El presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, acudió este martes al programa El Chinchorro de Canal (L) en su visita a la Isla por motivos de preparación de la campaña.
- La aventura es dura...
- Es dura pero es necesaria, nosotros no estamos en política por estar, estamos porque tenemos ideas, tenemos valores, tenemos principios, tenemos propuestas y creemos que Canarias necesita un cambio radical en la forma de hacer política y nosotros pretendemos contribuir a ello modestamente, aprovechando la experiencia, la capacidad de transformación que hemos demostrado cuando hemos asumido responsabilidades, y sobre todo, la decencia con la que ejercemos la función pública. Yo creo que esta tierra se merece un poco más de decencia y honradez en esta
actividad tan vital para la convivencia y para el futuro.
- Por lo que vemos últimamente indecencia hay por todos lados...
- Sí, pero hay algunos que tienen mucho de eso, por ejemplo ahora mismo hay siete u ocho casos de corrupción investigados por los tribunales y están circunscritos a determinadas fuerzas políticas. Algunos, que hemos gobernado desde la transición a esta parte en ayuntamientos estratégicos en otros lugares del Archipiélago, no hemos tenido ni un solo caso de corrupción, y PP y ATI-CC en tres años ha acumulado 20 o 30 personas procesadas, algo está pasando, no es casual. Porque puede ocurrir con alguna persona, pero 20 o 30 procesadas en ámbitos distintos es para preocuparse y algunos en lugar de asumir responsabilidades tratan de poner el ventilador culpando a los demás. Eso, hace un daño tremendo a la política y nosotros desde luego vamos a hacer firmes combatientes de esa forma de proceder, de anteponer los intereses particulares a los intereses generales de Canarias, a los intereses generales de nuestro pueblo.
-¿Cuándo descubrió que ATI es el que mandaba en CC? Porque usted estuvo dentro del partido...
- Mientras nosotros estuvimos ahí equilibramos ese barco, aquel era un proyecto que tenía varias familias con un programa y unas reglas, se desequilibró cuando se rompió el programa y se olvidaron las reglas, en ese momento lo abandonamos y el escoramiento es evidente, quien manda es ATI, quien decide es ATI, quien concentra el poder es ATI y yo creo que se una obviedad que yo lo recalque porque forma parte de la opinión y de la conciencia colectiva de los canarios en general.
- ¿El momento de inflexión lo pone el momento en el que hubo que elegir quién iba a ocupar la vicepresidencia del Gobierno de Canarias?
- Lo descubro cuando firmamos un tratado electoral y se resistieron a sacarlo adelante. Por ejemplo, las leyes reguladoras del modelo de desarrollo fueron un compromiso electoral central en el programa del 2003, yo tuve serias dificultades para sacar adelante aquellos compromisos que eran parte vertebral de nuestra propuesta política. Lo descubrí cuando me negué a firmar con el Cabildo de Tenerife un convenio por el que cogíamos dinero de todos los canarios para cubrir un capricho del presidente del Cabildo un tren Santa Cruz-Laguna sin discusión previa, sin tener en cuenta las repercusiones que sobre los seis territorios restantes tenía. Ahí empezamos a descubrir que era difícil entenderse con quien se había acostumbrado a mandar en solitario, cuando llegamos nosotros había más de una propuesta, había un programa e intentamos sacarlo adelante y no fue posible porque cuando se incumple un programa, cuando se incumple las reglas se destruye la confianza, y sin confianza no es posible la política ni ninguna actividad humana. Por lo tanto, abandonamos y hemos vuelto a empezar con ideas, con propuestas y programas que defienden cuatro grandes parámetros: la unidad de Canarias, de tú a tú, cada territorio tiene su identidad, su idiosincrasia y sus problemas y es posible que los siete territorios en torno a una mesa nos pongamos de acuerdo en lo mucho que estamos unidos; segundo, un modelo de desarrollo sostenible, duradero, que piense no sólo en nosotros, sino en nuestros hijos y en los hijos de nuestros hijos, no podemos seguir creciendo de forma alarmante como lo hemos hecho en islas como Fuerteventura por poner un ejemplo próximo, por lo tanto un modelo de crecimiento duradero, sostenible, que sea capaz generar crecimiento económico y empleo; tercero, una política centrada en las personas, porque lo que no puede ser es que la sanidad, la educación, la justicia, la seguridad o la vivienda pasen a ser las marías del gobierno, y parece que lo único que le interesan son las obras públicas, los casinos, la gran marina, esas cosas que han llenado los periódicos en estos cuatro años; y la cuarta cuestión, muy importante en este momento de crisis de la política, separar la política de los negocios, la autonomía de la política es básica para la democracia, quien tiene que tomar las decisiones son los plenos de los municipios, los del cabildo o los del Parlamento. Lo que no es de recibo, como en esta legislatura, es que se tomen decisiones que supuestamente son de interés general en ámbitos inadecuados. Por lo tanto, reclamamos autonomía de la política porque es la única manera de garantizar la independencia de esta actividad por otra parte vital en democracia.
