sábado. 17.05.2025

El pasado sábado el Consejo Político Nacional de Coalición Canaria (CC) aprobó la nueva organización del Grupo Nacionalista en el Parlamento, donde Fernando Clavijo asumirá la Presidencia y José Miguel Barragán actuará de portavoz. En esta última labor le acompañarán los diputados Narvay Quintero y Beatriz Calzada como portavoces adjuntos. La cúpula parlamentaria estará representada por tanto por un tinerfeño, un majorero, un herreño y una grancanaria. ¿Dónde está el peso de Lanzarote en la organización, dónde está una isla que aporta tres parlamentarios directos desde su isla de ocho posibles? Es una pregunta que se formulan muchos desde el pasado sábado.

Quien anunció estos nombramientos fue una palmera, la secretaria de Organización, Guadalupe González Taño, quien ha afirmado que el liderazgo del partido en el Parlamento de Canarias va a ser "claro, contundente y rotundo" en la defensa de Canarias, el REF y el Estatuto de Autonomía. Una palmera que acompaña a un majorero en la cúpula orgánica, donde Lanzarote tampoco está representada, como no lo está en la Mesa de la Cámara.

Llama poderosamente la atención el escaso peso de una de las islas en las que CC es referente total y absoluto dentro del conjunto del Archipiélago, siendo como fue Lanzarote además pieza fundamental en la caída de Paulino Rivero y de toda la vieja guardia de la organización, con el siempre premiado José Miguel Barragán también al frente. Pero en política, y más en el Archipiélago, la memoria es corta, o sirve para poco.

Fernando Clavijo llegó al poder de la organización principalmente gracias a Lanzarote. Gente como David de la Hoz, que en aquel momento era secretario general, o su amigo Antonio Morales, ya poco amigo, enrolado en un nuevo proyecto político en Tinajo y que era secretario de Organización e hilo conductor de todo el proyecto, fueron los artífices del trabajo de campo que fue necesario para provocar un cambio que casi nadie preveía. Isla a isla, pueblo a pueblo, se fue cogiendo el pulso de la organización hasta culminar en septiembre de 2014 un trabajo que no fue nada sencillo y que tenía como principal objetivo terminar con un ciclo político que daba claras muestras de desgaste. Lógicamente, Paulino Rivero y la vieja guardia, con numerosos adeptos también en Lanzarote, se resistieron al cambio y pusieron las cosas muy difíciles; pero perdieron.

En estos momentos está sucediendo algo parecido. Aunque Clavijo sólo ha estado cuatro años de presidente, es el principal responsable de que los nacionalistas pierdan el poder de la Comunidad Autónoma y de cabildos como el de Fuerteventura o Lanzarote, como lo es sobre todo Barragán. Ambos no han sabido llevar con tino el peso de unas negociaciones en las que han ido dando tumbos. En lugar de hacer autocrítica, en lugar de realizar cambios, los nacionalistas parecen confiar todo a un aviso expresado en forma de deseo por el número dos del Partido Popular (PP), Teodoro García Egea, quien ha barruntado la posibilidad de que en otoño haya una moción de censura en las Islas contra el Gobierno del socialista Ángel Víctor Torres, que ni siquiera ha tomado posesión.

Lo que tiene que saber Clavijo, y sobre todo Barragán, es que lo que hoy parece dulce ambrosía en la organización mañana se puede convertir en hiel. Y el mañana vendrá cuando no se cumpla el pronóstico de García Egea y el Gobierno presidido por un socialista cumpla la mayoría de edad. Será entonces cuando surgirá, según han confirmado a este diario diferentes fuentes, las verdaderas voces críticas que ahora están en periodo de barbecho. Porque voces críticas que piden no sólo reflexión sino cambios drásticos hay dentro de CC, en especial en Lanzarote.

Como ya ocurrió en 2014, es probable que el movimiento de la insurgencia camine de forma silenciosa, en un trabajo que volverá a ser de campo e isla a isla, porque CC no se puede concebir como un solo de guitarra que algunos se empeñan en tocar como si fueran Brian May o Mark Knopfler. Han sido demasiados años de gobierno y el golpe ha sido lo suficientemente contundente como para que no pasen cosas. Cosas tienen que pasar dentro de una organización que en muchos sentidos aspira a ser el Partido Nacionalista Vasco (PNV) del sur de Europa. Como ya le pasó a los vascos cuando socialistas y populares les desalojaron del poder, CC necesita una reconstrucción interna y externa que los críticos entienden que no se puede retrasar al amparo de unos supuestos buenos resultados electorales.

Ahora, como en todos los partidos democráticos, los cambios no se pueden producir a las bravas, se tienen que realizar con procesos democráticos internos. De ahí que la presión que se va a ejercer tenga que ver con la convocatoria de un nuevo congreso en el que se elija a una nueva dirección del partido. ¿Vuelve a haber dos bandos en CC? De momento no lo parece pero, según han explicado a este diario diferentes fuentes, en no demasiado tiempo se van a plantear posturas totalmente contrarias a las que se defienden en la actualidad. 2020 podría ser el año de ese proceso de renovación total o parcial.

Coalición Canaria camina con paso firme hacia un nuevo congreso que provoque verdaderos...
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