan a la izquierda del panorama ideológico nacional hace que miles de indignados, después de saber como solucionarían los temas cotidianos, mas allá de los relacionados con la corrupción política, judicial y bancaria, no les han votado ni les votaran nunca. Indignados si, muchos, pero utópicos manejables los justos.
Y aquí es donde el titulo de este articulo cobra sentido.
Somos muchos españoles que por formación, educación, cultura, etc, formamos parte de ese grupo de ciudadanos a los que la ideología de izquierdas nos queda muy lejos. Con esto no quiero decir, aviso a opinantes, que la gente de izquierda ni este formada, ni educada, ni mucho menos sea culta. Seguro que la gente inteligente entenderá el sentido de mis palabras por lo que huelga hacer mas aclaraciones a este respecto.
Somos muchos ciudadanos, de tendencia ideológica moderada, que buscamos el progreso de nuestra sociedad y por lo tanto somos progresistas, que defendemos el desarrollo de nuestra comunidad autónoma porque es donde vivimos y por lo tanto somos autonomistas y que estamos convencidos que del desarrollo de nuestro país depende nuestro propio desarrollo y por lo tanto también somos españoles.
Pues todos estos ciudadanos también estamos indignados ante lo que estamos padeciendo. También creemos que la clase política hay que depurarla de forma urgente antes de que termine de contaminar a los que todavía creemos en una forma diferente de hacer las cosas.
El único problema que tenemos es que, en función de nuestras especificidades ideológicas, económicas y sociales, diferentes, que no mejores, mientras el panorama existente por la izquierda política es casi tan amplio como las ofertas de Hiper Dino, nuestras opciones se reducen a la nada. Estoy refiriéndome a la Comunidad Autónoma Canaria, donde la única opción a la derecha de la izquierda es el Partido Popular.
La gran ventaja que tienen los indignados similares a nosotros que residen en otras comunidades autónomas es que siempre les queda la opción del nacionalismo racional, como el del PNV o el de Unió Democrática de Cataluña. Son partidos que se sitúan en un ámbito de derecha moderada y progresista, Con matices pero una opción valida.
Por contra, en Canarias no tenemos ni esa opción, ya que el nacionalismo canario habría que inventarlo.
De esta manera somos muchos los españoles que cuando lleguen las próximas elecciones, si no cambia mucho el panorama, tendremos que votar en blanco o, si el día es bueno, quedarnos en la playa. Estoy convencido que el grado de abstención que tenemos en todos y cada uno de los diferentes procesos electorales viene dado, en muchos casos, por la ausencia de alternativas políticas situadas a la derecha de la izquierda.
Si soy un indignado de izquierdas hasta el gorro, por ejemplo, de las políticas económicas del PSOE siempre podre votar a Izquierda Unida,
Coalición Canaria, Ezquerra Republicana, Bildu, UpyD, Alternativa Ciudadana 25M, Podemos, Anti-taurinos, los Verdes, etc. Todas validas y opciones perfectamente democráticas. En cambio si soy un indignado de derechas hasta el gorro, por ejemplo, de la corrupción del PP no me queda otra que irme a mi casa si vivo en Canarias o votar al PNV o Unió Democrática si resido en Cataluña o en blanco. El panorama político actual no contempla ninguna opción valida, ya que la única que se ha formado a la derecha del PP se va casi a la extrema derecha y eso votar extremismos va a ser que no.
Bonito panorama nos espera a miles de indignados