- Habla de que todas las Islas tengan una mesa común ¿para conseguir esto no haría falta una transformación administrativa, un cambio en la mentalidad de los políticos de Gran Canaria y de Tenerife?
- Totalmente de acuerdo. Primero, hay algunos que llevamos en esto del nacionalismo desde siempre, quiero recordar que hay otros que se subieron al carro cuando vieron que esto podía ser rentable electoralmente. Algunos hemos estado desde la transición política a esta parte siempre en el espacio del nacionalismo, y por lo tanto creemos en el proyecto común de Canarias, esto es vital para abordar las tareas del futuro que los canarios nos entendamos y estemos unidos. Esa unidad sólo es posible si se respeta la idiosincrasia de cada Isla, el peso específico de cada cual. Por ejemplo, Lanzarote, que en la única etapa que ha tenido un presupuesto ajustado a la población que aquí vive y al aporte económico que genera fue en la etapa en que yo presidí el Gobierno de Canarias y están los datos de lo presupuestado y de lo ejecutado, es la única vez que Lanzarote consiguió ser la tercera isla del Archipiélago en inversión, entre otras razones porque nuestros compañeros del Partido Nacionalista de Lanzarote, que estaban en ese proyecto, defendían el legítimo derecho a que una Isla como esta, vital en nuestro modelo turístico y donde viven 130.000 personas, tuviera la respuesta presupuestaria correspondiente. Por eso, estoy de acuerdo en considerar y corregir los procesos que hay que corregir en torno a cómo debemos organizarnos. Está el Parlamento de Canarias, la institución más relevante, ahí está la soberanía de nuestro pueblo, es por primera vez en la historia que todos los canarios tenemos una representación, nunca en nuestra historia habíamos tenido una institución que representara a los habitantes de la Isla, esa es la Institución que representa a cada uno de los ciudadanos, a cada uno de los territorios, parece razonable que esa Institución tenga expresión organizativa en los siete territorios, en nuestro programa electoral planteamos la necesidad de oficinas parlamentarias en las siete islas para que la gente aprecie, considere y conozca que existe un Parlamento. Es la institución menos apreciada, considerada y conocida por los canarios porque está en Tenerife y además no lo hacen precisamente bien, hemos visto el bochorno de las últimas semanas, el intercambio de estampitas entre el Partido Popular y ATI-CC en relación a las comisiones de investigación, hemos visto la chapuza hecha a última hora al trancazo de sacar 5.500 camas por cierto, solo en Tenerife y en Gran Canarias, curioso olvido también que no haya habido ningún otro proyecto en ningún otro territorio del Archipiélago. Esto es modificable si nos respetamos entre todos, si cada isla tiene su peso específico, si la estructura administrativa se adecua al hecho insular, por eso yo sí que le reconozco, y creo que en ese terreno tenemos que seguir avanzando, de establecer una estructura.
- ¿Cómo valora el tratamiento de la ruptura de la triple paridad con respecto a Lanzarote y Fuerteventura en el estatuto de canarias?
- Esta es la manera que ha tenido este gobierno de hacer las cosas, mal. El texto de la reforma estatutaria no lo conoce ni el 1% de los canarios, se hizo sin debate con la ciudadanía, sin consenso con nadie, es un debate de despacho, de gabinete, alejado de la gente. Mañana recortan el estatuto en Madrid, que es muy probable que se haga, y nadie saldrá a defender algo que no conoce. Se ha cometido un grave error para tratar de obtener algún resultado en esta legislatura porque no hay nada que vender, no hay resultados palpables ni medibles para decir, en esta legislatura hemos hecho esto, se precipitaron. Hicieron una propuesta de reforma sin participación de la ciudadanía, ni de las universidades, ni de los cabildos, ni de los ayuntamientos, no ha participado nadie, han hecho un texto, lo mandan a Madrid con poco a poyo parlamentario, el estatuto que con menos apoyo parlamentario llega al congreso de los diputados es el de Canarias y además, como eso no estaba hecho en base al interés general sino a los intereses tácticos de los partidos ATI-CC para decir hemos hecho algo, el PP inicialmente porque estaba en la alianza para mantenerla, y el PSOE para frenar la situación. Al final tenemos una propuesta de reforma del estatuto en Madrid que no conoce ni el 1% de los canarios. Tiene aspectos positivos como todo lo referente al autogobierno, se aumenta de forma sensible la capacidad de decisión de comunidad canarias si se aprueba el estatuto, pero en relación a la reforma electoral defendemos que se bajen los topes, no hay ningún país del mundo que en una circunscripción electoral como es la Isla en el caso de las elecciones al Parlamento, necesite ser primera fuerza o tener el 30%. Esto es profundamente antidemocrático. Para entrar a un ayuntamiento, para entrar a un Cabildo o para entrar al Parlamento español, se necesita el 5% para superar esa barrera y a partir de ahí, según el número de votos y la distribución, a usted le puede tocar representante, aquí no, para sacar un diputado hay que sacar el 30% de votos en la isla, ser primera fuerza o tener el 6% de toda Canarias. Esto es lo primero que hay que cambiar, ¿a quién perjudica bajar los topes al 5%?, que usted pueda conseguir un diputado al parlamento de Canarias como puede conseguir un consejero al Cabildo. Esto no perjudica a nadie ni rompe la triple paridad y aquí no ha habido ningún interés ni por parte del PSOE, ni por parte del PP, ni por parte de ATI-CC, porque en el fondo estén tratando de impedir que otros estemos en el Parlamento.
- Me alegro de que nombre al PSOE porque parece que son aliados...
- Ya veremos, nosotros nos vamos a aliar en función del programa. Creo que hemos contrastado nuestra historia política, y nosotros queremos cambiar las cosas, creemos que las cosas no van bien en Canarias y esto no lo decimos nosotros, lo dicen los ciudadanos. El planteamiento es que vamos a trabajar para cambiar las sosas. Canarias no ha conquistado todo su futuro, hay muchas incertidumbres, el sector turístico tiene muchas debilidades, es necesario actuar y cumplir con las leyes que ya tenemos, el sistema sanitario se ha deteriorado estrepitosamente en esta legislatura. Yo conozco bien el sistema sanitario y logramos colocar el sistema sanitario en la media española con problemas, pero hoy hay dinero y buenos profesionales y resulta que se ha convertido en el primer problema de los canarios Cuando se pregunta a los canarios, y excluyendo el paro y la inmigración, la sanidad es de los problemas que más preocupan a la población. Este gobierno ha vuelto a colocar la sanidad en el primer nivel de preocupación de los ciudadanos cuando sabemos que hay soluciones. Para eso queremos estar en las instituciones, para cambiar las cosas, para hacerlas mejor, y pactaremos con quien comparta nuestra manera de entender la política.
- Pero este discurso es el de siempre, pero después las exigencias del guión lleva a los políticos con el que les da más cotas de poder
- Sí, pero debe tener presente que nosotros abandonamos el poder de forma voluntaria porque no estábamos dispuestos a tragar con cualquier cosas. Es decir, no vamos a estar en el poder a cualquier precio, por eso lo abandonamos porque no estábamos dispuestos a aceptar el incumplimiento, la trampa, la mentira, el engaño. Y esto no lo ha hecho nadie en los 27 años de historia democrática, algunos que teniendo una cuota de poder legítima y democrática por principios, por valores y por ideas abandone el poder.
- Eso es lo que han hecho, pero, ¿Qué harán en el futuro? ¿Hasta donde se puede llegar sin concesiones?
- Pues yo le hablaba de cuatro parámetros. No se puede construir la unidad de Canarias desde el desequilibrio, eso no es posible, y a eso, nos vamos a oponer, nos vamos a revelar, no vamos a permitir que un territorio imponga sus intereses por legítimos que sean a los restantes 6 territorios. Por ejemplo, en materia de transporte, la política de trasporte terrestre público está pactado entre las 7 islas y el Gobierno de Canarias, no sólo pactada, sino que estaba escrita, regulada, consensuada, no había política mejor articulada que la política del transporte, donde el dinero que viene de Madrid, el dinero del Gobierno de Canarias y el que ponen las Corporaciones locales en un mismo saco se distribuye conforme a las necesidades de gastos e inversión de cada isla, en función de los habitantes, de la superficie, etc. Esa política, que nos costó 15 años articular, se ha han cargado en esta legislatura porque han cogido el dinero de todos los canarios, teóricamente dedicado al transporte, y lo han invertido en una infraestructura de transporte terrestre en Tenerife, el tren, sin consensuarlo con nadie, sin tener en cuenta que detrás de la inversión va el malgasto. No encontrará un solo tren en el mundo que no sea deficitario, evidentemente ese va a ser deficitario, y ¿quién va apagar el déficit de explotación del juguete del señor Ricardo Melchior en la isla de Tenerife? Todos los usuarios de Canarias. La consecuencia es más dinero y más ineficiencia en el sistema de transporte público de Tenerife a costa de las 6 islas restantes. Esta manera de gobernar es la que queremos cambiar, así no se construye futuro, así no hay posibilidades de entendimiento.